Mendoza. Perdriel. Colegio María Auxiliadora. Alumnos utilizan sus celulares en el aula, en horas libres, como parte ede la actividad didáctica.

Se abre un nuevo debate sobre la educación y seguridad de los niños y adolescentes. Recientemente, el mandatario Nicolás Maduro asomó la posibilidad de que su Gobierno restrinja el uso de teléfonos móviles dentro de las distintas instituciones educativas del país, esto debido al incremento de sucesos atribuidos al seguimiento de retos virales que se propagan a través de las redes sociales.

Durante una de sus recientes alocuciones televisivas, Maduro afirmó que el 66% de los venezolanos considera que no se debería permitir el uso de teléfonos celulares en las escuelas, por lo que esta medida busca controlar su utilización en los centros educativos. Esta iniciativa ya se está implementando en 100 centros educativos del país, con el objetivo de promover un ambiente más saludable para los estudiantes.

Monagas se anunció como el primer estado que cumple esta medida, pues las autoridades educativas de su capital, Maturín, mediante decreto anunciaron la prohibición de esos equipos dentro de los planteles públicos y privados, algo que se extiende a otras localidades de la región.

¿Prohibir, restringir u orientar?

El abordaje de este tema no es nada fácil, ni exclusivo de Venezuela. En diversos países del mundo se han fomentado desde el Estado regulaciones al uso de los equipos tecnológicos en niños y adolescentes.

En países como Ecuador, Argentina, Brasil, Estados Unidos, Francia y muchos más se encuentran noticias acerca de restricciones, que son sustancialmente en procura de reducir el tiempo de los menores de edad frente a la pantalla y combatir situaciones como el ciberacoso, medidas que han tenido buena acogida, tanto por el personal de los centros educativos, como por los padres y algunos alumnos.

“La mejor manera de enseñar a los jóvenes cómo navegar en el mundo digital es darles al menos seis u ocho horas al día sin él, para que puedan entender la diferencia”, indica un reporte del portal Forbes.

Existen también otras aristas del debate, como una analizada en Argentina, donde expertos aseguran que la medida de prohibir no es del todo positiva en tiempos como los actuales, en los que lo digital también es parte de la formación de los más jóvenes.

Desde su perspectiva, los celulares y otras tecnologías digitales están profundamente integrados en la cultura contemporánea y en la manera en que las personas conocen, trabajan y participan políticamente.

«Las tecnologías digitales son parte esencial del currículum escolar, y, por tanto, deben abordarse desde una mirada crítica y educativa. “Toda esta complejidad es objeto de la educación contemporánea, no puede resolverse abandonando la cuestión a través de la prohibición”, señaló un experto argentino, citado por el portal Infobae.

¿Es legal o no prohibir?

 Un reporte reciente de la UNESCO certifica que uno de cada cuatro países del mundo ha introducido ya legislación o políticas que de algún modo dejan fuera del sistema educativo escolar el uso de celulares entre alumno/as durante las horas de clase.

Aunque ni el Ministerio de Educación venezolano ni Maduro han aclarado que la medida de restricción o prohibición será prontamente adoptado en todas las escuelas o colegios del país, o si la medida es solo para alumnos o se extiende al personal docente o administrativo, se espera que ese debate crezca en el país.

El presidente de la Asamblea Nacional (AN), Jorge Rodríguez, anunció este martes que prepararán una ley para regular las redes sociales tras la muerte de tres adolescentes y las intoxicaciones masivas en varios colegios, hechos asociados con retos que se popularizaron en estas plataformas digitales.

En un boletín difundido por el Ministerio de Educación, el ministro Héctor Rodríguez exhortó a “toda la comunidad escolar” y a familiares de estudiantes a construir “un gran programa de sensibilización” sobre los riesgos que los jóvenes corren en tales espacios y el rol de supervisión que los adultos deben ejercer. 

No existe aún alguna legislación nacional que impida que los menores de edad o cualquier persona utilice estos equipos electrónicos, algo que no es parte de los útiles escolares básicos que necesita los alumnos para sus estudios. Hay instituciones privadas, en las que sus acuerdos de convivencia internos sí restringen esos aparatos.

«Creo que las escuelas y liceos deben asumir el liderazgo y proteger a NNA de los riesgos que suponen las redes sociales sin control y sin supervisión”, insta Angeyeimar Gil, defensora de derechos de la niñez y la adolescencia de la Red por los Derechos Humanos de los Niños, Niñas y Adolescentes (Redhnna), en entrevista con Crónica Uno.

Por su parte, Carlos Trapani, coordinador de la ONG Cecodap, opina que es deber del Estado establecer normas para proteger a los niños, niñas y adolescentes de estos peligros, pero que esto no debe tener tinte político.

«Creo que el abordaje debe ser integral: escuela, familia y Estado. La mejor intervención es la prevención; no se trata de una prohibición aislada sin ningún tipo de estrategia», resaltó.