Alrededor del 83 % de las universidades públicas de Venezuela presentan importantes daños y deficiencias en su estructura física, lo que se traduce en condiciones precarias para que los estudiantes puedan recibir una mejor educación.
Así lo señala el más reciente informe del Observatorio de Universidades (OBU), que destaca que el deterioro de los campus universitarios es una de las mayores preocupaciones de las distintas comunidades académicas.
«Instituciones han denunciado el desprendimiento de la cubierta de techos, paredes, colapso de cloacas, etc. Durante la temporada de lluvia, las universidades se hacen más vulnerables debido a la falta de recursos para contener los efectos ocasionados sobre la planta física», indica el reporte del OBU.
El Observatorio reveló que la raíz de este problema radica en la asfixia presupuestaria que padecen las universidades públicas venezolanas, lo que ha resultado en la acumulación de al menos diez años sin mantenimiento estructural adecuado en la mayoría de los casos.
«Esta prolongada falta de inversión ha llevado a un deterioro progresivo de las instalaciones, poniendo en riesgo la seguridad y la funcionalidad de los espacios educativos», añaden.
Sostienen además que programas como el plan «Universidad Bella» y existe intervención de alcaldías y gobernaciones, esas medidas no han logrado dar una respuesta efectiva a las necesidades más apremiantes de las instituciones académicas.
«La falta de una inversión sostenida y una planificación integral continúa dejando a las universidades públicas en una situación precaria, comprometiendo la calidad de la educación y el bienestar de la comunidad universitaria», indicaron.
Más deterioro en otro nivel
El Observatorio de Universidades (OBU) expresó además preocupación por el deterioro de las condiciones laborales y de vida de los trabajadores universitarios, y la falta de respuesta del gobierno.
«Comparativamente, los docentes venezolanos ganan un salario 113% inferior al de sus pares cubanos, y en 2025 un profesor titular percibe solo 8 USD mensuales, frente a 2456.12 USD en 2021, evidenciando un proceso de ‘desalarización’ «, indica un reporte de la ONG.
Añaden que en el primer trimestre del año, registraron más de 34 denuncias que afectan directamente a los universitarios.
«Del total de denuncias, 13% se refirieron a la vulneración de derechos civiles y políticos, mientras que 39% fueron por violaciones a los derechos económicos de trabajadores y docentes», aseguran.
De igual forma, identificaron 15 protestas motivadas a la violación de derechos laborales de los gremios. La mayoría se realizaron durante el mes de marzo, a propósito del cumplimiento de 3 años sin aumento salarial.
«Durante estas jornadas de protestas, los voceros denunciaron la ‘desalarización’ del trabajo educativo, y el hecho de que los académicos venezolanos son los peor pagados de todo el continente. Un dato significativo del monitoreo del primer trimestre, es que el 80% de las noticias registradas se refieren a universidades autónomas y experimentales, no controladas por el gobierno nacional, mientras que solo el 20% mencionan a las universidades que controla el ejecutivo nacional», añaden,