La reducción del horario laboral en Venezuela relacionada con el consumo de electricidad, anunciada el 23 de marzo de 2025 por el gobierno de Nicolás Maduro, implica varias medidas y consecuencias para enfrentar una crisis energética atribuida a una «emergencia climática».
La medida, según un comunicado del Ejecutivo, incluye todos los niveles de la administración pública, pero no las oficinas encargadas de «prestar servicios esenciales a la población» como a las instituciones educativas del sector público, que trabajarán en su horario normal en las próximas seis semanas.
“El decreto no aplica para las instituciones educativas. Se deben trabajar los 5 días”, reza una comunicación que envió el Ministerio de Educación.

El organismo aclaró que los planteles trabajarán en sus turnos habituales: integral y doble turno. “Se continúa trabajando en horarios normales en el sector educación”, recalcó.
A continuación detallamos lo que esto podría significar hasta ahora:
Horario laboral reducido en el sector público:
A partir del 24 de marzo de 2025, las instituciones públicas, como ministerios, gobernaciones y alcaldías, operarán en un horario especial de 8:00 a.m. a 12:30 p.m. durante seis semanas. Esto busca disminuir el consumo de energía eléctrica en edificios gubernamentales, que suelen depender de sistemas de iluminación, aire acondicionado y equipos electrónicos.
Esquema «1×1»:
Se implementará un sistema de «un día laborable por un día no laborable». Esto significa que los empleados públicos trabajarán un día y descansarán el siguiente, reduciendo aún más la demanda eléctrica al limitar los días de operación de las oficinas.
Tareas alternativas durante días laborales:
En los días trabajados, los empleados públicos complementarán su horario apoyando actividades comunitarias, como el fortalecimiento de «salas de autogobierno comunal» y «circuitos comunales», lo que sugiere un enfoque en mantener ocupada a la fuerza laboral sin depender tanto de infraestructura eléctrica.
Ahorro energético como objetivo principal:
La medida responde a una supuesta sequía que ha afectado los niveles de agua en los embalses hidroeléctricos, especialmente en la región andina, donde se genera gran parte de la electricidad del país (como la Central Hidroeléctrica de Guri, que aporta cerca del 70% de la energía nacional). Reducir el horario laboral busca evitar un colapso del sistema eléctrico al disminuir la demanda en horas pico.
Impacto en la población y el sector privado:
Aunque la medida se aplica directamente al sector público, el gobierno también ha pedido a la población adoptar prácticas de ahorro, como ajustar los aires acondicionados a 23°C, usar luz natural y desconectar aparatos electrónicos. Esto podría presionar al sector privado a adaptarse, especialmente en zonas donde los apagones ya son frecuentes.
Contexto de crisis eléctrica crónica:
Esta no es una medida aislada. Venezuela ha enfrentado problemas energéticos durante más de una década, con racionamientos previos (como en 2016 y 2019) y apagones prolongados. La reducción del horario se suma a un historial de soluciones temporales que no abordan el deterioro de la infraestructura eléctrica, atribuido por expertos a falta de mantenimiento, corrupción y pérdida de personal calificado.
La reducción del horario laboral implica un ajuste significativo en la rutina del sector público para mitigar la presión sobre un sistema eléctrico vulnerable, pero también refleja una estrategia de emergencia que podría afectar la productividad y la calidad de vida, especialmente en regiones ya golpeadas por cortes de luz diarios. La efectividad de esta medida dependerá de si logra estabilizar el suministro eléctrico sin generar mayores disrupciones sociales o económicas.