Carla Quevedo, hermana de Isaac Quevedo, de 25 años, y tía de Diego Urbina, de 22 años, quienes fueron detenidos en la ciudad de Boconó, estado Trujillo, denunció que su hermano “ha convulsionado dos veces porque lo han maltratado mucho”.
La denuncia fue realizada mediante un video distribuido en la cuenta de la red social X, de la Coalición por los Derechos Humanos y la Democracia, la mañana de este lunes 4 de noviembre.
“Me comentó que lo habían maltratado muchísimas veces, que la comida es pésima, que la comida tiene animales, que le dan agua una sola vez”, denunció Quevedo en el video compartido por la Coalición.
La hermana del joven detenido en Trujillo, en el contexto de protestas poselectorales y que está recluido en el penal de Tocuyito, en el estado Carabobo, indicó que el pasado 20 de octubre, llevó medicamentos para evitar que su hermano consulvionara, ya que está medicado de por vida con anticonvulsivos, pero las autoridades no se lo querían recibir.
“Yo tenía el informe médico y no lo querían recibir, me lo recibieron porque tuve que decirle cualquier cantidad de cosas, sin embargo, cuando lo fui a visitar me comentó que no le estaban dando los medicamentos, se lo suministraban un día sí y otro no”, especificó.
Quevedo indicó que generalmente su hermano convulsiona por dos motivos, cuando está muy molesto o cuando padece de mucho dolor. “Me dijo que sí, que estaba muy molesto porque tenía mucho dolor ya que lo golpearon muchísimo”.
Bajo sedación
Recientemente el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) denunció que madres, esposas y hermanas de presos políticos denunciaron que los detenidos han sufrido episodios de ansiedad, estrés y desmayos en el Internado Judicial de Tocuyito, donde presuntamente los custodios los tendrían bajo sedación
La ONG señaló que reclusos y funcionarios del penal aseguraron que algunos internos recibieron Diazepam para “calmarlos”, pero los familiares denunciaron que los ven sedados y no en condiciones óptimas.
“Un funcionario del penal nos contó cómo los muchachos se desesperan allí adentro. Se desmayan y lo que hacen es dormirlos. Hasta nos dijo que denunciemos al Ministerio para el Servicio Penitenciario porque esto no estaba bien. Nos da miedo lo que pueda pasar con ellos. Nos da miedo que ese medicamento los pueda matar o que ellos mismos puedan atentar contra sus vidas”, dijo una de las madres al OVP.