Papa Francisco funeral
Miles de personas hicieron filas desde muy temprano para estar en este evento Credit: Iván E. Reyes

El adiós al papa Francisco. Decenas de miles de personas le dieron la despedida al sumo pontífice. Pero antes de la misa de este sábado 26 de abril, cientos acamparon en los alrededores de El Vaticano. Entre ellos, un joven venezolano, quien agradecía porque Francisco le dio un lugar para dormir, asearse y comer.

Varias de las entradas la plaza San Pedro estaban repletas de gente, mientras los cuerpos de seguridad fortificaban más la Santa Sede. 

El Vaticano y Roma se han reforzado en los últimos días para el evento

Los preparativos para el funeral del papa Francisco

A las 9 de la noche del viernes 25 de abril  una persona en la entrada de la Oficina de Prensa de la Santa Sede reparte botellas de agua. Las lanza, pero antes advierte que estén atentos para recibirlas. 

Quienes están sedientos son los periodistas que llevan al menos cinco horas haciendo una fila para retirar las acreditaciones correspondientes para cubrir la misa fúnebre del papa Francisco el sábado 26 en la mañana. 

Los periodistas tuvieron que hacer varías horas de fila

Los reporteros, fotógrafos y videografos que están más cerca de la entrada muestran sus pasaportes en alto y esperan a escuchar su nombre para pasar a la parte interna del edificio y poder, así, salir con la preciada autorización que representa un privilegio y responsabilidad, pues este, posiblemente será el evento más visto a nivel mundial del fin semana, a menos que lo supere la final de la Copa del Rey que enfrenta al Real Madrid y al Barcelona en España. 

En El Vaticano pusieron una tarima gigante para periodistas

Curiosamente los horarios no coinciden, así que quien quisiera ver ambos eventos el mismo día podría hacerlo. En la mañana orar y reflexionar por la memoria del primer papa latinoamericano, y en la tarde pasar a un estado de adrenalina y emoción por el resultado del partido definitorio de aquel torneo. Aunque todo esto es evaluado en hora de Europa, pues en América todavía será de madrugada cuando inicie la misa fúnebre del papa Francisco.

A las afueras de El Vaticano

Mientras los periodistas se aglomeran en la entrada del edificio de gobierno de la Santa Sede, afuera, poco más de un kilómetro, decenas de personas empiezan a llegar a la plaza del Resurgimiento. Algunos más preparados que otros, pero todo con la misma misión: pasar la noche a la intemperie y asegurar ser de los primeros en ingresar a El Vaticano. 

Decenas de personas acampaban en honor al papa Francisco
Especialmente mujeres mayores, poco importaban los 10 grados celsus en ese momento

Entre todas las personas hay un grupo de tres latinoamericanos. Un chico de Perú, un hombre de Colombia y uno de Venezuela. Los tres comparten un envase de vino de cartón y, en una conversación, recuerdan que el Papa Francisco los ayudó de distintas maneras. “Cuando llegué acá no tenía nada. Estaba a punto de vivir en la calle, pero vine a una de las entradas de El Vaticano a pedir ayuda y me ayudaban siempre. Si uno necesitaba usar el baño te lo prestaban y si hacía mucho frío te dejaban dormir adentro”, recuerda Martín, el joven peruano. 

Mientras tanto, el criollo, nacido en San Cristóbal, le da un trago de vino al que llegue. Aguanta las lágrimas a la hora de hablar del papa Francisco y asegura que, así como a su compañero, también le ayudaron mientras su vida tenía más dudas que certezas. Ahora, los tres dicen estar preocupados por lo que ocurra con la elección de un siguiente papa y que, de esta manera, pierdan algunos de los beneficios y apoyos que han recibido en los últimos años.

Las filas se extendieron hasta la madrugada. A las 6:05 de la mañana del sábado 26 de abril se le dio acceso a las personas para la Santa Sede. 

“Piano piano” en El Vaticano

“Vamos, colaboren todos juntos. Ya abriremos las puertas”, se escucha en el radio de uno de los tantos funcionarios de seguridad desplegados en El Vaticano. En tres de las entradas de la Santa Sede hay decenas de personas vestidas de verde y rojo, son voluntarios en temas de organización y seguridad. Quienes visten de negro son los policías o agentes especiales, encargados netamente de la seguridad del evento, pero también de los presentes. 

La voz de la radio se repite y los encargados de la organización del funeral se alistan. Van a recibir a decenas de miles de personas en el plazo de un par de horas. La gente, ya un poco impaciente, corre después de pasar por los controles de seguridad. “Piano piano”, dicen los voluntarios y policías en italiano. Significa poco a poco, le piden a la gente que no corra, pero este mensaje no llega a todas las personas. 

Miles de personas esperaban por estar lo más posible de la plaza de San Pedro
Una monja corre en dirección hasta la plaza de San Pedro

Hasta las monjas corren. Nadie se quiere quedar muy lejos de la basilíca. A las 8:02 de la mañana la plaza de San Pedro todavía no está llena, pero son muchísimas las personas que erstán esperando afuera. Mientras tanto, Roma, la ciudad eterna, no detiene sus actividades. Las personas se alistan para ir a los museos o caminar en un día que inició despejado y se fue nublando con el pasar de las horas. 

Una vez culmine el funeral, se dará paso al cónclave la próxima semana

Todavía falta un par de horas para que inicie el funeral que marcará el fin del primer papa de América Latina y de una de las personas más influyentes del mundo en los últimos años. Serán seis los kilómetros que recorrerán los fieles junto al cuerpo del papa Francisco hasta llega a la basílica de Santa María Mayor, una de las principales en el mundo católico.