migrantes venezolanos deportados
EEUU vendió la imagen de que todos los migrantes venezolanos deportados tenían antecedentes criminales

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo pública la orden de suspender la licencia que permitía a la empresa Chevron extraer petróleo en Venezuela y venderlo a EEUU. La medida entraría en vigor desde este sábado 1 de marzo y, de inmediato, analistas y dirigentes políticos compartieron sus opiniones sobre esta decisión. 

La razón que dio Donald Trump para suspender dicha licencia es que el gobierno venezolano no cumplió con las deportaciones. Según Trump, el gobierno de Maduro había aceptado recibir a todos los deportados venezolanos en un plazo de 30 días. Hasta la fecha solo se han dado cuatro vuelos de deportación en tres días diferentes y la suma de migrantes enviados hacia Venezuela supera las 500 personas. 

Trump, además, aseguró que Maduro tampoco había cumplido en el aspecto electoral, pero no fue específico en este apartado. La respuesta venezolana no se hizo esperar. Delcy Rodríguez afirmó que esta medida no le hace daño al pueblo venezolano, “en realidad se está infligiendo un daño a los Estados Unidos, a su población y a sus empresas”, dijo la funcionaria criolla. 

Sin embargo, como casi todo en Venezuela, no es primera vez que esto ocurre. Justo hace un año, en febrero de 2024, el entonces presidente de EEUU, Joe Biden también aplicó sanciones a la empresa Chevron. En esa ocasión la respuesta venezolana fue más enérgica y la propia Delcy Rodríguez dio a conocer que el país latinoamericano no recibiría más migrantes deportados

Ahora, surge la interrogante sobre qué hará Venezuela en respuesta a la medida de Trump, especialmente porque la respuesta del gobierno de Maduro no ha sido tan contundente como la de 2024. 

¿Qué tiene que ver Chevron con las deportaciones de migrantes venezolanos?

La primera pregunta que surge es cómo se relaciona una cosa con la otra. Chevron, una empresa petrolera norteamericana, contó con el beneplácito del gobierno de Joe Biden para operar en Venezuela. Sin embargo, su trabajo en el país siempre estuvo condicionado a otros elementos y, en ocasiones, ha sido utilizado como moneda de cambio entre las negociaciones de EEUU y Venezuela. 

Mientras se negociaba el acuerdo de Barbados, una de las concesiones que hizo el gobierno de Biden fue precisamente darle licencias a Chevron para que operara en Venezuela. La economía criolla sintió de lleno ese efecto al tener una leve recuperación entre 2022 y 2024. “Desde finales de 2022, el 80% del aumento de la producción petrolera en Venezuela ha ocurrido gracias a inversiones de Chevron”, dijo el economista Francisco Monaldi en una entrevista. 

La imposibilidad de que Chevron pueda operar en Venezuela afectaría directa y rápidamente a la economía criolla, temen diversos analistas. Pero también afectaría la calidad y cordialidad de estos nuevos acercamientos con Estados Unidos. 

“Esto puede ser visto como una medida de presión hacia el gobierno de Venezuela para que acepte  un trato, en temas de deportaciones, todavía más favorable para Estados Unidos. También puede ser una forma de aplacar al contigente republicano del sur de la Florida, que ha estado expresando su preocupación por la revocación del TPS y necesitaban algún tipo de victoria”, indicó el internacionalista venezolano Iván Rojas Álvarez a Efecto Cocuyo

Es, precisamente, el tema de las deportaciones el que podría verse afectado como ya ocurrió en el pasado. Sin embargo, hasta la fecha, ninguno de los dos gobiernos ha hablado públicamente sobre una suspensión de los vuelos o una reestructuración de los mismos. 

Chevron y las deportaciones de migrantes venezolanos

“Venezuela podría, por supuesto, responder y decir que no va a aceptar más deportados. Eso podría ser un revés importante para el presidente Trump. Sobre todo si el ritmo de arrestos y deportaciones se intenta manteneter”, explicó  Rojas Álvarez a Efecto Cocuyo

En febrero de 2024, la respuesta contundente de Delcy Rodríguez hacia el gobierno de Joe Biden puso fin a las deportaciones de migrantes venezolanos desde EEUU. Dicha suspensión se mantuvo hasta el pasado 10 de febrero cuando dos aviones de Conviasa aterrizaron en Texas para traer a Venezuela a unas 190 personas. 

En ese momento ambos gobiernos celebraron. Pero para que esto ocurriera se tuvo que dar la sorpresiva visita de Richard Grenell, enviado especial del presidente norteamericano, a tierras criollas a finales del mes de enero. 

“Hay mucha incertidumbre sobre lo que puede pasar. Sobre todo porque el gobierno de EEUU parece no tener clara una visión y parece comprometido con ser lo más imprecedible posible. Eso puede ayudar tener victorias en corto plazo, pero no a construir una estrategia exitosa en el largo plazo”, indicó Rojas Álvarez. 

Según lo que se conoce, ya no hay migrantes venezolanos detenidos en Guantánamo pues todos estos regresaron a Venezuela el pasado 20 de febrero en el segundo día de vuelos de deportación. En aquella ocasión fue Honduras el que hizo de puente aéreo. Mientras que el tercer día, el lunes 24 de febrero, los venezolanos deportados salieron desde México.  No obstante, es conocido que el gobierno de Donald Trump no está contento con el ritmo en el que se están dando las deportaciones, no solo hacia Venezuela, sino a otros países de la región.