Los resultados de una evaluación mundial de animales de agua dulce incluidos en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) indican que 24 % de las especies de agua dulce en todo el mundo tienen un alto riesgo de extinción.
En alianza con Noticias Sin Filtro, revisamos el estudio publicado en Nature y le explicamos cuáles son las consecuencias de una extinción de especies.
🐠 Peces, camarones y cangrejos en riesgo
El estudio One-quarter of freshwater fauna threatened with extinction encontró que al menos 4.294 especies de las 23 mil 496 registradas en la Lista Roja de la UICN están en alto riesgo de extinción.
Entre las especies marinas con esa categoría se encuentra el 30 % de los cangrejos, cangrejos de río y los camarones, seguidos por el 26 %de los peces de agua dulce y el 16 % de las libélulas y caballitos del diablo.
La pérdida de especies en los ecosistemas de agua dulce, advierten expertos, puede llevar a un desequilibrio ecológico. Por ejemplo, los peces y camarones tienen roles cruciales en las cadenas alimenticias y su desaparición significaría un colapso en otras especies que dependen de ellos como fuente de alimento.
Esto último afectaría a toda la biodiversidad marina, ya que la resiliencia frente a cambios ambientales estaría reducida.
La extinción de especies, además, tiene un impacto en la seguridad alimentaria, sobre todo para las poblaciones costeras que dependen de la pesca como su principal fuente de alimentación o sustento económico.
⚠️ Las principales amenazas
Más de mil expertos de todo el mundo participaron en la evaluación de la UICN e identificaron varios factores que contribuyen con la extinción de especies en ecosistemas de agua dulce, que albergan el 10 % de las especies conocidas en el planeta y son fundamentales para el agua potable, los medios de vida y la mitigación del cambio climático.
• La contaminación proveniente de actividades humanas, que afecta a más de la mitad de los animales de agua dulce amenazados.
• La conversión de tierras para uso agrícola, extracción de agua y construcciones de represas, que degradan con rapidez los ecosistemas de agua dulce y bloquean las rutas migratorias de los peces.
• La sobrepesca y la introducción de especies exóticas invasoras, que desplazan a las especies endémicas
• El cambio climático es otra amenaza, ya que el aumento de temperaturas y los eventos meteorológicos extremos alteran los hábitats y patrones migratorios
Para los expertos de la UICN, los ecosistemas de agua dulce han estado sometidos a una «presión extrema», a medida que el agua potable se vuelve limitada, las sequías se intensifican y la contaminación invade cada rincón de estos hábitats.
La proliferación de estas especies requiere atención y seguimiento inmediatos. Sin embargo, como han indicado expertos a Efecto Cocuyo, los financiamientos para las investigaciones a estos organismos, al menos en Venezuela, son limitados o inexistentes.
En aguas venezolanas, se han identificado varias especies invasoras hacia los estados Falcón, Sucre y Zulia: las medusas «bala de cañon», al sur de Chiciriviche, que solían tener avistamientos masivos con poca frecuencia; el pez león, avistado en zonas como La Guaira y el lago de Maracaibo, cuya picada es extremadamente dolorosa para los humanos y puede provocar síntomas como náuseas o problemas respiratorios; y el coral Unomia stolonifera, que para 2023 ya había afectado el 80 % de los arrecifes del Parque Nacional Mochima y se reportó su presencia en el Parque Nacional Morrocoy.