La hija de la exjefa de campaña de María Corina Machado, Magalli Meda, ofreció declaraciones para denunciar las condiciones precarias que vive su madre, junto a otros cuatro opositores, en la embajada de Argentina de Caracas, donde está asilada desde hace casi nueve meses por persecución por parte del Gobierno.
Eugenia Olavarría Meda ofreció declaraciones al medio español Cope, en el que denunció que en la sede diplomática cortan la luz y solo funcionan algunas hora con planta eléctrica, el agua no llega y hay comida limitada para los próximos días. También el asedio policial de funcionarios que rodean la embajada.
Un adolescente y un joven de Yaracuy son excarcelados
«Brasil entró como protección simbólica. Esto es una lucha que empezó con el acuerdo de Barbados. El régimen pretendía lavarse la cara ante la comunidad internacional, pero ya se sabe que esta campaña electoral fue injusta, de acoso y hostigamiento. Con ilegalidades por parte del régimen desde la campaña electoral», dijo Olavarría.
Junto a ella también están acusados Pedro Urruchurtu, Oswaldo Bracho, Omar González Moreno, Humberto Villalobos y Claudia Macero, quienes tienen orden de arresto por estar, supuestamente, implicados en un plan que pretendía desestabilizar al país. Uno de los asilados, Fernando Martínez Mottola, se entregó al Ministerio Público el 20 de diciembre.
«Esta gente lo único que hizo fue llevar a cabo unas elecciones y los únicos que escuchan realmente eso son los que cargan las armas. El régimen utiliza las narrativas de división y traición», agregó la joven que vive en España.
Denuncias de Meda
Magali Meda, Pedro Urruchurtu y Omar González, desde el mes de noviembre, insisten en que la situación ha ido escalando durante los nueve meses en los que han estado bajo el resguardo de Argentina y Brasil; sin embargo, actualmente «el asedio se ha ido agravando».
Magali Meda sostiene que todo lo que viven «es muy fuerte, porque es una sensación constante, diaria». Recordó que tienen tres semanas sin servicio eléctrico y no pueden ir a otro sitio a buscarlo.
Reitera que se trata de un proceso «muy desgastante, sobretodo en las madrugadas, y sobretodo cuando se les ocurre presentarse armados, en camionetas, encapuchados, haciendo ruido, como una sensación de que van a entrar».