Roberto Iriarte no aguantó la ansiedad que comenzó a sentir ante la posibilidad de ser deportado y se fue a México con su esposa y sus 2 hijos, de 11 y 9 años, el 1 de febrero. La familia estaba en Estados Unidos, desde 2023, con un Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) aprobado hasta abril de 2024.
«Presencié cómo se llevaron a varios compañeros y sentí mucho miedo. Era una sensación terrible que no me dejaba dormir en paz. Llegué a pensar que me podían meter preso en cualquier momento y mandarme a mi país, sin mi familia. Allí entré en pánico», contó el venezolano, vía telefónica, a El Pitazo.
Al momento de sus declaraciones, Roberto se encontraba en El Paso, México. Los dos años que permaneció en Estado Unidos residió en Manhattan, Nueva York. En esta ciudad presenció actos de alteración del orden público protagonizados por sus compatriotas. También fue víctima de un robo.
«Me robó un venezolano, pero no todos somos iguales. Yo fui a ese país a trabajar, en busca de un mejor futuro. Me arriesgué a cruzar la selva del Darién con mi familia y ahora tengo que empezar de cero», indicó.
Roberto, oriundo de Guarenas, estado Miranda, viajó de Nueva York a Texas en avión y se aproximó en autobús a una ciudad fronteriza. Luego cruzó, caminando, hasta México. «En este momento no tengo claro qué haré. Solo sé que voy a un refugio; luego pensaré sobre mis próximos pasos», manifestó.
La misma sensación de persecución la siente Sofía*. Ella está en Chicago y cruzará a Canadá el 7 de febrero, después de que finiquite unos asuntos bancarios.
«En Chicago, las redadas han sido muy fuertes. Mi abogado me recomendó que metiera el asilo, pero no tengo cómo sustentar esa solicitud ni los 2.600 dólares que me está pidiendo, sin garantía de aprobación», contó.
Sofía mira hacia Canadá para seguir los pasos de una amiga, quien le aseguró que era fácil cruzar y refugiarse. «Ella pasó hace una semana y yo espero correr con la misma suerte», dijo con optimismo.
En Venezuela, Sofía vivía en Caracas. Ella emigró en el segundo semestre de 2023. Llegó a México después de cruzar la selva del Darién y el río Bravo, ayudada por coyotes, pero fue deportada.
Se quedó tres meses en un refugio en México hasta que le aprobaron la CBP One y entró a EE. UU. «Mi temor es que tengo un ingreso ilegal y me deporten, porque eso es un delito federal en este país», indicó la caraqueña, quien también tiene TPS.
La administración del presidente de EE. UU., Donald Trump, publicó el 2 de febrero el memorando que oficializa la revocatoria del Estatuto de Protección Temporal de 2023. Los venezolanos ya no tendrán amparo contra la deportación y perderán sus permisos de trabajo, si les otorgaron el TPS bajo la designación de 2023.
Se estima que al menos 600.000 venezolanos están beneficiados por el TPS, que inicialmente se extendería hasta 2026, según lo estableció el expresidente Joe Biden; sin embargo, el gobierno de Trump anuló esa orden ejecutiva. Ahora, esta protección temporal se le vence en abril de 2024 a un grupo y a otro (lo obtuvieron en 2021) en septiembre de este mismo año.
*Este nombre fue cambiado a petición de la entrevistada