El 29 de noviembre de 2024, Ricardo Prada Vásquez, de 32 años, fue admitido en un puerto de entrada en Estados Unidos. Con una maleta llena de sueños se estableció en este país como muchos otros migrantes venezolanos; sin embargo, su vida dio un giro de 180 grados el 15 de enero de 2025.
Ese día, Prada fue detenido por las autoridades estadounidenses. Sería deportado en las próximas semanas; no obstante, hasta este 22 de abril su paradero es incierto. Ninguno de sus familiares sabe dónde está y las autoridades tampoco ofrecen una respuesta.
«Simplemente ha desaparecido», dijo Javier, un amigo en Chicago, la última persona con la que Prada tuvo contacto cuando fue aprehendido, según publicó el medio The New York Times.
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Un giro errado
De acuerdo con la publicación del medio estadounidense, Ricardo Prada Vásquez trabajaba como delivery en Detroit y el 15 de enero recogió un pedido en un McDonald ‘s.
Se dirigía a entregar el encargo cuando giró erróneamente hacia el Puente del Embajador, que conduce a Canadá. Intentó entrar de nuevo a los Estados Unidos y fue arrestado, con orden de deportación.
El 15 de marzo se comunicó por última vez con su amigo Javier y le notificó que estaba entre varios detenidos en Texas que esperaban ser repatriados a Venezuela, según reveló The New York Times.
Ese mismo día, en la noche, la administración del presidente Donald Trump envió tres aviones con 238 migrantes desde Texas a El Salvador, en medio de denuncias de que fueron violados sus derechos fundamentales.
Aunque los familiares podían presumir de que Ricardo Prada estaba entre los deportados, su nombre no se lee en la lista de las personas que fueron trasladadas a El Salvador.
«No sabemos nada, nada», dijo al The New York Times el hermano de Prada, Hugo Prada, quien reside en Venezuela.
La familia está angustiada. El nombre de su pariente ya no aparece en el localizador de detenidos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos, según pudo comprobar The New York Times, es decir, que ya no se encuentra en este país.
Las autoridades venezolanas tampoco han encontrado información sobre él. Pero, ¿Dónde está? es una pregunta que mantiene en incertidumbre y zozobra a sus parientes.
De Colombia a EE. UU.
Ricardo Prada emigró a Colombia alrededor de 2019, porque no veía un futuro en Venezuela. Trabajó como guardia de seguridad privado y tuvo un hijo con quien ahora es su expareja.
Madre e hijo regresaron a Venezuela en 2022 y, dos años más tarde, Prada se fue a los Estados Unidos por tierra.
En México obtuvo una cita a través de la aplicación, CBP One y fue así como entró a Estados Unidos. Vivió en Chicago y luego se mudó a Detroit.
Durante el tiempo que permaneció detenido, luego de girar erróneamente hacia el Puente del Embajador, estuvo en el Centro Correccional del Condado de Calhoun, en el oeste de Michigan; en una instalación de ICE en Ohio y luego en la instalación de detención de El Valle en el sur de Texas.
En las primeras semanas de detención, llamó a su hijo Alessandro, de 4 años. Según la mamá del niño: «Ricardo sonaba derrotado y triste«.
¿Cuántos Ricardos hay?
La organización sin fines de lucro Together and Free ha ayudado a familiares a ubicar a las personas deportadas; sin embargo, en el caso de Ricardo Prada no han corrido con suerte.
«Estamos perplejos», dijo Michelle Brané, directora ejecutiva del grupo, a The New York Times.
En medio de esta incertidumbre, el abogado Ben Levey, del Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes, se plantea la interrogante ¿Cuántos Ricardos hay?. Mientras tanto, familiares y amigos aguardan la esperanza de que pronto aparezca.
Con información de The New York Times