Apure.- Las autoridades encargadas del albergue Liceo Vara de María, situado en Guasdualito, municipio Páez en el estado Apure, autorizan la salida de los adultos y no de los niños. Así lo denunciaron este martes 16 de junio, cerca de 48 migrantes retornados de todos los estados del país que hacen vida en este recinto desde hace 33 días, quienes además calificaron esta medida como injusta porque los infantes deben salir de los refugios acompañados de sus padres para protegerlos en todo momento.
Keyla González, oriunda del municipio Santa Rita, estado Zulia, relata que a su familia integrada por seis personas le autorizaron la salida a solo cuatro personas, sin tomar en cuenta a las dos menores de edad, a pesar que una de ellos tiene siete meses de embarazo y en varias ocasiones, ha manchado por presentar infecciones urinarias e inflamación en el cuerpo, así como dolores en la cintura, porque duermen en una colchoneta en el suelo.
“Los hijos tienen que viajar con sus representantes, no podemos irnos y dejar a nuestros muchachos regados, estamos pasando por muchas calamidades que escapan de nuestras manos, estamos prácticamente secuestrados acá, aguantando maltratos hasta de los uniformados del ejército y los disfrazados de la milicia, las dos aulas que están desocupadas se llueven", dijo.
LEE TAMBIÉN
Primeros 300 venezolanos salen de campamento colombiano para volver a su país
González padece cáncer de mama, hipertensión y presenta problemas cardiacos y alerta que solo le quedan cuatro tratamientos de quimioterapia. Relata además que las condiciones de este albergue son infrahumanas porque los baños carecen de salubridad, la alimentación no es balanceada y en el desayuno solo les ofrecen arepa, mientras que en el almuerzo solo un hueso de costilla hervido con sal y arroz en pocas cantidades. “Agradecemos su buena voluntad a la hora de entregar la comida, pero estamos pasando necesidades", dijo.
Albergados exigen su salida
En iguales condiciones se encuentran los albergados en la escuela especial en Guasdualito, estado Apure, quienes han permanecido en este lugar durante 18 días por lo cual exigen a los milicianos y al alcalde del municipio Páez, José María Romero, permitir su salida a sus estados de origen porque desde hace 10 días les aplicaron la prueba PCR y ya cumplieron el tratamiento.
Ilvannys Reinoso asevera que están sanos y que solo les está matando el hambre, la mala prestación del servicio de agua potable. “Queremos es irnos porque tenemos muchos días lejos de nuestras familias, hijos y esposos. Esperamos que venga el alcalde y el doctor Carlos Farías porque esto es insostenible, dicen que van a arreglar y nada sucede", declara.
Por su parte, los albergados en el Puesto de Atención Integral (Pasi) Wolfang Alvarado, escuela de Corocito, también alzaron su voz de protesta este lunes y martes 15 y 16 de junio a las afueras de este recinto, porque desde el día 2 de mayo de este año, han sido llevados a dos refugios y no les han autorizado su salida, a pesar que son personas sanas.
“Este es el segundo refugio al que hemos llegado y donde nos han practicado dos pruebas, los días cuatro y cinco de mayo, queremos una respuesta", expresa una fuente que pidió mantener en reserva su nombre.
Los migrantes albergados en la escuela Corocito desde hace un mes piden a los gobernadores de los estados Aragua, Cojedes, Barinas, Lara, Portuguesa Táchira, Zulia, y tomar su caso.

“Hemos sido maltratados en horas de la noche y madrugada por la policía y la Guardia Nacional en sacarnos de este refugio para otro lado hacia un monte donde no hay luz, les pido ayuda. Sacan a las personas positivas pero a los negativos nunca los sacan", dijo.
DÉJANOS TU COMENTARIO