Guasipati.- El cadáver de una jovencita fue hallado el jueves 6 de marzo a la orilla de un pozo en el sector Santa Rita de la zona minera Guasipati, estado Bolívar, en el sur de Venezuela. La víctima es Luisannys Belisario Pérez, de 17 años, a quien su familia reportó como desaparecida desde la madrugada del martes 4 de marzo. Ella era de Pariaguán, Anzoátegui.
De acuerdo con el reporte del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), el cadáver presentó signos de violencia. Tenía marcas en el cuello y la autopsia reveló que la causa de muerte fue insuficiencia respiratoria aguda por asfixia mecánica y compresión en el cuello. Luisannys Belisario Pérez fue estrangulada.
Por el femicidio fue arrestado Danny José Barreto, de 25 años, quien era pareja sentimental de la víctima. Según la investigación del Cicpc, Barreto y otro adolescente de 17 años fueron las últimas dos personas en ver con vida a la muchacha. Ese dato circunstancial que situaba a la pareja de la víctima como sospechoso se reforzó con otro elemento que lo incriminó: su confesión.
“Él terminó confesando la muerte por motivos pasionales. La estranguló hasta asfixiarla y luego, con un cuchillo, le quitó ciertas partes del cuerpo; él junto con el otro muchacho. Todo se debió a que él creía que ella lo estaba traicionando", dijo el director del Cicpc, Douglas Rico, durante un programa radial el martes 11 de marzo. El adolescente está siendo buscado por las autoridades.
¿Cómo pasó?
De acuerdo con fuentes de seguridad y pobladores de Guasipati, entre la noche del lunes 3 y la madrugada del martes 4, la víctima estaba compartiendo con amigos y eso le disgustó al presunto victimario. Algunos vecinos contaron que Barreto la subió a una motocicleta y, junto con el adolescente implicado, se la llevaron y tomaron rumbo desconocido.
Desde entonces, familiares y amigos comenzaron a buscarla, hasta que encontraron su cuerpo en estado de descomposición. Sin embargo, a pesar del dolor que implicaba el hallazgo y los detalles del crimen, la familia debía mantenerse firme hasta lograr trasladar el cuerpo hasta su pueblo natal, Pariaguán, a casi 500 kilómetros de distancia.
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El funeral
Con esfuerzo y apoyo de pobladores de Guasipati y del dueño de una funeraria, el cadáver de la joven fue trasladado hasta su casa, en el barrio Las Flores. La urna estaba ubicada en el patio, debajo de un árbol y sobre una alfombra negra. El féretro no pudo ser abierto por el estado del cuerpo, pero encima de la caja había flores blancas y sobre un banquito azul de plástico, justo al lado del ataúd, estaba un puñado de flores púrpuras.
Quienes asistieron al funeral llevaron globos blancos en los que escribieron mensajes y peticiones de justicia. El cadáver de la jovencita fue sepultado en el cementerio local.
A través de redes sociales y grupos de mensajería instantánea, amigos y familiares compartieron videos con una canción cuya letra es una protesta contra el feminicidio: “Cantamos sin miedo, pedimos justicia, gritamos por cada desaparecida. Que resuene fuerte: ¡Nos queremos vivas! Que caiga con fuerza el feminicida".
La canción, cuya intérprete es la cantante mexicana Vivir Quintana, fue escrita en marzo de 2020, a propósito del Día Internacional de la Mujer. Desde entonces se ha convertido en un himno del feminismo en Latinoamérica
De acuerdo con la ONG Utopix, entre el 1 de enero y el 31 de octubre, al menos 155 mujeres fueron asesinadas en Venezuela.
De Pariaguán a Guasipati
Luisannys Belisario Pérez era la mayor de tres hermanos. Vecinos de Pariaguán contaron a El Pitazo que cuando ella tenía 15 años conoció a Danny Barreto, quien trabajaba vendiendo perros calientes. Tras unos meses de noviazgo, a mediados de 2023, cuando la adolescente estudiaba tercer año de bachillerato, se mudaron a Bolívar y se establecieron en Guasipati.
“Cuando ella sale embarazada, el muchacho le dice que se tenían que ir y le propone irse a esa parte de Guasipati, de las minas. Durante ese tiempo, la mamá siempre le decía que ella quería conocer al nieto. Luisannys era muy querida aquí", contó un vecino del sector Las Flores. El niño que tuvo la víctima, con quien ahora es sospechoso de su femicidio, quedó bajo el cuidado de su madre, en Pariaguán.
La Fiscalía 13 del Ministerio Público es el despacho encargado de llevar adelante la investigación del crimen.