Tres especialistas en Derecho Constitucional, Ricardo Combellas, Julio César Fernández y Nelson Chitty La Roche, advirtieron sobre lo que consideran una maniobra de Maduro para acabar con el federalismo, la autonomía y la descentralización del Estado
Nicolás Maduro lo dijo en cadena de radio y televisión, la noche del 20 de febrero en un acto político en Caracas al que llamó taller de alto nivel del gobierno popular: “Estamos bien preparados en este momento. Vamos lanzando una ofensiva simultánea".
Maduro se refería a su necesidad, y a la urgencia luego de lo sucedido el 28 de julio, de “hacer una reingeniería completa del Estado venezolano". A eso aspira al buscar reformar la Constitución que fue aprobada mediante referéndum el 15 de diciembre de 1999.
Maduro llevó su propuesta de reforma de la Constitución a la Asamblea Nacional que controla el 15 de febrero. En el Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo, el mismo lugar en el que se juramentó el 10 de enero sin que el Consejo Nacional Electoral (CNE) divulgara de forma detallada los resultados del 28 de julio, el líder de la élite gobernante adelantó que ya su proyecto de reforma tenía 80 artículos.


Se muestra un indicio de acabar con el régimen federal que queda en el país
Julio César Fernández, abogado
Maduro solo precisó que su propuesta se basa en cuatro grandes temas: “La ampliación y perfeccionamiento de la democracia directa, participativa y protagónica; los nuevos valores para la construcción de la nueva sociedad del siglo XXI; la Venezuela autosustentable y el nuevo modelo económico", así como una “actualización jurídica y política del engranaje de la Constitución".
“Hemos acumulado la capacidad, la experiencia, y este año creo que estamos en condiciones para pulverizar el estado burgués que desprecia al pueblo, que no lo oye, y construir un nuevo estado popular", dijo Maduro el 20 de febrero.
El planteamiento de Maduro enciende las alarmas en diversos sectores de la sociedad venezolana. En la Universidad Central de Venezuela (UCV), estudiantes de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas convocaron y reunieron el viernes 21 de febrero a tres expertos constitucionalistas para conocer sus perspectivas.
Para el abogado, doctor en Ciencias Políticas, expresidente de la Comisión para la Reforma del Estado (1994-1999), y constituyente de 1999, Ricardo Combellas, la pretensión de Maduro es preocupante porque es la propia Constitución la que “ha sido incumplida y malinterpretada" desde el poder.


Ha sido injusto señalar que es una Constitución que mandó a hacer Chávez, quien no tenía claridad
Ricardo Combellas, abogado
“Lo que presenta Maduro comenzó mal. El proceso de elaboración de la Constitución de 1999 duró 10 años (1989-1999), eso fue debidamente cocinado a través de una gran participación de los sectores sociales, políticos e intelectuales: desde la izquierda hasta la derecha, todos dentro de una visión democrática, en un libre proceso de deliberación", recordó Combellas, quien además fue uno de los asesores de Hugo Chávez durante el funcionamiento de la Asamblea Nacional Constituyente de 1999.
Ahora, 26 años después, Maduro designó una Comisión para la Reforma Constitucional, un “secretariado ejecutivo" que encabeza el fiscal general de la República, Tarek William Saab, y en cuyo grupo también figuran Cilia Flores y Delcy Rodríguez, entre otras integrantes de la élite oficialista gobernante.
Federalismo, autonomía y descentralización
En su presentación ante el Parlamento que preside Jorge Rodríguez, su principal operador político, Maduro habló de la “ampliación y perfeccionamiento del Estado democrático" con énfasis en el “poder popular, social y comunal como base".
El abogado, doctor en Ciencias Políticas y experto en Derecho Administrativo y Constitucional, Julio César Férnandez, destacó que, ante la ausencia de un texto que detalle las propuestas de Maduro para reformar la Constitución, las palabras federalismo, autonomía y descentralización son conceptos nocivos para la coalición de gobierno oficialista.
“Se muestra un indicio de acabar con el régimen federal que queda en el país. Se debería sospechar que va en contra de la descentralización. Los mismos proponentes de la reforma son los que prohibieron elecciones en sindicatos y en universidades; son los mismos que han secuestrado partidos políticos y los que han inhabilitado políticos de manera inconstitucional. Toda vía de participación política y social la han secuestrado", puntualizó Fernández.

Pero los rechazos que desde ya enfrenta Maduro no solo provienen de sectores de la oposición política, sino también de quienes lo conocen bien porque en algún momento estuvieron a su lado cuando Chávez era el imán y el núcleo del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
“Esta Constitución no necesita reforma, salvo el artículo que permite la reelección. Chávez se equivocó, pero ahora se trata de otra cosa. ¿Por qué están buscando la reforma en un país en el que no se ha respetado la Constitución?", se preguntó en una entrevista radial el exministro de Chávez y exintegrante del PSUV, Héctor Navarro.
Poder Popular concentrado
Maduro plantea sustituir con el “poder popular comunal" la distribución del poder nacional, regional y municipal. Así lo anticipa desde hace varias semanas.
“Ya estamos elaborando un plan para, en su momento, presentar la transformación de lo que llamamos gobernación y alcaldía, y voltearlas como unas medias y ponerlas al servicio del pueblo", repitió Maduro en su acto político el 20 de febrero.
Ya en 2007, Chávez planteó transformar de forma radical al Estado venezolano y presentó una reforma de 60 artículos que, a la postre, fue rechazada en referéndum el 2 de diciembre; la primera derrota electoral de Chávez.


