Caracas.- Durante el período postelectoral, la Asamblea Nacional (AN) ha impulsado proyectos de ley y reformas que más que regular, restringen derechos. Con el temor de que la ciudadanía se informe y organice para reivindicar los resultados de la elección presidencial, entre 2023 y 2024 el oficialismo se propuso controlar otro espacio: las redes sociales, afirman analistas políticos consultados por El Pitazo.
El 19 de noviembre se presentó en la AN la Comisión Especial para Legislar sobre las Redes Sociales. Esta propuesta, según los especialistas en comunicación Alfredo Rojas-Calderón y Carmen Beatriz Fernández, busca controlar la información y reprimir cualquier iniciativa que ponga en duda la autoridad del oficialismo.
Restringir la información
“Vamos a legislar las redes sociales y el impacto que producen", declaró Jorge Rodríguez el pasado martes. El presidente de la AN dijo que tras el fallecimiento de dos adolescentes en el estado Miranda, por intoxicarse debido, presuntamente, a un reto viral de TikTok, decidió “acompañar la iniciativa" del mandatario Nicolás Maduro.
En otra región, Portuguesa, la situación también es crítica. Desde el 7 de noviembre se han reportado 8 casos de intoxicación masiva por sustancias químicas desconocidas. Por medio de versiones ciudadanas y tras la confirmación de organismos de seguridad, El Pitazo calculó que hay 558 afectados.
Maduro: hay que regular a TikTok y todas las redes sociales
Padres de los niños intoxicados y líderes sociales de Portuguesa se han preguntado qué ha pasado con los exámenes toxicológicos de los casos. Hasta el 21 de noviembre, la directora regional de Salud, Yelitza Ortiz, se ha reservado la información de las pruebas.
El analista Rojas-Calderón califica esta situación como un caso de control de información, ya que el Gobierno venezolano está tratando de que los ciudadanos no protesten o lo critiquen por el hecho. “Dirán que no informan por razones de seguridad nacional o para proteger a los venezolanos del mal: lo clásico del autoritarismo y el populismo", señala.
El consultor afirma que al estar bajo un Gobierno autoritario, Venezuela tiene un Parlamento que no regula, sino que controla. La ilegitimidad está haciendo que cada vez más haya un dominio de la información y libertad de expresión. “Intentan controlar las redes sociales porque permiten, de hecho, la libre circulación de las opiniones y de la información", puntualiza Rojas-Calderón.
Por su parte, Fernández indica que el tema de las intoxicaciones puede ser la excusa para “echarle un zarpazo a los medios digitales o entrar en un blackout digital". Reducir la capacidad de información de las personas a través de los medios digitales venezolanos, bajo el pretexto de que los retos virales fueron la causa del envenenamiento —amplía la experta—, va en la línea de la hegemonía comunicacional que ha ejecutado el oficialismo desde, sobre todo, 2013.
En síntesis, reprimir la disidencia, las manifestaciones y cualquier otra iniciativa ciudadana que pretenda poner en entredicho al oficialismo es una de las metas que tiene la AN oficialista con el nuevo proyecto de ley.
Provocar la autocensura y reducir riesgos
Decidir qué se publica y vigilar las opiniones de la ciudadanía no es novedoso para el Gobierno de Maduro. Entre el 6 y 9 de agosto decidió “romper relaciones" con WhatsApp para redirigir a sus partidarios a Telegram y WeChat. También suspendió X (Twitter) por 10 días. Esta última restricción, anunciada hace tres meses y medio, sigue vigente.
Una de las formas más efectivas de control, según ambos analistas, es la autocensura. El oficialismo la ha inducido en la sociedad venezolana. La represión y las detenciones arbitrarias fueron los primeros métodos, pero ahora otra vía es la promulgación de leyes que, más que regular, controlan qué se dice.
“No es casualidad que en estos momentos sea común en el país tener la previsión de usar la temporalidad de los mensajes para que desaparezcan automáticamente", comenta Rojas-Calderón sobre la opción de WhatsApp para los chats.
Este escenario represivo también le dio otra perspectiva a la serie de restricciones que la AN está imponiendo como leyes: “Dejan ver la debilidad del Gobierno autoritario, que cree que hace ver su fuerza", precisa el entrevistado.
Bajo la misma línea que su colega, Fernández recuerda que la estrategia para establecer una hegemonía comunicacional se remonta a la presidencia de Hugo Chávez. “Esto viene desde esos tiempos, incluso cuando se declaró como un objetivo explícito del Estado", asegura la consultora. Por ejemplo, a Radio Caracas Televisión (RCTV) no se le renovó la concesión para seguir transmitiendo —apunta—, y en 2007 fue cerrado por ser considerado un “canal golpista", según las palabras del mandatario fallecido en 2013.
Tras el cierre de RCTV y para aprovechar el espacio que había quedado en la televisión nacional, surgió Televisora Social Venezolana (TVES), cuya programación ha estado bajo la agenda comunicacional establecida por el oficialismo.
“En la medida en que el Estado tomó control de los medios, las audiencias fueron migrando hacia los medios digitales y se fue desarrollando este ecosistema digital en Venezuela", explicó la especialista en comunicación política.
Aunque ese cambio de los medios tradicionales a los digitales es una tendencia global —comenta Carmen Beatriz Fernández—, en el país se produjo de forma más acelerada porque las audiencias huyeron de la voz gubernamental presente en la televisión nacional para así informarse en los ecosistemas digitales.
Tras las primarias del 2023 y las presidenciales del 2024, el riesgo que las redes sociales significaban para el oficialismo aumentó. “El grueso de las audiencias se informa por esas vías. Es un objetivo echarle mano a esos medios digitales", recalca Fernández.
Al bloqueo de X, que aún se mantiene por la acción de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones de Venezuela (Conatel), se le sumó la amenaza de prohibir TikTok hace unos días.
Aunque hace cuatro días le dio 72 horas a la red social desarrollada por ByteDance, aún se puede acceder a ella sin la necesidad de una red privada neutral (VPN por sus siglas en inglés). No obstante, el control de las redes sociales es una necesidad para el oficialismo, que está determinado a hacerlo por cualquier medio.