Familiares de militares detenidos en el Centro de Procesados y Penados Militares (Cepropemil) en Charallave, estado Miranda, informaron que, al menos, 27 efectivos castrenses iniciaron una huelga de hambre tras recibir reiteradas amenazas por parte de la población reclusa común y de los custodios de ese centro de detenciones.
Las denuncias provienen de las esposas y hermanas de los reclusos, quienes han manifestado su preocupación a través de videos y declaraciones en las redes sociales, haciendo responsables a altos funcionarios militares de cualquier daño que puedan sufrir los detenidos. También mencionaron las malas condiciones del recinto carcelario y la falta de atención médica adecuada.
Sandra Hernández, esposa de uno de los militares recluido en el lugar, denunció la grave situación en la que se encuentran los reos.
“A partir de hoy, iniciaron una huelga de hambre, ya que sus vidas corren peligro por varias situaciones que allí ocurren”, expresó Hernández a través de un video publicado este 20 de octubre, en su cuenta de la red social X.
Amenazas
Entre las amenazas que enfrentan, mencionó la presencia de civiles privados de libertad y de alta peligrosidad que han amenazado con secuestrar a los reclusos militares para obtener beneficios que, según afirma, les fueron prometidos tras un motín ocurrido el 17 de septiembre.
“Ayer, aproximadamente a las 7 de la noche, uno de los compañeros de habitación de mi esposo se cayó, está gravemente golpeado y no ha recibido atención médica”, denunció e hizo énfasis en la precariedad de las condiciones dentro del centro.
Hernández también relató que, tras protestar por la falta de atención médica, los custodios amenazaron a los reclusos con represalias. “Un custodio les dijo que se prepararan, que en la noche les venía una sorpresita”, añadió.
“Denuncio al General Luis Ojeda, al director Bello José Manuel y al jefe del régimen, mayor Abad Zambrano. Todo lo que le pueda suceder a mi esposo es bajo su responsabilidad”, concluyó.
Lisnel Hernández, esposa del sargento mayor de tercera, Martínez Natera Geomer Narciso, también denunció las amenazas a las que está siendo sometido su esposo en ese centro de reclusión.
“Temo por la integridad física y la vida de mi esposo y sus compañeros”, denunció la ciudadana tras reiterar que los custodios de ese centro de reclusión amenazaron a su familiar después que estos protestaron por la mala atención médica que recibió un compañero de celda.
“Les dijeron que esta noche iban a recibir una sorpresita”, afirmó. Al igual que Sandra Hernández, responsabilizó a los altos mandos del centro por cualquier daño que puedan sufrir los reclusos.
Les preocupa la segurida
Por su parte, Lidianyer Escalona, hermana del sargento de segunda Jesús Díaz Cárdenas, también expresó su preocupación por la seguridad de su hermano, recluido en esa misma cárcel.
“Mi hermano se encuentra amenazado con una supuesta sorpresita para el día de hoy en la noche”, declaró en un video difundido en redes sociales. Escalona recordó que el pasado 17 de octubre, durante el motín realizado por los reclusos comunes, intentaron agredir a los funcionarios. “Esta vez amenazaron con un segundo motín donde van a agredir o tomar acciones en contra de los presos políticos, entre ellos mi hermano”, denunció.
Hasta el momento, las autoridades mencionadas en las denuncias, entre ellas el General Luis Ojeda Araujo y el Coronel José Manuel Bello Pérez, no han emitido ninguna declaración oficial sobre estos señalamientos. Los familiares de los reclusos temen por la vida y la integridad de sus seres queridos y exigen una respuesta inmediata de las autoridades.
Hasta este 18 de octubre, el Foro Penal venezolano registra al menos 160 detenciones de militares por motivos políticos.