Barquisimeto.- La Fundación Amigo del Paciente Renal del estado Lara (Fundaprel) denuncia una situación cada vez más crítica en las unidades de diálisis de la entidad y el país. Anabelle Camacaro, presidenta de Fundaprel, informó a El Pitazo que el 31 de octubre cinco máquinas de hemodiálisis presentaron fallas en la unidad de diálisis Barquisimeto, ubicada en la carrera 25 con calle 34, lo que generó una contingencia en la atención de pacientes.
“Estas máquinas, por lo viejas, no liberan suficientes toxinas ni líquidos. Los pacientes llegan con dos o tres kilos de líquido y se retiran con un kilo o kilo y medio, cuando debería eliminarse por completo", explicó Camacaro, quien acompaña a su esposo en este tratamiento desde hace cinco años.

La presidenta de Fundaprel advirtió que las 44 máquinas de la unidad, de la marca Fresenius modelo 4008S, ya cumplieron su vida útil, estimada entre cinco y diez años, y que incluso, algunas funcionan gracias a piezas improvisadas y el ingenio de quien era el técnico fijo: “Lo que más se dañaba era el rebobinado, y las bobinas de Volkswagen eran utilizadas para sustituirlas", detalló.
Además, Camacaro señaló que la renuncia del técnico fijo ha agravado la situación, pues ahora es necesario esperar que un técnico del Seguro Social, que atiende a todo el estado Lara, llegue para reparar las máquinas dañadas.
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La situación en la unidad de diálisis Barquisimeto también es alarmante debido a las condiciones de insalubridad y la falta de mantenimiento. Camacaro denunció la indiferencia del dueño de la unidad, Walter Pool, quien, según ella, no ha tomado medidas ante problemas como la proliferación de moscas y chiripas y las constantes fallas en los aires acondicionados. “El personal de enfermería también ha renunciado por los bajos salarios. ¿Qué están esperando? ¿Un colapso masivo?", cuestionó.
En esta unidad, van 26 pacientes fallecidos en lo que va de año, reveló Camacaro.

Ayuno para sobrevivir
Susana Mújica, una paciente renal de 51 años, compartió su difícil experiencia debido a las deficiencias en las máquinas de diálisis, en su unidad ubicada en la Clínica Razetti. Hace tres semanas, se vio obligada a realizar ayunos de 20 horas diarias durante dos semanas para reducir la acumulación de líquidos en su cuerpo. “El gobierno debe comprometerse a comprar máquinas nuevas, de última tecnología. Es el único país donde usamos máquinas absolutamente obsoletas. Si esas máquinas siguen fallando, vamos a fallecer", clamó con evidente preocupación, indicando que tuvo que intercambiar máquina con otro paciente renal para salir del ayuno extremo.

Falta de medicamentos
Mújica también mencionó que los pacientes renales han visto disminuida la entrega de medicamentos de alto costo, como la Eritropoyetina, que es fundamental para corregir la anemia en personas con enfermedad renal. “En vez de las dos unidades necesarias por sesión de Eritropoyetina, solo nos entregan una. Esto provoca que algunos deban recurrir a transfusiones de sangre, que cuestan entre 40 y 50 dólares por bolsa y representan un riesgo de contagio de hepatitis", explicó.
Ante esta situación, pacientes y familiares exigen al gobierno y a los organismos responsables que den una respuesta inmediata ante sus peticiones y darle prioridad a la sustitución de máquinas de hemodiálisis. Piden además reactivar la donación de órganos de personas fallecidas en el país, que permitiría mejorar la calidad de vida de los pacientes renales, así como promover programas educativos para que la población conozca la importancia de la donación.