Esto es el zarpazo final: Cuba con un aderezo nicaragüense
Nelson Chitty La Roche, abogado
La propuesta del líder de la llamada revolución bolivariana apuntó, entre otros aspectos, a la conformación de un Estado comunal mediante los Consejos Comunales que ya habían sido creados en 2006 al margen de la Constitución, según advirtieron en su momento expertos como el también integrante de la Constituyente de 1999, Allan Brewer Carías.
De acuerdo con Combellas, la Constitución, en su artículo 173, no cierra la posibilidad de que convivan “entes de articulación de la sociedad" como los Consejos Comunales, pero eso es muy distinto a lo que aspira Maduro ahora.
“Lo que sí cierra la Constitución es que eso sustituya la tradición federal de Venezuela. Es allí en donde debe darse la lucha porque se está alterando algo que es un fundamento genuino de la nacionalidad venezolana: la vocación federal que se ha mantenido", precisó el miembro electo de la Asamblea Nacional Constituyente de 1999.
Según Maduro, las gobernaciones y alcaldías deberán adaptarse al nuevo sistema de gobierno popular. “Es el momento de dar un gran salto", dijo en días pasados en su acto político y precisó que ahora en Venezuela hay 5.338 Circuitos Comunales de más de 48.000 Consejos Comunales de base. En ese contexto, la coalición de gobierno oficialista prepara la conformación de “salas de autogobierno".


El proceso del 28 de julio quedaría trastocado con los mecanismos de relegitimación que quieran aprobar con la reforma
Ricardo Combellas, abogado
“Suena muy bien que, a partir de ahora, más de 5.338 Circuitos Comunales de más de 48.000 Consejos Comunales de base que representan a millones de familias, van a tener sus salas de autogobierno: su poder popular concentrado en el territorio, articulando todas las formas diversas que tiene el pueblo para desarrollarse", detalló Maduro en su taller político de alto gobierno.
Fernández considera que con la propuesta de una reforma constitucional, Maduro busca desmontar el estado federal venezolano con la intención de acumular más poder en un jefe de gobierno, con una planificación ahora mucho más centralizada desde el Ejecutivo en una línea de acciones que van desde “la anulación política del Consejo Federal de Gobierno, la imposición de ‘protectores’ en los estados en donde hay gobernadores de oposición, la excesiva regulación de municipios y la reconcentración de puertos y aeropuertos".
“En este momento un ministro controla las comunas", agregó Fernández como ejemplo del carácter centralizador del plan político oficialista.
Para el abogado, doctor en Ciencias Políticas y también especialista en Derecho Constitucional, Nelson Chitty La Roche, el pretendido Estado comunal es un filtro anhelado desde el poder.
“Es la entelequia que permite que arriba se tomen las decisiones. Una maniobra que busca apartar al ciudadano de lo que dice el artículo 62 de la Constitución: participar es controlar. ¿Es que no nos hemos dado cuenta de que con la legislación actual, Ley Libertador Simón Bolívar y otras, lo que viene con la reforma es un manotazo ideológico para acabar con la República?", se preguntó el abogado.

En plena crisis de legitimidad
Combellas apuntó que le genera preocupación la posibilidad de que Maduro pretenda legitimarse con la reforma constitucional que propone en un momento crítico, en lo político y electoral, como el que se vive en Venezuela.
“El proceso del 28 de julio quedaría trastocado con los mecanismos de relegitimación que quieran aprobar con la reforma. Si en 1999 se decidió relegitimar a Chávez, es preocupante que ahora piensen en usar un mecanismo parecido", agregó el abogado constitucionalista.
Tras juramentarse sin que el CNE divulgara los resultados desagregados por mesa y centro de votación de la elección presidencial del 28 de julio, Maduro está envuelto hoy en una considerable crisis de legitimidad sin precedentes desde su llegada a Miraflores.
Desde un análisis más político, Fernández cree que Maduro, en el contexto de la crisis política y electoral que el CNE aprovecha para convocar elecciones regionales y parlamentarias anticipadas previstas ahora en mayo, necesita adelantar una serie de maniobras distractivas frente a su propuesta de reforma.


