Miles de migrantes, en su mayoría venezolanos que salieron de su país por la crisis electoral desatada a finales de julio, partieron este 20 de octubre en una nueva caravana denominada El Niño, desde la frontera sur de México, con destino a Estados Unidos.
El contingente masivo de personas extranjeras solicitó al Gobierno mexicano ayuda humanitaria para la travesía que han emprendido con el fin de llegar a la frontera con EE. UU.
En el grupo se observan niños y mujeres que caminan y empujan carriolas, bajo una fuerte lluvia que acompaña su recorrido por la carretera federal 200, que los llevará a Ciudad de México.
¿Qué pasa con el salvoconducto digital que prometió la Cancillería a venezolanos sin consulado?
El joven venezolano David Josué García Chirino, de 18 años, compartió con EFE su deseo de poder estudiar en el país norteamericano, traer a su familia y ofrecerle una vida diferente.
“Ha sido un poco duro, pero tengo la fe de salir adelante para ir a Estados Unidos porque es el único país (en el) que tenemos la posibilidad de un empleo que nos pueda ayudar", comentó García.
Desde hace casi dos meses, García salió de Venezuela a raíz del conflicto causado por las elecciones presidenciales del 28 de julio. Compartió que su viaje ha consistido en caminar solo y transportarse en autobús por días, hasta esta madrugada, cuando se unió al contingente desde la puerta sur.
Sargento del Ejército y conductor de autobús venezolanos
Esta es la tercera caravana más grande que ha salido de México durante el gobierno de Claudia Sheinbaum, quien asumió la presidencia el 1 de octubre. Los migrantes argumentan que su principal motivo de trasladarse caminando es por la falta de empleo y su deseo de ir a EE. UU.
Elí Castillo, originario de Venezuela, dijo a EFE que se desempeñaba como sargento del Ejército y salió de ese país porque no estaba de acuerdo con la ideología del gobierno de Nicolás Maduro.
“Porque estaban dando órdenes que no podía cumplir y soy un ser humano como todos los venezolanos, no, pero no estoy de acuerdo con el Gobierno, tengo familia, tengo hijos (…) es la primera vez que salgo de mi país", dijo Castillo.
Gilberto Herrero Mejía, otro migrante proveniente de Venezuela, denunció que en su país la situación es crítica y el dinero no alcanza para nada, pues en su caso, se dedicaba a manejar un autobús con un sueldo de 10 a 15 dólares, insuficiente para sobrevivir. Agregó que ahora ha decidido reunirse con sus familiares en Estados Unidos para conseguir trabajo y sostener a la familia.
“Que nos ayuden, que nos den el apoyo porque nosotros nos queremos portar bien, vamos con la misma mente de no hacer cosas malas, sino a trabajar, sin quitarle el trabajo a nadie, hay trabajo para todos, creo yo, Estados Unidos es un país bastante grande, que nos ayude, que no sea rabioso con los latinos", expuso Herrero.
En la caravana también viajan migrantes de Colombia, Ecuador, Perú, Cuba, Haití, Honduras, Guatemala, Salvador, Nicaragua, entre otras nacionalidades.