Folclore, música y fe se conjugan desde hace 63 años en la comunidad de El Rincón, en Naguanagua, en la celebración de la festividad de la Cruz de Mayo. Anualmente, sus habitantes derrochan devoción y mucha alegría para festejar por lo alto esta hermosa tradición
La celebración, que data de 1962, fue iniciada por los vecinos Vicente Parra, Evangelio Mota, Lorenzo Parra y Guillermo Ramírez, todos fallecidos. Ha perdurado a lo largo de los años, pues el fervor hacia la Cruz de Mayo se ha transmitido de generación en generación.
Desde hace 47 años, la familia Ramírez Yépez asumió el compromiso de vestir la Cruz. Doña Carlota Yépez de Ramírez, de 83 años, junto a sus hijas, se encarga cada año de adornarla con telas y flores, pero sobre todo con esmero y afecto. Los implementos son donados por la comunidad.
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La jornada comenzó con una emotiva misa oficiada por el padre Ángel Pacheco, párroco de San Cayetano, en la urbanización Palma Real. Luego, la Cruz fue trasladada de vuelta a la casa de los Ramírez Yépez, donde más de 250 personas disfrutaron de un sancocho comunitario. También hubo una muestra cultural, que incluyó agrupaciones como Los Pastores del Niño de Naguanagua, La Consentida de la Alianza Central Tacarigua y la participación del cuentacuentos Pío Lara.
La festividad culminó con una procesión por la calle principal hasta un cerro cercano. Allí la Cruz fue colocada en su pedestal, donde permanecerá hasta el próximo año, como símbolo de fe y unión comunitaria.
Nota de prensa
