El Cicpc en Venezuela ha alertado sobre estas estafas
Las estafas en redes sociales se incrementan cada día
  • Delincuentes clonan perfiles para suplantar identidades
  • Existen muchas estafas en internet, incluso hasta Meta ha alertado sobre estafas por la web

En los últimos años, las estafas en internet han experimentado un alarmante incremento que ha afectado a millones de usuarios en todo el mundo. Desde falsas inversiones hasta suplantaciones de identidad, estas artimañas digitales cada día se van sofisticando para aprovechar la confianza y el desconocimiento de las víctimas. En Venezuela, como en muchos otros países, los reportes de fraudes online han crecido y múltiples veces las autoridades han instado a los ciudadanos a ser precavidos con los servicios financieros en internet. 

A nuestros chatbot La Tía del WhatsApp y del Telegram, creados para combatir la desinformación, nos llegó la petición de verificación de un audio y un video donde se alertaba de una estafa mediante la red de mensajería instantánea WhatsApp, información que es cierta y que el equipo de Cocuyo Chequea decidió explicar cómo funcionan estas estafas para evitar que los ciudadanos caigan en ellas. 

¿Qué dice el audio y cómo operan?

El audio recibido en nuestro chatbot tiene una duración de 2:22 minutos, y advierte que sobre un reporte sobre una nueva modalidad de estafa que afecta a las comunidades de Nueva Casarapa, Guarenas, Guatire, en el estado Miranda y a nivel nacional. El audio señala que los delincuentes están utilizando una técnica  para engañar a usuarios desprevenidos, «están robándose las imágenes de los íconos de los grupos o del icono de las personas del perfil», según se informa.

También se explica que estos estafadores montan las imágenes robadas en estados falsos para crear una ilusión de autenticidad. Posteriormente, contactan a los miembros del grupo con una llamada telefónica, notificándoles que el grupo va a cambiar. Este anuncio es un pretexto para que las víctimas pasen información personal o financiera, creyendo que están interactuando con un administrador legítimo del grupo.

La advertencia es clara: cualquier persona incauta que caiga en este engaño puede sufrir consecuencias graves como el robo de identidad o pérdidas económicas. 

De hecho estas estafas a través de este método no solo se están registrado en Venezuela. El medio chileno Meganoticias publicó en su cuenta de TikTok un video donde advierte de estas estafas en WhatsApp, e incluso el presentador del programa señala que su madre fue víctima. 

@meganoticias.cl

📱 ¡Para estar alerta! Una nueva modalidad de engaño se está dando a través de WhatsApp, en donde cuentas se hacen pasar por “Meta” para quitarle los datos a otros usuarios. #Chile #meganoticias #engaño #whatsapp #meta #cuentodeltio #planetafuturo

♬ sonido original – meganoticiascl

Las estafas que se pueden generar en WhatsApp

Además de estafas como las señaladas en el audio, en la que los delincuentes cibernéticos se hacen pasar por allegados para acceder a información personal de las víctimas, se han documentado múltiples estafas mediante esta red de mensajería instantánea de la compañía Meta, y la propia compañía ha advertido a sus usuarios sobre algunos tipos de estafas y de cómo deben proteger sus datos en la aplicación.

Un artículo publicado en la página web del Grupo Santander, uno de los conglomerados empresariales dedicados al sector bancario más importantes del mundo, documentó al menos tres tipos de estafas frecuentes que se dan mediante WhatsApp. 

Timo del familiar extranjero: En esta estafa, los delincuentes se hacen pasar por un pariente que se encuentra en el extranjero o en una situación de emergencia. Utilizan números de teléfono que no son conocidos o que están enmascarados, y suelen empezar el mensaje con una frase como «Soy María (o Gustavo), ¿no me reconoces?», que en Venezuela fue usado tan ampliamente que terminó siendo ironizado por los usuarios de redes sociales (lo que no exime que alguien más pueda caer).

Aprovechan la emoción y la preocupación para presionar a la víctima para que envíe dinero rápidamente, generalmente bajo la excusa de necesitar ayuda urgente para resolver un problema legal, de salud o de transporte. Esto es especialmente sensible en un país que ha vivido un éxodo importante de su población, además de conocerse casos de secuestros y extorsiones de migrantes venezolanos en México.

La clave es que el estafador evita confirmar su identidad directamente, forzando al usuario a adivinar quién es, lo que facilita la manipulación.

Falsos CEOs: Aquí, los estafadores se presentan como el CEO o un alto ejecutivo de la empresa donde trabaja la víctima. Utilizan información pública o de redes sociales para hacer sus mensajes más convincentes. 

La petición suele ser de carácter urgente, solicitando transferencias de dinero a cuentas específicas para «proyectos especiales«, «pagos a proveedores» o «mantener en secreto» hasta que se complete la operación. 

Con frecuencia, incluyen un tono autoritario o de emergencia, presionando para que la acción se realice sin cuestionamientos. La clave es la suplantación de identidad en un entorno laboral donde hay una jerarquía y urgencia que puede ser explotada. 

Mensajes con errores: Este tipo de estafa se caracteriza por mensajes que contienen errores gramaticales, ortográficos o de puntuación, lo que puede parecer descuidado pero es común en la comunicación digital. 

Sin embargo, estos mensajes suelen venir con solicitudes de información personal, números de cuentas bancarias, o piden la instalación de aplicaciones sospechosas. Los estafadores esperan que los usuarios bajen la guardia debido a la informalidad de WhatsApp, donde los errores son más tolerados. 

La petición puede variar desde «verificar» datos personales hasta supuestos premios o ofertas especiales que requieren un pago inicial. La clave aquí es la apariencia de autenticidad a través de la informalidad y la urgencia de la solicitud.

