He estado pensando sobre el tema para este artículo de fin de año y precisamente por ser el último del año quería algo que fuese ligero, agradable, bonito. Que quedáramos con buen sabor ustedes, como lectores y yo, como escritor. Pero, dando vueltas por el mundo, por el país, no encontré un tema con ese tono. Eso me duele y me preocupa. Queda la esperanza de que mejor haya sido para cada uno de nosotros.
El 2024 mundial
Pienso en el mundo y lo que viene a mi mente son conflictos, problemas. Me cuesta ver realizaciones. Por supuesto que mi visión, como toda visión, es subjetiva y lo que puede ser negativo para mí, puede ser positivo para otras personas y viceversa.
Mi visión del mundo en este 2024 es oscura, frustrante, incierta, temible. Sintetizo el acontecer en nombres de países y regiones: Ucrania, Palestina, Yemen, Líbano, Siria, varias zonas de África afectadas por cruentas guerras. Veo gran parte del mundo ensangrentado, acribillado por fuegos asesinos. Quizás esa sea la imagen que me transmiten los noticieros.
Por supuesto, que a nivel mundial, también hubo acontecimientos positivos, bonitos, enaltecedores pero se impuso el estallido de bombas y disparos, seguidos por silencios cómplices, impunidad de los asesinos e impotencia de los organismos internacionales y de las protestas en todo el mundo ante las guerras genocidas.
Es muy duro todo lo que ha pasado y está pasando a nivel mundial. No solo son los acontecimientos bélicos sino, la pobreza y calamidades que se extienden por el mundo y con ellas, el aumento del pensamiento conservador y prevalencia de la ignorancia que amenazan los avances sociales de las minorías en muchos países. Inclusive, en esos países que se les llama «desarrollados», de «primer mundo», las joyas de la civilización.
El 2024 venezolano
Pienso en el acontecer político de mi país, Venezuela, y aparece una imagen oscura, casi negra, seguida por otras, en esa misma tonalidad. Veo la película inconclusa de lo sucedido allí en el 2024, en la incertidumbre que hay con respecto al 2025 y paralizo el teclado.
El autoritarismo que impera en Venezuela, a nivel del gobierno y en buena parte de la oposición, no permite disentir y por tanto, tampoco voces que discrepen de los discursos imperantes. Toda disidencia a las posiciones del gobierno y del grupo que domina en la oposición es sancionada hasta por quienes defienden la libertad de expresión.
Venezuela es un país contradictorio. Quizás eso es parte de su atractivo. A pesar de las calamidades que se viven en ese país, suena la música en el 23, en la esquina de San Jacinto, en barrios de Petare, a orillas de las playas y los cuerpos se mueven, con sabor, al son de esa música. Sobrevivir bailando es de gente sabia. Me gusta mi país a pesar de lo duro e incierto que es vivir allí. .
El 2024 personal
En términos particulares está el balance que cada uno de nosotros hará sobre los logros y frustraciones personales durante el año que finaliza. Ojalá que los logros sean muchos y eso sirva de semilla para el porvenir inmediato, el del año que recién comienza.
Como psicólogo recomiendo que cada quien haga su balance del año a nivel personal. Escribe qué lograste y qué no lograste (y querías) en el año que finaliza y qué deseas y cuáles son tus propósitos para el próximo año.
En el plan anual es importante que tengamos claro la diferencia entre los deseos y los propósitos. Deseo es algo que quisiera que ocurra, que tu puedes incidir en que se produzca, pero que, en última instancia, no depende de ti y el propósito o meta si depende de lo que hagas y tiene que incluir los pasos a dar, lo que tienes que hacer para lograrla.
Aunque se piense que “deseos preñan”, desafortunadamente, no es así. Podemos desear algo con muchas ganas y eso no garantiza que se materialice. El propósito es más realista si la meta es clara y factible en términos de lograrla con nuestros esfuerzos. Un plan realista ayuda a ese logro.
En un plan personal es importantísimo ser realista:¿Tengo los recursos, el tiempo, las suficientes ganas, la posibilidad real de lograr lo que quiero? Cuando se fijan metas hay que tratar de evitar que la ambición no facilite una, siempre posible, frustración.
Por más realista que sea un plan personal, hay que tener en cuenta que no estamos solos en este mundo y que el logro de una meta depende, fundamentalmente de quien se la proponga, pero también de factores externos, muchos, que pueden ayudar u obstaculizar su logro.
Por un mejor 2025
Espero que el balance que cada quien haga de lo que ha sido su 2024 sea satisfactorio e inclusive, que cuando piense en el país y en el mundo, sea más grata la visión que la que aquí yo he expuesto y que el año que comienza se vea mejor en todos los aspectos. Siempre es necesario pensarlo así.
Va con un abrazo.
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