• No todo el contenido de las redes sociales es verdadero o falso, existen otras formas de desinformar con contenido engañoso, dudoso o inconsistente
  • Antes de compartir información verifica la fuente o quién lo originó y el contexto en el que se difunde

Las redes sociales han tejido una especie de sistema global que conecta a millones de personas, sus diferentes plataformas han democratizado la información, pero también han generado nuevos desafíos como la desinformación y la polarización.

A través de la Tía de WhatsApp, el chatbot de verificación de información de Efecto Cocuyo, constantemente llega contenido que circula en plataformas que carecen de información o datos confiables y otros donde su contexto es diferente a la realidad.  

La fragilidad de la trazabilidad

La rapidez con la que se difunden los contenidos en las redes sociales ha convertido la trazabilidad en un desafío complejo y urgente. Esta consiste en la capacidad de rastrear el origen, la evolución y la modificación de un contenido de información, lo que se ha vuelto esencial para combatir la desinformación y garantizar la transparencia en la comunicación. Por eso en Cocuyo Chequea no sólo te decimos si la desinformación es sobre un video viejo, un contenido completamente ficticio o una manipulación, sino quién lo distribuyó, si antes había mentido y cómo ha brincado de una red social a otra.

La información -que no necesariamente es noticiosa- que se comparte en redes sociales como Instagram, X (antes Twitter), Facebook o canales de comunicación como WhatsApp son propensos a: 

  • Modificación constante: Una vez que un contenido es compartido, puede ser modificado, editado o sacado de contexto innumerables veces, lo que dificulta determinar su versión original.
  • Anonimato: Muchos usuarios comparten contenido de forma anónima, lo que dificulta identificar al autor original y rastrear la fuente principal.
  • Velocidad de difusión: La viralidad de las redes sociales hace que los contenidos se propaguen a una velocidad vertiginosa, superando la capacidad de las plataformas para moderar y verificar su autenticidad.
  • Algoritmos complejos: Los algoritmos de las redes sociales, diseñados para mantener y garantizar el engagement (el grado de compromiso y/o conexión), pueden priorizar contenidos dudosos o engañosos.

Información fuera del contexto 

Luego de las elecciones presidenciales de Venezuela en julio de 2024, el país atraviesa un período postelectoral marcado por la incertidumbre, donde la represión y la censura han creado un ambiente de confusión generalizada sobre la veracidad de la información. 

Tal es el caso de un video que circuló a finales de julio de 2024 sobre la Policía Nacional Bolivariana cruzando a Colombia. Sin embargo, fue calificado como engañoso, pues el video fue manipulado con un sticker de una alarma y con un texto “Último minuto. Policía Nacional Venezolana cruza la frontera a Colombia”, aunque originalmente fue publicado por NTN24 en febrero de 2019, tras los enfrentamientos en la frontera durante el bloqueo de ayuda humanitaria en Ureña, Táchira. Es decir, el video era verdadero, pero falso que había sucedido tras las elecciones presidenciales del 28J.

Otro contenido engañoso que el equipo de Cocuyo Chequea verificó es una imagen con una información publicada por el diario The New York Times titulada: “Nicolás Maduro es el presidente de Venezuela. Debemos reconocerlo”.

Esta publicación es de un artículo de opinión publicado por The New York Times el 11 de octubre de 2022, escrito por el periodista William Neuman, y no un titular noticioso del diario, en el contexto de un intercambio de prisioneros que incluía a los sobrinos de la primera dama Cilia Flores condenados por narcotráfico por siete ciudadanos estadounidenses detenidos en Caracas. Información real, pero descontextualizada y presentada como reciente para engañar.

Así mismo, previo a las elecciones en Venezuela, a la Tía de WhatsApp se le pidió corroborar cierto contenido que carecía de datos y fuentes confiables. El 5 de julio de 2024 circuló por WhatsApp un supuesto simulador electoral, pero era difícil saber quién estaba detrás y si era seguro usarlo, aunque era real, entonces lo calificamos como dudoso

En ciertos casos, los contenidos que se difunden no proporcionan suficientes evidencias, al no incluir datos estadísticos sólidos, metodologías claras ni la identificación de expertos en el tema, definiendo este tipo de contenido como inconsistente, como las múltiples pseudo-encuestas electorales que verificamos acá, acá, acá y acá, muchas veces recién creadas, sin historial empresarial o que no eran más que cuentas de memes o humor que cambiaron de nombre.

Estos mensajes están diseñados para generar dudas, ya que combinan elementos que los hacen parecer creíbles con otros que revelan su verdadera intención de engañar.

No seas difusor de la desinformación

Para aprovechar el potencial de las redes sociales y evitar caer en la desinformación, es importante:

  • Verificar la fuente: Antes de compartir información, verifica que provenga de una fuente confiable.
  • Se crítico, duda: No creas todo lo que lees en las redes sociales. Busca información de múltiples fuentes y compara las diferentes perspectivas.
  • Educarte: Infórmate sobre las técnicas de manipulación y desinformación más comunes. 
  • Ser consciente de tus sesgos: Global Human Consultants argumenta que los “sesgos a menudo se convierten en un arma de doble filo, distorsionando la realidad y empujándonos a actuar de las formas menos adecuadas”, es por ello que se debe analizar y evaluar información de manera objetiva y con criterio, incluso si va contra nuestras creencias, prejuicios, miedos y esperanzas. 

Algunos de estos incluyen el sesgo de autoridad, en la que le atribuyes verdad a los líderes políticos que te simpaticen aunque no muestren evidencia o creas que es verdad todo lo que dicen de alguien, porque así lo sospechas, y el sesgo de confirmación, cuando recibes una información a la que le otorgas credibilidad si coincide con las ideas que ya tenías sobre una situación, sin corroborar si es así o es parte de un engaño. Es el llamado efecto de la “profecía autocumplida”.

Conclusión

En el contexto socio político en el que se encuentra Venezuela es fundamental determinar la veracidad de un contenido, considerando una serie de factores, como la identidad del usuario, el canal de difusión, la temporalidad y la ubicación geográfica.

Al categorizar la información que circula en redes sociales en base a nuestra metodología de verificación como por ejemplo engañoso que son contenidos viejos que se presentan como novedosos, inconsistentes por no presentar fuentes confiables o dudoso por omitir el contexto en el que se presenta la información, evitamos manipular la opinión pública, promover intereses particulares, confusión, miedo y polarización en la sociedad.

La verificación de datos es una herramienta vital para garantizar la integridad de la información. Ayúdanos a mantener un entorno de información saludable y proteger al público de la manipulación y el engaño a través de La Tía de WhatsApp, el chat de verificación de información de Efecto Cocuyo.