Tolerancia, constancia y paciencia

Oh… paciencia, cuánta constancia demanda tu realidad apalancada en la tolerancia. ¿Cuánta dificultad semántica esconde la conjunción expresada por valores tan hondos como la tolerancia, la constancia y la paciencia? Aunque cada uno, acogido a sus propias certezas.

¿Qué decir de la tolerancia, de la constancia o de la paciencia? Para comenzar habría que hacer una distinción que pueda categorizar la condición de cada uno de estos valores. Así, pudiera evitarse alguna interpretación que se desvíe del foco de interés al cual busca orientarse la presente disertación. 

Rutas diferentes. Única meta

Aludir a tan notables valores: tolerancia, constancia y paciencia, irrumpe el camino lingüístico para entonces citarlos como cualidades de un sujeto u objeto. ¿O acaso caben en el terreno de los principios o de las normas que orientan el proceder de los individuos y las sociedades?

Cualquiera que sea el camino seleccionado o preferido que permita potenciar su naturaleza, no sólo roza la ética. También, palpa el tema de los derechos plegados a las libertades que disfruta el ser humano desde su nacimiento. Y en la conjugación entre tan amplios ámbitos: ética y derechos del hombre, se infiltra la política. 

Justo, he ahí el punto en el cual, el hombre en su afán de ganar el espacio necesario donde demostrar su pujanza, tuerce el rumbo propuesto como ruta de navegación. O adquiere la necesaria aceleración que habrá de impulsar su rumbo apegándose -aún más- al deseo de alcanzar la meta programada.

La política en el curso del análisis

Podría afirmarse que tan empírica concepción de política, pareciera haber sido -incluso- mejor interpretada por el politólogo inglés John Morley, cuando explica que “la política es un campo en el que cualquier decisión, oscila entre dos desaciertos”. De ahí que Aristóteles decía que “es muy difícil hacer compatible la política y la ética. Asimismo, con la moral”

No obstante, el problema de la política dejó de pasearse por la conjugación de condiciones que exaltan la prédica, antes que la praxis. Es la razón para pensar que la relación tolerancia-constancia-paciencia, podría afianzar la hipótesis según la cual el ejercicio de la política podría alinearse con el discurso. 

Aparece la axiología

Habría que buscar el amparo de la axiología para entonces acudir a los conceptos de cada uno de estos principios-cualidades. Así vale comenzar por describir lo que concibe el ejercicio de la tolerancia: Es el respeto a la pluralidad de la ideas y opiniones de los otros. 

Del ejercicio de la constancia podría decirse que es la perseverancia vestida de virtud. Y de la paciencia, que es el modo lento de vivir el tiempo a sabiendas que esperar tiene su premio.

A modo de epílogo

Así que en la combinación de tolerancia, constancia y paciencia se encuentra la ruta expedita para hacer de la política el sitial que más acerca al ser humano a la vida bajo la realidad que converge en la diferencia. En concreto, es la diferencia que lejos de alejar unos de otros, hace de la convergencia la razón de la convivencia. 

De lo contrario, la política será sólo una expresión sin sentido y vacía de concepto. Incapaz de proveer alas al hombre para volar y así alcanzar sus sueños. Es la razón que destaca la importancia que reviste la relación: tolerancia, constancia y paciencia.

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Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

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Profesor Titular ULA, Dr. Ciencias del Desarrollo, MSc Ciencias Políticas, MSc Planificación del Desarrollo, Especialista Gerencia Pública, Especialista Gestión de Gobierno, Periodista Ciudadano (UCAB),...