Caracas.- Encapuchados, esposados y secuestrados en cruces fronterizos legales para luego ser confinados en celdas de cemento, golpeados, rociados con gas pimienta y sometidos “tortura psicológica", así transcurrieron los días en Venezuela para los estadounidenses Gregory David Werber, David Estrella y David Guillaume, quienes junto a otros tres connacionales fueron liberados a finales de enero tras la visita a Caracas del enviado del presidente Donald Trump, Richard Grenell.
Los tres estadounidenses contaron a The New York Times cómo fue su experiencia en Venezuela, tras ser detenidos en el país. “Uno de los líderes del regimiento se acercó y me puso el pie en la cabeza (…) Me dijo algo así como: ‘Bienvenido a Venezuela. Bienvenido al infierno’", dijo Werber sobre la actuación de uno de los funcionarios de seguridad del Rodeo I, donde permaneció recluido, tras un momento de rebelión de los prisioneros.
Enviados al Rodeo I
Werber, un desarrollador de software de 62 años, estaba en un viaje por América Latina para completar su lista de deseos de cosas por hacer. Estuvo manejando por la costa del país e hizo senderismo en el Roraima antes de ser detenido junto a su novia, venezolana, en el aeropuerto el 19 de septiembre, para luego ser trasladado a una base militar, enviado en avión a Caracas y encarcelado en la cárcel Rodeo I, en el estado Miranda.
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Guillaume, de 30 años, era un enfermero itinerante de Florida que con tres semana libres pensó que debía hacer algo diferente. Estrella, de 64 años, era un padre de cinco hijos de Nueva Jersey que vivía a tiempo parcial en Ecuador y solo quería ver a sus amigos en Venezuela. A ambos los detuvieron en la frontera colombovenezolana, específicamente con el estado Táchira.
“Ambos llegaron a Cúcuta, en la frontera entre Colombia y Venezuela, buscando permiso para entrar como turistas. Después de presentar su pasaporte a los funcionarios venezolanos, Estrella fue conducido a un vehículo, dijo, esposado, encapuchado y subido a un avión a Caracas. Guillaume y su prometida, Jaralmy Barradas, ciudadana venezolana, fueron enviados a la capital en carro", narra The New York Times.
Según Estrella, al llegar a Caracas estuvo cinco días en una silla de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).
Hasta el momento, otros nueve ciudadanos de Estados Unidos o residentes permanentes legales permanecen bajo custodia venezolana, según el Departamento de Estado de Estados Unidos.
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