El activista y periodista Carlos Julio Rojas cumplió 200 días detenido, según denunció este viernes su esposa, Francy Fernández, a través de una nota de prensa, de «manera arbitraria» en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), en Caracas, donde permanece -aseguró- «sin derecho a la defensa (privada)».

Por su parte, el abogado del activista, Eduardo Torres, exigió que se garantice «el debido proceso» y el derecho a la designación de defensa privada, que «acceso a los expedientes» para conocer «las acusaciones», y poder así proceder con la representación judicial del detenido.

Al periodista lo detuvieron el pasado 15 de abril y lo acusaron, según el fiscal general designado por la Constituyente de 2017, Tarek William Saab, por la supuesta comisión de los delitos de asociación, terrorismo, conspiración, instigación para delinquir y magnicidio en grado de tentativa.

De qué acusan a Carlos Julio Rojas

El intento de magnicidio que se le imputa se debe, según la autoridades, a que está supuestamente vinculado a un plan para asesinar al jefe de Estado, Nicolás Maduro, durante el acto de inscripción de su candidatura, el pasado 25 de marzo, de cara a las elecciones presidenciales, que se celebraron el 28 de julio.

Saab explicó que el periodista forma parte de Vente Venezuela (VV), el partido de la líder opositora María Corina Machado, y aseguró que recibía órdenes de la exdiputada para generar protestas violentas en el país.

Vente Venezuela cifra en más de 150 los políticos opositores detenidos «arbitrariamente», entre ellos dirigentes nacionales y personas que ocupaban cargos de elección popular cuando fueron arrestados.

La formación, así como diversas ONG, aseguran que no cometieron ningún delito, por lo que -insiste- están reclidos por motivos de conciencia, mientras que el canciller venezolano, Yván Gil, aseguró recientemente que el país está «libre de presos políticos», una afirmación que criticaron desde líderes políticos hasta diversos sectores sociales y los familiares de los reos.