Sindicatos panameños protestaron contra Trump / EFE

Con su característica altivez, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, insinuó la posibilidad de que, una vez sea juramentado el próximo 20 de enero, su administración retome el control del canal de Panamá, cedido desde 1977 al país centroamericano por el gobierno del entonces mandatario estadounidense Jimmy Carter.

Trump, quien durante su campaña y posterior triunfo vendió al mundo de que su nueva gestión buscará aislar a los Estados Unidos de conflictos extranjeros, como la guerra de Ucrania, y evitar conflictos, en últimas semanas ha vuelto con un tono de agresividad en torno a este asunto, que ha generado rechazo en muchos países, especialmente los latinoamericanos.

¿Pero hay algo más que la excusa de que se están cobrando aranceles muy altos a los barcos estadounidenses para pasar el canal de navegación que une los océanos Pacífico y Atlántico?

“Existe un interés real de seguridad nacional de EE. UU. en controlar su neutralidad. La declaración de Trump se trata principalmente de eso”, dijo al respecto Will Freeman, miembro de estudios latinoamericanos en el Consejo de Relaciones Exteriores, en declaraciones a BBC Mundo.

Aunque las declaraciones pueden ser «coercitivas», dijo Freeman, aún queda por ver «si las autoridades del canal reducirán las tarifas sobre la carga estadounidense en respuesta a la amenaza».

Solo con una invasión

John Feeley, exembajador de Estados Unidos en Panamá, considera que es imposible que el país centroamericano devuelva el canal a los estadounidenses. El exdiplomático asegura que la única forma de que esto suceda es que la administración Trump promueva una invasión de Estados Unidos a Panamá, tal como la del 20 de diciembre de 1989.

“Por favor muéstreme usted el electorado americano que tiene un apetito para una guerra con Panamá; no, es imposible”, reiteró Feeley.

Feeley, quien en la actualidad se encuentra en Puerto Rico y es analista político, enfatizó que esas amenazas de Trump están ligadas a una obsesión que tiene el presidente electo.

“La razón sencilla es porque esto ha sido una obsesión de Donald Trump, precisamente durante cuatro décadas”, dijo.

Añadió que él recuerda en los años de 1980 cuando Trump se quejaba por los tratados y decía que fueron «un engaño» para Estados Unidos.

Trump tiene el concepto, recordó el diplomático, que “uno jamás debe entregar algo a cambio de nada”.

Sin embargo, admitió que el republicano podría causarle dolor a Panamá en términos de una guerra económica con aranceles.

La influencia china

Según los datos, China es el segundo mayor usuario del canal de Panamá después de Estados Unidos y también tiene importantes inversiones económicas en el país centroamericano.

En 2017, Panamá cortó relaciones diplomáticas con Taiwán y lo reconoció como parte de China, una relevante victoria para Pekín.

El canal de Panamá no solo es esencial para el comercio estadounidense en el Pacífico, dijo Freeman: en caso de cualquier conflicto militar con China, sería necesario para trasladar barcos y otros activos estadounidenses.

También destacó los frecuentes comentarios de Trump sobre el trato injusto de los socios comerciales hacia Estados Unidos, así como la promesa del presidente electo de aumentar drásticamente los aranceles a los productos extranjeros, en particular los de China.

Nuevo embajador para Panamá

Trump insistió este miércoles 25 de diciembre con sus amenazas a Panamá por el control del estratégico canal y ratificó su postura al anunciar a su próximo embajador en el país.

En un breve comunicado difundido en su perfil de Truth Social, el presidente electo informó que Kevin Mariano Cabrera, a quien describió como “un feroz luchador por los principios de ‘America First’ ” y una figura “fundamental en el impulso del crecimiento económico y el fomento de las asociaciones internacionales”, será el encargado de la diplomacia en el país y, por tanto, tendrá a su cargo las gestiones con la contraparte, “que nos está estafando con el Canal».