Los venezolanos deshojan la margarita. Viven una gran incertidumbre ante una fecha clave: 10 de enero. Ese día, el presidente de la República electo debe tomar posesión del cargo, de acuerdo con lo establecido en la Constitución Nacional.
«¿Qué pasará, se queda Maduro o se juramenta Edmundo?», son las expectativas palpadas en las calles a inicios de 2025, pese a que los mensajes de las dirigencias chavista y de oposición han sido claros. Por un lado, los oficialistas aseguran que Nicolás Maduro se juramentará el 10 junto al pueblo y, por otro lado, la Plataforma Unitaria Democrática promete cobrar la victoria del 28 de julio.
En las regiones esa incertidumbre se mezcla con las angustias del día a día por la situación del país. Juan Alejandro Pernía, un productor de café de la zona alta de Guanare, estado Portuguesa, no cree que pase nada durante la asunción presidencial en Venezuela.
«Todo será igual: Maduro en el poder y Edmundo en España», señala desde la estación de servicio El Hierro, a la que ha llegado a las 3:00 a.m. para surtirse de combustible. En su ciudad, la escasez de gasolina se agudizó desde vísperas de Navidad.
Pernía no ha visto militares ni policías en la vía agrícola de su comunidad, menos en las calles de la ciudad. «¿A quién van a vigilar?, si toda la gente está en casa, sin transporte o en colas, por gasolina», sostiene con ironía. «Es una estrategia bien pensada», advierte.
Más allá, hacia el sur, donde se extiende la cola por combustible, camina Esperanza Rivas, una vendedora de escobas y trapos de limpieza. Regresa del terminal de pasajeros. Allí no se observa gran movimiento de temporadistas, como en años recientes.
«Eso está solo, lo que se escucha es que hay que prepararse para el 10; que si comprar comida y guardar gasolina. Siempre es lo mismo y no salimos de los altos precios ni de Maduro», asegura al ser consultada sobre el inicio del año nuevo.
Junto a Rivas está Omaira D’Jesús, una joven usuaria de transporte público. «A mí no me pregunten por lo que viene», dice. «Yo me acostumbré a vivir el ahora y a resolver mi día a día aferrada a Dios», agrega.
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«Aquí uno se cansa de votar y no pasa nada», contestó tajante D’Jesús antes de subir al autobús, que desde el 20 de diciembre pasó a cobrar el pasaje urbano de 15 a 30 bolívares.
En las subregiones del estado Miranda tampoco hay militares en las calles este 2 de enero y solo se observan a policías haciendo recorridos, igual que en el estado Portuguesa.
Un común denominador entre los ciudadanos es la expectativa por el 10 de enero. «Después de esa fecha es cuando se activará el país. Los primeros días del año son lentos, por lo general, y mucho más en este momento, cuando todos esperamos lo que pueda ocurrir la semana próxima», señaló Teófilo Ramos.
Al momento de sus declaraciones, Ramos, igual que Juan Alejandro Pernía, estaba en la estación de servicio Romano, en Ocumare del Tuy, estado Miranda. En esta gasolinera, como en las del resto de la región, hay cola para reponer combustible en los vehículos este jueves, a precios subsidiado e internacional.
Ramos llegó a las 5.00 a.m. y 6 conductores ya estaban esperando que abrieran el establecimiento. A las 9:00 a.m llenó el tanque de su automóvil. «El 31 de diciembre me estaban vendiendo el litro de gasolina en un dólar en el mercado negro, pero preferí esperar hasta hoy, a pesar de la necesidad que tenía», indicó a El Pitazo.

Precavidos en Lara
Antonio, de 51 años, trabaja como delivery en Barquisimeto y Cabudare. Hasta las 12:32 p.m., no había observado ninguna actividad inusual por parte de las fuerzas de seguridad en estas dos ciudades, las más pobladas del estado Lara. «No he visto militares, pero eso es lo más seguro que ocurra», declaró a El Pitazo este 2 de enero, mientras esperaba su próximo servicio frente a un supermercado en el municipio Palavecino.
Respecto a la situación, comentó: «Cuando hay un síntoma de rebeldía, que la gente quiere manifestar su opinión sobre la gestión de gobierno, su descontento, hay acciones muy represivas de parte del Estado».
Durante un recorrido realizado por El Pitazo este mismo día, por las avenidas principales Hermano Nectario María, Venezuela, Los Leones, la Intercomunal Barquisimeto-Cabudare y la autopista Cimarrón Andresote, solo se observó un vehículo militar siendo reparado en un taller mecánico. Esta ausencia también la percibieron los cinco ciudadanos consultados.
Rosa esperaba un transporte en Cabudare que la llevaría a una misa en el pueblo de Santa Rosa. Al ser consultada, negó haber visto militares en las calles y compartió su esperanza ante el panorama político: «Yo sí creo que habrá un cambio, tengo fe de que sí, algo va a pasar», expresó con convicción, aunque vigilante, mirando a su alrededor para cerciorarse de que nadie la escuchaba.
Zulia sin movimiento
Maracaibo permanece este jueves, 2 de enero, sin militarización y con poca actividad comercial. La mayoría de los locales en los mercados populares están cerrados, al igual que en las zonas comerciales La Curva de Molina, La Limpia, Cecilio Acosta, Circunvalación 2 y el centro de la ciudad.
Las estaciones de servicio funcionan con normalidad y registran baja afluencia de usuarios para surtirse de combustible.
Dalia Camacho, una maestra de 52 años, comentó que la ciudad está sola, pero cree que se debe a un descanso posterior a las fiestas decembrinas y de Año Nuevo.