Mientras el Gobierno de Nicolás Maduro, a través del Ministerio Público, anunció este jueves la excarcelación de 103 de los casi 2.000 presos políticos detenidos tras los comicios del 28 de julio, oenegés como el Foro Penal Venezolano, que llevan la mayoría de las causas penales políticas en el país, señalaron que hasta este viernes solo podían contabilizar 43 liberaciones condicionales los días 10, 11 y 12 de diciembre.
Entre ellas, están las de 19 de menores de edad detenidos por protestar, emitir opiniones en redes sociales o, como han denunciado algunos de sus progenitores, simplemente estar en la calle.
En paralelo, y en lo que el propio director de esta oenegé, Gonzalo Himiob, ha denominado «efecto puerta giratoria», han seguido entrando en las prisiones más y más presos políticos. Entre ellos está el dirigente socialdemócrata y profesor de la Universidad Central de Venezuela, Jesús Armas, así como Nabil Malouf, alcalde de Cabimas, y varios activistas de Vente Venezuela —la plataforma de María Corina Machado— en el estado de Bolívar.
Más que actos de reconciliación, estas excarcelaciones han sido vistas por activistas de derechos humanos o analistas como un intento de Nicolás Maduro para bajar la presión y desviar la atención de otros temas en el país.
En las últimas 72 horas (10, 11 y 12 de diciembre) se han producido 103 excarcelaciones, que se suman a 225 medidas cautelares otorgadas el pasado 26 de noviembre», informó el jueves un comunicado de la vicepresidencia de Seguridad, que encabeza el ministro del Interior, Diosdado Cabello.
«Tales medidas se realizan en atención a la solicitud que hizo el presidente Nicolás Maduro (…) de revisar todas las causas concernientes a hechos de violencia y delitos cometidos en el marco de la elección del 28 de julio», añadió.
Los detenidos, incluidos más de un centenar de adolescentes, fueron acusados de «terrorismo» y llevados a cárceles de máxima seguridad.