Día a día, noche a noche. Los familiares de los presos políticos que están recluidos en los centros penitenciarios de Tocorón y Yare se mantienen a la espera para saber si se darán nuevas excarcelaciones de las personas detenidas en el contexto de las protestas postelectorales. La espera es amarga, incómoda y hasta peligrosa. Duermen donde pueden, van al baño como pueden, todo esto mientras lidian con la incertidumbre de saber si sus familiares están bien y si serán puestos en libertad en los próximos días.
Aunque estas personas llevan hasta diez días esperando en los alrededores de Yare y Tocorón, la ansiedad fue mayor cuando el fiscal Tarek William Saab informó que serán revisados todos los casos relacionados con los detenidos por las protestas postelectorales. Hubo esperanza, parecía que la pesadilla de muchos iba a terminar. Pero no fue así, aunque sí se dieron decenas de excarcelaciones, todavía hay muchas personas detenidas.
Lo que ocurre en Tocorón y Yare también se repite en los centros de detención de Tocuyito y en el Ciudad Caracas de la capital venezolana, este último es donde se encuentran los adolescentes conocidos como “los ocho de Caracas”.
La exigencia de las personas es la misma: que se informe sobre si habrá o no más excarcelaciones. Esto, principalmente, porque la mayoría de los familiares vive lejos de los centros de reclusión y no saben si regresar a sus lugares de origen o mantenerse a la espera.
“Aquí estamos en las afueras de Tocorón nadie se ha movido. Pero no nos dicen nada, todo se paralizó, demasiado hermetismo”, dijo a Efecto Cocuyo Damelys Meneses, quien espera una posible excarcelación de su hijo. Ella es de Maturín y lleva más de una semana en Tocorón (Aragua) a la espera de información sobre su hijo.
La espera por las excarcelaciones de presos políticos, todo es incierto
Desde el pasado viernes 15 de noviembre se dieron una serie de excarcelaciones en distintos recintos penales de Venezuela. Algunos salieron de Yare, otros de Caraballeda y varias mujeres de Los Teques. Las excarcelaciones pararon el domingo 17 de noviembre en la noche, horas después de que Tarek William Saab dijera que un total de 225 personas habían sido “beneficiadas”.
Sin embargo, la ONG Foro Penal ha podido verificar la excarcelación de 143 personas y se mantiene a la espera de reportes para completar la cifra ofrecida por el funcionario venezolano. Mientras esto ocurre, la espera es amarga para los familiares, en su mayoría mujeres. No sólo en centros penales grandes como Yare, Tocuyito y Tocorón, sino en lugares más pequeños como la Zona 7 de Boleíta y el centro de reclusión Ciudad Caracas en El Cementerio.
En el caso de Yare, las personas decidieron conversar manteniendo el anónimato para evitar represalias sobre ellas y sobre sus familiares. “Así estamos los familiares aquí desde que se anunciaron las liberaciones. Pernóctamos toda la noche. Dormimos en el suelo pendiente de nuestros hijos. Se han burlado de nosotros. Queremos la pronta pronunciación tanto del presidente Nicolás Maduro como del fiscal. Libertad para nuestros hijos”, dijo a Efecto Cocuyo una madre de 56 años que está esperando por información sobre su hijo preso en Yare.




Mientras tanto en los alrededores de Tocorón, decenas de mujeres se congregan para apoyarse entre sí y darse ánimo a diario. “Pedí hablar con el director y me dijo el funcionario que no se podía y teníamos que calárnosla. Y que si nos rebelamos nos quitan de acá y presas podíamos ir. Sigue la represión”, dijo a Efecto Cocuyo otra madre en las afueras del centro penitenciario ubicado en Aragua.