Tipos de estafas digitales registradas en Venezuela 

En 2022, en Efecto Cocuyo realizamos una guía sobre las estafas y cómo no caer en ellas, tras información proporcionada por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc). En ese año la policía científica detuvo a 299 presuntos estafadores, indicando que el problema era mucho más extendido de lo que se conocía oficialmente.

Entre las estafas más comunes se encontraba el «catfish», donde individuos crean perfiles falsos para engañar a víctimas, especialmente en contextos románticos, buscando obtener beneficios económicos. Este tipo de fraude afecta principalmente a niños, adolescentes y ancianos. 

Otro método destacado en el articulado fue el «phishing», utilizando plataformas de comercio electrónico como Mercado Libre y Marketplace de Facebook para cometer fraudes, con casos que incluso escalaron a crímenes violentos. 

El Cicpc también advirtió sobre las estafas en ventas falsas en plataformas digitales, como el caso de un joven en Caracas que intentó vender un teléfono y fue engañado por alguien que usó un correo electrónico muy similar al de Mercado Pago. Además, se mencionaron estafas con números telefónicos internacionales, ofreciendo falsas oportunidades laborales con sueldos tentadores.

En el artículo también se recomendó estar alerta ante mensajes genéricos como «Hola, soy María», un inicio común de estafas en Venezuela. Se aconsejaba a los usuarios a investigar antes de hacer transacciones, verificar identidades y usar métodos de pago seguros, además de reportar cualquier sospecha de estafa a las autoridades.

Recientemente en Cocuyo Chequea hicimos un explicador para revelar las tácticas de estafas digitales más comunes en Venezuela. En el análisis se señala que una táctica frecuente es la suplantación de identidad, donde los estafadores se hacen pasar por funcionarios de instituciones como el Cicpc, utilizando números de contacto que parecen legítimos para obtener datos personales o dinero de las víctimas. Estas estafas suelen incluir mensajes de alerta o emergencia que urgen al usuario a tomar acciones inmediatas sin verificación.

Otra modalidad mencionada es la estafa de «Mi Casa Bien Equipada», donde se envían mensajes falsos que simulan ser del programa gubernamental. Los delincuentes piden a los usuarios que compartan datos personales o realicen pagos para «confirmar» su participación en el programa, aprovechando la necesidad de la población por estos beneficios. Además, se mencionan estafas que usan la imagen de empresas conocidas como Farmatodo, ofreciendo supuestos regalos o bonos que en realidad son cebos para llevar a los usuarios a páginas fraudulentas.

El artículo también destaca la importancia de la verificación antes de actuar en línea, recomendando no compartir información personal o financiera en respuesta a mensajes no solicitados. La guía subraya la necesidad de revisar la autenticidad de cualquier comunicación, especialmente cuando se trata de ofertas o solicitudes que parecen demasiado buenas para ser verdad. 

“Estamos vigilando tu casa”

En una consulta realizada a un artículo de InSight Crime publicado en 2023, señalan que en Venezuela, el crimen organizado encontró una nueva forma de extorsión mediante la suplantación de identidad. Esta organización, dedicada al estudio de la principal amenaza a la seguridad nacional y ciudadana en Latinoamérica y el Caribe, reseñó que los estafadores se hacen pasar por miembros de conocidas bandas criminales o funcionarios del Estado para intimidar a sus víctimas. 

A diferencia de las extorsiones tradicionales llevadas a cabo por bandas como las de “Wilexis”, que tiene el control territorial del barrio José Félix Ribas de Petare, o El Koki, quienes mantenían un estado paralelo en la Cota 905, estas nuevas tácticas utilizan métodos menos violentos pero igualmente efectivos, aprovechando la reputación de grupos criminales para crear miedo y coerción.

Los falsos extorsionadores, mencionados en el artículo, utilizan las identidades de bandas desaparecidas o menos activas para llevar a cabo sus engaños. Por ejemplo, un caso citado involucra a un periodista venezolano que recibió una amenaza de extorsión de alguien que afirmaba pertenecer a los Meleán, una banda prácticamente extinta que operaba en el estado Zulia. La clave para identificar estos engaños es la vaguedad en las amenazas y la falta de información precisa sobre la víctima, contrastando con las extorsiones reales donde los criminales suelen tener un conocimiento detallado de sus objetivos.

El artículo destaca que estas estafas suelen realizarse desde prisiones o desde fuera de territorio venezolano, utilizando métodos de comunicación como llamadas telefónicas o mensajes de texto. Los estafadores piden dinero a través de transferencias bancarias, a menudo a cuentas en el extranjero o mediante plataformas de pago como Zelle, aunque esta última prohíbe tales usos. La dificultad para distinguir entre una extorsión real y una falsa añade una capa de inseguridad en un país ya azotado por la delincuencia.

Conclusión 

Al aplicar nuestra metodología de verificación podemos señalar que es cierto que existen múltiples estafas en internet y en redes de mensajería instantáneas como WhatsApp, de hecho en anteriores artículos realizados en Cocuyo Chequea y en Efecto Cocuyo, hemos explicado cómo funcionan estas estafas y cómo los usuarios deben protegerse de esta. 

Es importante señalar que los delincuentes cibernéticos constantemente se actualizan para mejorar sus tácticas de estafas en línea, por lo que es recomendable seguir las recomendaciones de las autoridades, evitar abrir enlaces engañosos, compartir datos personales en internet o atender llamadas a números desconocidos. 

Ante cualquier duda sobre los contenidos que se encuentran en las redes sociales, te invitamos a consultar a la Tía de WhatsApp o la Tía del Telegram, los chatbots de verificación de información de Efecto Cocuyo.