Caracas.- Familiares de los venezolanos deportados por el gobierno de Estados Unidos a una cárcel de máxima seguridad en El Salvador exigieron este martes 15 de abril una fe de vida de sus parientes, con quienes perdieron contacto hace un mes.
«A la fecha, más de treinta días (después de) que los muchachos están secuestrados en El Salvador, no tenemos una prueba de vida, no nos han permitido una llamada», dijo a EFE Yasmira Chirinos, tía de Ysqueibel Peñaloza -presuntamente deportado a El Salvador-.
Chirinos junto a un grupo de cerca de 80 personas se concentró en la Plaza Bolívar, en el centro de Caracas, para exigir a las autoridades venezolanas «respuestas» sobre las acciones que coordinan para lograr el retorno de los detenidos.
Bloomberg: 90 % de los migrantes enviados a El Salvador no tenía antecedentes penales en EE. UU.
«Maduro dame una respuesta porque tengo 30 días que no sé de mi hijo. El Salvador lo tiene secuestrado. Solo sé que está en una lista, pero quién me garantiza que mi hijo está vivo, que está en ese lugar y no está en otro», reclamó Hodalys Basulto, la madre de Marco Basulto, uno de los 238 venezolanos presuntamente retenido en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot).
Los manifestantes marcharon desde la plaza Bolívar hasta el palacio de Miraflores, sede del Ejecutivo, para hacer entrega de un documento y exigir respuesta del caso.
Los familiares cuestionaron que el bufete de abogados contratado por las autoridades venezolanas en El Salvador aún no den respuesta para conocer la situación de sus familiares.
El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump deportó el 16 de marzo a El Salvador a 238 venezolanos al señalarlos como miembros de la banda criminal Tren de Aragua. Sin embargo, familiares han asegurado que sus parientes no pertenecen a la organización delictiva, no tienen antecedentes penales ni en Venezuela ni en EE UU.