La construcción en Venezuela sigue paralizada. Se requiere de múltiples factores simultáneamente para que se reactive, pero el más importante es que mejore el poder adquisitivo de la población.
Vender en bolívares a un precio fijo, como sigue establecido en la legislación del país, es insostenible. Pero en caso de que eso se modifique y se permita la comercialización de inmuebles en dólares, se requiere la producción de esas divisas para que las personas puedan adquirir sus propiedades.
El presidente de la Cámara de la Construcción de Carabobo, Vicente Berzal Quiñones, explicó que también se requiere modificar el encaje legal para contar con financiamiento a corto plazo para el constructor y a largo plazo para los compradores.
“Hay varias leyes que se han solicitado revisar a través de la Cámara Venezolana de la Construcción y en mesas de trabajo, para tratar de modificar algunos artículos que no están vigentes… Pero, más allá de eso, es un tema del poder adquisitivo del venezolano, mientras esté tan golpeado es muy difícil adquirir una vivienda”.
Las remodelaciones: El salvavidas de la construcción
Desde hace varios meces, las pocas empresas que se mantienen operativas del sector de la construcción en Carabobo lo hacen solo en el ramo de las remodelaciones.
“Se mantiene la misma situación, hay un alto porcentaje de paralización, sin financiamiento y con leyes que están obstaculizando la actividad, es gracias a sectores como alimentos, farmacias, restaurantes y comercios que se ha generado alguito de trabajo en remodelaciones”.

Respecto a la disponibilidad de materiales, Berzal Quiñones dijo que actualmente se consigue de todo tipo. “Cemento, acero de refuerzo, malla, cerámica, cables, tubos, sanitarios, acabados… Y eso es porque hay muy poco trabajo, hay que ver si se reactiva el sector la capacidad en la que está cada una de estas empresas”.
Repunte de los alquileres
Con el sector primario detenido, los alquileres en la entidad han tenido un repunte calculado entre el 3% y el 4% respecto al último semestre.
El presidente de la Cámara Inmobiliaria de Carabobo, Pablo Acosta, dijo que esto se debe a que no se cuenta con créditos bancarios para la compra. “De un 48% con el que se inició en 2023, estamos cerca de un 52% en función de ese espacio de alquileres”.
Destacó la importancia de que se hagan los ajustes necesarios para fortalecer la seguridad jurídica, sobre todo por el decreto de 2011 de prohibición de desalojo emitida por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ)
En el área comercial, los alquileres se han incrementado en zonas de la Gran Valencia donde funcionan mejor los servicios públicos como la electricidad, agua, conectividad y movilidad.
Actualmente, los precios de alquileres, en el área de galpones, es de entre uno y tres dólares el metro cuadrado, y en el residencial entre dos y cuatro dólares, dependiendo de la zona.