Caracas.– Agencias de inteligencia de Estados Unidos contradicen las afirmaciones del presidente Donald Trump sobre una presunta alianza entre la administración de Nicolás Maduro y el grupo criminal Tren de Aragua (TDA) para infiltrar territorio estadounidense.
Un memorando del Consejo Nacional de Inteligencia, filtrado a The New York Times, desmiente la teoría de Trump, asegurando que no existe evidencia de que Maduro esté dirigiendo las operaciones del TDA en EE. UU.
El documento de inteligencia, emitido el lunes, indica que, si bien hay indicios de que algunos funcionarios venezolanos de «nivel medio a bajo» se benefician de las actividades ilícitas del Tren de Aragua y facilitan la migración de sus miembros, la estructura descentralizada de la pandilla dificulta «logísticamente» que actúe bajo las órdenes de la administración de Maduro.
«Si bien el entorno permisivo de Venezuela permite que el TDA opere, el régimen de Maduro probablemente no tiene una política de cooperación con el TDA y no está dirigiendo su movimiento ni sus operaciones en Estados Unidos», concluye el informe.
Estados Unidos deportó a El Salvador supuestos integrantes del Tren de Aragua
La justificación de Trump para deportar venezolanos
Estas revelaciones contradicen directamente las declaraciones de Trump, quien ha utilizado la supuesta alianza Maduro-Tren de Aragua para justificar la deportación masiva de venezolanos, alegando que representan una amenaza para la seguridad nacional.
A mediados de marzo, su administración deportó a 238 venezolanos, catalogando al Tren de Aragua como un grupo «terrorista» y utilizando una polémica ley de guerra de 1798 para llevar a cabo las expulsiones.
La administración Trump ha enfrentado fuertes críticas por la falta de transparencia en el debido proceso seguido en estas deportaciones. Abogados y grupos de derechos humanos han denunciado la falta de información y han cuestionado la legalidad de las expulsiones, señalando que algunos inmigrantes fueron deportados basándose únicamente en sus tatuajes. Además, familias de los deportados han defendido su inocencia, calificando su encarcelamiento en la prisión de máxima seguridad de El Salvador como injusto.