Las parroquias San Isidro y Dalla Costa, en el municipio Sifontes del estado Bolívar, conforman ahora el estado Guayana Esequiba, con Neil Villamizar como su primer gobernador, tras los resultados del Consejo Nacional Electoral de este domingo 25 de mayo; sin embargo, sus habitantes también votaron por los cargos elegidos en Bolívar, una dualidad de la que aún se desconoce sus implicaciones.
Más incertidumbre que claridad dejaron las elecciones en la recién conformada región de Guayana Esequiba, donde los ciudadanos que ahora conforman este nuevo estado enfrentan un panorama político y administrativo aún difuso.
La circunscripción electoral, que votó por dos gobernadores y legisladores de dos entidades distintas, dejó varias dudas sobre el alcance y la responsabilidad de las autoridades elegidas. De los 21.403 electores habilitados en 12 centros de votación, se emitieron 14 votos diferentes, incluyendo representantes tanto de Guayana Esequiba como de Bolívar.
¿Y Tumeremo?
La circunscripción se limitó a las parroquias San Isidro y Dalla Costa, en el municipio Sifontes del estado Bolívar, zonas que incluyen comunidades indígenas y mineras controladas por grupos irregulares armados, como El Dorado, Las Claritas y el Kilómetro 88.
Curiosamente, Tumeremo, que fue anunciada en 2024 como la “capital administrativa del nuevo estado Guayana Esequiba”, no formó parte de la circunscripción electoral, al igual que los municipios Gran Sabana y Antonio Díaz en Delta Amacuro, cuyo alcance territorial se había establecido inicialmente.

El proceso de votación fue complejo para los electores, quienes debían seleccionar en el tarjetón la opción correspondiente a Guayana Esequiba y luego a Bolívar, en un proceso que generó confusión.
William Flores, un elector de la comunidad indígena Yuruani, explicó: “Cuando estabas frente al tarjetón, seleccionabas la tarjeta del partido y ya ahí votabas por los de Guayana Esequiba y te aparecía el nombre del candidato a gobernador. Luego, en la pantalla, tenías que seleccionar ‘siguiente’ para que te apareciera de nuevo el tarjetón y votar por los de Bolívar”.
Esta dualidad en el voto genera incertidumbre sobre la responsabilidad y el alcance de las autoridades elegidas en estas zonas.
Un habitante de la parroquia 5 de Julio, una zona rural de Caroní, comentó: «En Guayana Esequiba va a pasar como lo que ocurre con la parroquia 5 de Julio en Caroní. Antes perteneciente al municipio Casacoima en Delta Amacuro, pero la parroquia la cuentan solamente para lo electoral porque para en atención gubernamental, la Alcaldía de Caroní dice que eso es Casacoima y los de Casacoima dicen que es un problema de Caroní. La Gobernación no llega para acá».
Poca gente pasó
Como en el resto del país, la afluencia de electores fue bastante baja, aunque con “movimiento constante”, según describieron algunos testigos, lo cual contrastó con el ambiente que vendió el sector oficial de colas hasta horas de la noche para ejercer el sufragio.
Aunque el oficialismo trató de desmentir, la tensión sí estuvo en este proceso marcado por denuncias previas sobre grupos irregulares armados que impidieron el acceso a candidatos opositores a zonas, como El Dorado y Las Claritas, durante la campaña.
Incluso, trascendió que la mayoría de los comandos de campaña no lograron completar su padrón electoral. En los ciudadanos privó el miedo a una persecución como la que se dio posterior al 28 de julio de 2024 y la de días anteriores a este 25 de mayo.

“Hay gente que no quiso ser testigo electoral esta vez, por miedo principalmente”, comentó un miembro de un comando de campaña de uno de los candidatos a gobernador.
¿Qué esperan los ciudadanos?
De consolidarse un nuevo gobierno dedicado a ellos, sus habitantes esperan mejoras en los servicios públicos. Las fallas eléctricas son constantes y por prolongadas horas, y el agua por tubería es prácticamente inexistente.
También esperan que el gobernador electo Neil Villamizar cumpla su promesa de priorizar la salud en estas zonas. Los ambulatorios cuentan con recursos mínimos y dependen del hospital de Tumeremo que, dependiendo de la comunidad, puede estar entre una y hasta tres horas (incluso más) de recorrido por el mal estado de la carretera.
Este escenario refleja la complejidad y los desafíos que enfrentan los habitantes de la ahora Guayana Esequiba, en un contexto donde la definición de responsabilidades y la presencia gubernamental aún están por consolidarse.