Caracas.- Familiares de presos políticos se concentraron este viernes 28 de marzo frente a la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Caracas, para insistir en sus demandas de libertad plena, condiciones de reclusión respetuosas de la dignidad humana y respeto al debido proceso.
«El aislamiento es tortura» fue una de las consignas de los familiares de los privados de libertad, quienes estuvieron acompañados por por los activistas del Comité por la Libertad de los Presos Políticos. Piden respuestas al Estado un mes después de culminada la Ruta por la libertad y la justicia, al tiempo que exigen a la ONU su intermediación.
Los familiares de presos políticos y activistas cuestionaron que la administración de Nicolás Maduro denuncie en instancias internacionales desaparición forzada en el caso de los venezolanos deportados, así como el cumplimiento al debido proceso, mientras en Venezuela la desaparición forzada es un patrón.
«Aún hay presos políticos desaparecidos y, además de eso, son sometidos a aislamiento prolongado. Entre nuestros presos políticos ya hay muchos que van para nueve meses sin poder llamar, ver ni abrazar a sus familiares después de que fueron secuestrados y detenidos de manera arbitraria, violándoseles el debido proceso», dijo la activista Sairam Rivas.
Luz María Coello, madre de Daniel Acacio Coello, detenido en la cárcel de Tocorón, también denunció la violación sistemática del debido proceso. «Más que la libertad, exigimos la amnistía de nuestros presos políticos. Muchos de nuestros hijos están perdiendo sus vidas y su juventud, son ocho meses en los que cada vez que vamos os vemos cómo merman. Perdieron sus trabajos, sus profesiones, sus estudios», señaló.
Coello dijo que no tienen acceso a los expedientes de sus familiares, por lo que pide celeridad al Ministerio Público y respuestas a los escritos y documentos enviados a esta institución.
El Comité por la Libertad de los Presos Políticos reiteró que persiste el amedrentamiento a los familiares y tratos crueles hacia los privados de libertad, al igual que las prácticas de tortura, aislamiento prolongado, suspensión de visitas, violación al debido proceso y presentaciones arbitrarias.
«No hay avances reales en derechos humanos en Venezuela, aunque la propaganda oficial pretenda mostrar lo contrario invocando el respeto a las garantías internacionales de derechos fundamentales de los migrantes», apuntó la organización.