Analistas descartan que cooperación Venezuela-Irán se vea afectada pero advierten otras implicaciones políticas y económicas de la guerra
En noviembre de 2024 ambos países revisaron 80 acuerdos de cooperación vigentes. Foto: AP

Ante el conflicto bélico desatado entre Israel e Irán, la primera observación que se hace respecto de Venezuela es cómo podría afectar a la administración de Nicolás Maduro la situación de uno de sus principales socios internacionales. 

Una interpretación apunta a que los ya mermados ingresos petroleros producto del declive de la industria venezolana, y las sanciones internacionales contra Miraflores, podrían verse aún más afectados porque el país depende de Irán para procesar y comercializar su crudo sancionado por Estados Unidos, que bajo el nuevo gobierno de Donald Trump eliminó las licencias que su antecesor en la Casa Blanca emitió para permitir operaciones de empresas trasnacionales en territorio venezolano.

Esto sin dejar de mencionar que desde la República Islámica de Irán se importa diluyente para procesar la gasolina que se produce en las refinerías venezolanas. 

Pero otros análisis, incluyendo el del ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, ven una “oportunidad” para Venezuela en el alza de los precios del crudo producto de la guerra, como proveedor energético en el hemisferio occidental si llega a intensificarse el conflicto, en especial después de que Estados Unidos atacó tres plantas nucleares iraníes el fin de semana pasado. 

Se desplaza crisis venezolana 

Desde el punto de vista político, internacionalistas consultados por Efecto Cocuyo señalan que el peligro de que el conflicto armado en el Medio Oriente escale a proporciones inimaginables ubicaría a la crisis venezolana en segundo plano, lo que afectaría el objetivo de la oposición dentro del país de una mayor presión internacional en apoyo al cambio político en Venezuela, con Estados Unidos como principal actor.

“El impacto del conflicto armado en Venezuela dependerá del margen de maniobra de Irán, que sin duda es uno de los principales aliados políticos y económicos del chavismo, y que ahora mismo debe estar concentrado en sus conflictos internos. A los ojos de EEUU, Venezuela pasa a ser uno más en la lista de problemas en la agenda internacional y pierde relevancia como actor, lo que representa un desafío para la oposición que encabeza María Corina Machado, que apalancan sus resultados en un apoyo de EEUU”, advirtió el internacionalista Luis Peche Arteaga. 

Sin embargo, señaló que la alianza de la administración de Maduro con Irán y el apoyo expresado por Miraflores al régimen iraní frente al conflicto armado podrían empeorar las relaciones con EEUU, basadas actualmente en negociaciones por petróleo.

“Las alianzas con Irán, que han sido reforzadas y publicitadas en los últimos años, no favorecen la intención de Maduro de dar apariencia de normalidad y  ponen a Venezuela en el llamado eje del mal ante los ojos de EEUU” , apuntó el también consultor político.  

Descartan que se rompa cooperación 

Este lunes 23 de junio, el Departamento de Estado de EEUU pidió a los países latinoamericanos “definir de qué lado están” en el conflicto con Irán y si “van a apoyar a un régimen que es un patrocinador estatal del terrorismo”. 

Venezuela, Chile, Colombia y Brasil criticaron el bombardeo de EEUU a Irán por considerar que viola el derecho internacional, mientras que Argentina respaldó la medida de Washington. Algunos analistas señalan que a Maduro no le conviene un Irán debilitado que ahora se concentra en su supervivencia.

A diferencia de lo que sugirió Padrino López, el internacionalista Iván Rojas considera que Venezuela no tiene capacidad para apoyar militarmente a Irán por lo que su respaldo se limitará a lo político, con declaraciones, y está por verse desde el punto de vista energético, aunque recordó que los países occidentales desarrollan esfuerzos para que las sanciones contra Irán y Venezuela se cumplan.

A través de los convenios de cooperación, la industria militar venezolana se aprovecha de la tecnología iraní, algo que rechaza la líder opositora María Corina Machado, quien denunció internacionalmente que, debido a los nexos con Irán, la administración de Maduro representa un peligro para la región.

Cooperación iraní lleva más de dos décadas

La cooperación de Venezuela con Irán lleva más de dos décadas y no creo que se vea afectada con este conflicto. Lo que sí se puede ver afectado son firmas de nuevos convenios, nuevas rondas de negocios, innovaciones, que otras empresas iraníes lleguen a Venezuela, pero la cercanía no se va a perder”, sostuvo Rojas.

En noviembre de 2024, se llevó a cabo la décima reunión de la Comisión Mixta de Alto Nivel entre Venezuela e Irán, cuando también se anunció la conformación de la Cámara de Integración Económica Venezolana-Iraní (Caveniran) para reunir a empresarios de ambos países con la finalidad de «impulsar la cooperación económica» y el «intercambio de productos». En dicha comisión mixta se revisaron alrededor de 80 acuerdos vigentes y se firmó uno nuevo en materia de inteligencia artificial. 

El pasado 12 de junio, el canciller de Maduro, Yván Gil, informó sobre una reunión con el embajador de Irán en Venezuela, Ali Chegini, con el objetivo de evaluar y seguir fortaleciendo la cooperación bilateral en las áreas de tecnología, energía y agricultura.

Ambos internacionalistas señalan que la escalada del conflicto bélico dependerá de la magnitud de la respuesta de Irán al ataque estadounidense del fin de semana. Rojas considera que a EEUU no le conviene involucrarse más allá del bombardeo del 21 de junio a instalaciones nucleares iraníes. 

De momento, la administración de Maduro se propone, al parecer, sacar provecho político al proponer la celebración de una “cumbre mundial de la paz” que ayude a evitar una “guerra nuclear”.