Merwil Gutiérrez, de 19 años, es uno de los más de 200 venezolanos que el gobierno de Donald Trump deportó a El Salvador en marzo, pese a no tener antecedentes penales, tatuajes y sin el debido proceso, según denunció su padre, quien no sabe nada de él desde hace más de mes y medio.
“Yo no sé si mi hijo está bien, si está enfermo, yo no sé si me está comiendo", dijo Wilmer Gutiérrez, el padre de Merwil, en entrevista con la agencia de noticias AFP.
“Ese sueño (de venir a Estados Unidos) se convirtió pesadilla. Era bonito mientras veníamos. La lucha que hacíamos", dijo al tiempo que buscaba fotos de su hijo en el teléfono de la dura travesía que vivieron para llegar a EE. UU., que implicó cruzar la selva del Darién entre Colombia y Panamá.
Wilmer y su hijo, de entonces 17 años, entraron en Estados Unidos el 21 de julio de 2023 y solicitaron asilo.
“Si me lo regresan acá, me iría con él. Y si lo regresan a Venezuela (…) yo agarraría mi maleta y me voy. Hasta ahí llega el sueño americano", afirmó.
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Wilmer no sabe por qué trasladaron a su hijo al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) en El Salvador. Recordó que al joven se lo llevaron unos agentes de inmigración el 24 de febrero de la puerta del edificio del Bronx donde vivía, luego de bajar a comprar comida.
Aseguró que los agentes le preguntaron por el nombre de otra persona. Después de comprobar su identidad, uno de los funcionarios le dijo que se podía ir, pero otro decidió detenerlo, junto con otras dos personas.
No tiene tatuajes
La última vez que Wilmer habló con su hijo fue cuando estaba retenido en un centro en Texas, y le anunció que al día siguiente lo deportarían. Supusieron que sería a Venezuela.
“Cuando nos enteramos que llegaron esos vuelos a El Salvador (…) pensamos que él está allá (…). No estábamos seguros aún, pero tampoco estábamos como claro, de que lo hubieran mandado a Venezuela, porque no iba a salir ningún vuelo", recordó el hombre de 40 años, padre de otras dos hijas. Una de ellas, Wisleydy libra la batalla para la liberación de su hermano en Venezuela.
Tuvieron la certeza cuando se divulgó una lista del gobierno estadounidense con el nombre de los deportados a El Salvador en la que figura su hijo.
El gobierno de Donald Trump expulsó a El Salvador a 288 inmigrantes, de ellos 252 venezolanos a los que acusa de pertenecer a la pandilla Tren de Aragua (TDA), en aplicación de la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798.
Su hijo tampoco tiene “ningún tatuaje", uno de los criterios esgrimidos por el gobierno estadounidense para proceder a detenciones de los supuestos miembros del Tren de Aragua.
“Si cometieron un error en este país, pues que lo paguen en este país o lo manden a su país", dice Wilmer que desde que llegó a Nueva York trabaja de noche, como hacía su hijo, en un almacén de paquetería cerca del aeropuerto. La noche de su detención estaba libre.
Merwil tenía “asilo radicado", dijo a la AFP la abogada Ana de Jesús, de la organización Inmigración al Día, quien considera que lo que ha pasado es “horrible".