Es una maniobra que busca apartar al ciudadano de lo que dice el artículo 62 de la Constitución: participar es controlar
Nelson Chitty La Roche, abogado
“Necesitan adelantar una serie de acciones para crear un torrente de noticias que distraigan a la población y dividan a la oposición. Un pasticho de noticias, una sobre otra, para mantener una acelerada dinámica política que no le permita a la sociedad organizarse", enfatizó Fernández.
El 15 de enero, la organización no gubernamental Laboratorio de Paz en su boletín alertaba sobre “el inicio de un gobierno de facto" y planteaba que la apuesta de Maduro al proponer una reforma es un intento por mantener en la figura del llamado poder comunal la cohesión de su reducida base electoral, de poco más de 3.000.000 de votantes.
“Es posible que los cambios constitucionales incluyan mecanismos de toma de decisiones de segundo grado, eliminando la primacía del voto universal, directo y secreto que había caracterizado las elecciones venezolanas desde 1958, y en el que los funcionarios sean escogidos por decisión de los voceros del llamado poder comunal", precisó Laboratorio de Paz en su boletín.
Para el codirector de la ONG, Rafael Uzcátegui, la coalición de gobierno que lidera Maduro plantea un proceso electoral de gobernaciones y alcaldes que, con la apuesta de la reforma, serán “cargos de papel".
“El Gobierno está entrampado porque la Constitución es explícita, en su artículo 344, en decir que cualquier reforma constitucional debe ser aprobada finalmente en referéndum popular. Para el Gobierno, esa es la gran coyuntura crítica con esta estrategia de acelerar un proceso electoral para cargos que van a ser de papel", dijo Uzcátegui en entrevista con el director de El Pitazo, César Batiz.


Necesitan mantener una acelerada dinámica política que no le permita a la sociedad organizarse
Julio César Fernández, abogado
“Vienen por el alma venezolana"
En la presentación de su propuesta ante la directiva del Parlamento que controla, Maduro se preguntó cuáles son los elementos principales que caracterizan a la nueva sociedad que él busca impulsar con su oferta de reforma constitucional.
“Estamos listos para una histórica reforma que adapte la Constitución de 1999 a los nuevos tiempos; para el avance de una nueva época (…) Hasta la fecha, se mantienen las conspiraciones. En la Constitución, Venezuela dejará claro que no tolerará ninguna amenaza fascista, neofacista, sionista o de cualquier característica", dijo el líder de la coalición oficialista el 15 de febrero.
Según Chitty La Roche, la propuesta de reforma de Maduro es el “zarpazo final" en un contexto de autoritarismo que se profundizó a partir del 28 de julio.
“Vienen ahora por el alma venezolana. La posibilidad de declarar la muerte civil como una presunción. Esto es el zarpazo final: Cuba con un aderezo nicaragüense. Desciudadanización en nombre de una ‘nueva democracia’, en la que se persigue y criminaliza la disidencia. Nos lleva a la desrepublicanizacion. ¿Puede haber una república que no sea de hombres libres?", se preguntó Chitty La Roche.
Para Navarro, “no pueden imponerse desde arriba" una adecuación y mucho menos una reforma de la Constitución como la que plantea Maduro.
“Eso tiene que ver con un proceso de formación de la sociedad, que va creciendo en ideas, en propuestas, en la forma de hacer las cosas y va generando las respuestas a sus problemas. La Constitución tiene que adecuarse, como decía el Libertador, de acuerdo con la idiosincrasia", agregó Navarro en entrevista radial con el periodista Mario Villegas.

La Constitución de 1999 no es chavista
Según Fernández, “no hay una mayor falacia que decir que la Constitución del 99 es un traje hecho a la medida de Chávez".
Durante años, el chavismo y el oficialismo en general han sostenido que la Constitución es parte del “legado" de Chávez, pero la pluralidad y la amplitud, pese a la hegemonía de las fuerzas políticas en torno a Chávez en ese momento, fueron características del proceso de creación de la Constitución.
“90 % de esa Constitución no proviene de un ideario de Chávez. Si bien el Gran Polo Patriótico ganó las elecciones, en la Asamblea Nacional Constituyente había gente desde la extrema izquierda hasta la extrema derecha. Esa Constitución terminó siendo lo que deben ser las reglas de organización social", agregó Fernández.
Combellas, por su parte, recordó que fueron 3.000 las páginas de los documentos de los días de discusión, de debates y de consultas –dentro y fuera de la Asamblea Nacional Constituyente que presidió entonces Luis Miquilena–, que quedaron sintetizadas en los 350 artículos que conforman la Carta Magna.
“Ante la variedad de propuestas que había, se decidió que el anteproyecto fuera la Constitución de 1961 y en función de eso se llevó a cabo el debate. La Constitución de 1999 no rompe con los elementos históricos, no desentona con la tradición, se respetó la estructura federal básica que viene de nuestros orígenes republicanos. Ha sido injusto señalar que es una Constitución que mandó a hacer Chávez, quien no tenía claridad y eso lo pude constatar en múltiples oportunidades porque me reuní con él como asesor", relató Combellas.
Para los tres expertos en Derecho Constitucional, la temeraria apuesta de Maduro obliga una vez más a la sociedad venezolana a cerrar filas en un frente común: la defensa de la democracia.
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