El aumento de temperaturas está impactando directamente en el ciclo del agua, proceso fundamental de la circulación del agua en el planeta. En palabras de científicos: se está volviendo más intenso y deja eventos como inundaciones o sequías en forma extrema.
En esta nota, en alianza con Noticias Sin Filtro, le contamos cinco datos sobre cómo el cambio climático está intensificando este ciclo y cuáles son los impactos.
🌍Ciclo del agua intensificado
A través de observaciones de más de 20 años, científicos han detectado que el calentamiento global está intensificando el ciclo del agua, un proceso que permite el movimiento continuo del agua —de las nubes a la tierra, al océano y de vuelta a las nubes— en cinco etapas: la evaporación, la transpiración, la condensación, la precipitación y la escorrentía.
Por cada grado de aumento en la temperatura global, el ciclo del agua podría intensificarse al punto de convertir las áreas húmedas en más húmedas y las áreas secas más secas, con lo cual se exacerban eventos climáticos extremos.
⛈️Cambios en las precipitaciones
A nivel global, el cambio climático está modificando los patrones de precipitación. Esto es visible a través de lluvias torrenciales más frecuentes que aumentan el riesgo de inundaciones en algunas regiones, mientras otras experimentan sequías prolongadas que inciden directamente en la disponibilidad de agua dulce.
💧Calidad y disponibilidad del agua en riesgo
Solo el 0,5 % del agua en la Tierra es dulce y utilizable, según la Organización de Naciones Unidas (ONU). Sin embargo, el cambio climático está afectando peligrosamente este recurso tanto en calidad como en cantidad.
En los últimos 20 años, de acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el almacenamiento del agua terrestre, incluyendo la humedad del suelo, la nieve y el hielo, ha disminuido al ritmo de 1 centímetro por año. Esto ha producido limitaciones de agua en algunas zonas y agua no apta para consumo en otras.
⚠️Más fenómenos extremos
Las sequías, el calor e inundaciones extremas son cada vez más frecuentes, lo que está directamente relacionado con las alteraciones en el ciclo del agua, que no solo afecta a las personas, sino también a la economía y agricultura global.
Esto último se refleja en las pérdidas de cultivos, frutos más pequeños, baja polinización y fecundación; menos absorción de agua y nutrientes del suelo; y menos producción, rendimiento y calidad de las cosechas.
🌽El suelo también es afectado
Un ciclo del agua alterado también afecta etapas como la evaporación, escurrimiento y humedad del suelo, dejando la mesa servida para condiciones más extremas como suelos secos o saturados, dependiendo de la región.
En Venezuela, por ejemplo, el arroz y el maíz son dos cultivos que ya sienten los efectos del cambio climático. Y el Panorama Regional de Seguridad Alimentaria y la Nutrición 2024 de la ONU señala que en zonas como la Guajira, fronteriza con Colombia, la aridez de la tierra junto con el aumento de eventos meteorológicos extremos han producido condiciones adversas especialmente para los indígenas Wayúu en sus actividades agrícolas y ganaderas.
Hasta el momento, la solución más accesible sigue siendo el monitoreo hidrológico, una herramienta que permite prepararse para mitigar los impactos de los eventos meteorológicos extremos en el futuro y adaptarse.