Caracas.- Residentes de la ciudad de Mérida han alertado sobre un notable incremento en la frecuencia y duración de las interrupciones del suministro eléctrico durante el pasado mes de abril. La comunidad universitaria de la capital andina se ha visto particularmente afectada por estos cortes irregulares, que se han erigido como el principal problema para el normal desarrollo de sus actividades académicas.
Siendo Mérida la ciudad que cuenta con importantes universidades, la inestabilidad del servicio eléctrico perjudica de manera significativa a los estudiantes universitarios. Esta situación impacta directamente en su rendimiento académico, alterando no solo sus hábitos de estudio sino también su rutina diaria en general.
“Es difícil cumplir con las labores del trabajo y del estudio, ya que no solo es el tema de la luz, sino que tampoco tengo gas", declaró a El Pitazo Irene*, estudiante de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Los Andes. La joven detalló que los cortes de electricidad suelen extenderse por aproximadamente cuatro horas, con una frecuencia de dos o tres veces al día.
Por su parte, Claudia*, estudiante de Diseño Gráfico del Instituto Universitario Antonio José de Sucre, explicó cómo las interrupciones eléctricas han obstaculizado el cumplimiento de sus responsabilidades académicas. “Durante el día la quitan ocho horas: cuatro en la mañana y cuatro en la tarde noche, y en la madrugada también la quitan cuatro horas, al día vendrían siendo 12 horas o más, ya que no hay un horario fijo", precisó la estudiante.
Las reiteradas interrupciones en el suministro eléctrico impiden que los estudiantes puedan organizar de manera efectiva sus jornadas de estudio para cumplir con las diversas asignaciones de cada materia. Los alumnos consultados señalan que la irregularidad de los cortes les imposibilita elaborar horarios confiables para aprovechar las horas en las que disponen del servicio eléctrico.
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La compresión de los profesores varía
Ante los obstáculos provocados por las interrupciones en el servicio eléctrico, la respuesta de los profesores universitarios ha sido variada, mientras unos son flexibles y comprensivos, otros mantienen una postura estricta con respecto a la extensión de los plazos de entregas.
“Normalmente entienden la situación, ellos suelen pasar por lo mismo y son comprensivos", dijo a El Pitazo Guillermo*, estudiante de Nutrición y Dietética de la Universidad de Los Andes. “Se intenta cumplir con todas las responsabilidades pero a veces se hace difícil, ya que salgo de mi casa y no tengo electricidad y cuando regreso la mayoría de las veces tampoco la tengo (…) Y cuando llega ya no tienes ganas de hacer nada", agregó.
Mientras que Helga*, estudiante de Idiomas Modernos de la Universidad de Los Andes dijo: “Es muy frustrante porque se te sale de las manos y hay profesores que de verdad no entienden".
Los profesores universitarios también han encontrado dificultades por la situación. Alberto*, profesor de Comunicación Social de la Universidad de Los Andes expuso que las fallas eléctricas obstaculizan compartir materiales y recursos a los estudiantes. “El tema de la luz te condiciona a un tiempo específico basado en el momento en el que haya electricidad" agregó.
Alberto* explicó que considera que las interrupciones en el suministro eléctrico afectan al rendimiento estudiantil porque limita la cantidad de horas que los estudiantes pueden dedicarse a estudiar, lo cual provoca frustración en los procesos de aprendizaje.
Los profesores que imparten clases bajo la modalidad no presencial se han visto condicionados para agendar sus encuentros en línea. Claudia* expone que las sesiones de clases en línea se han visto limitadas, ya que al momento de conectarse los profesores reportan cortes eléctricos, lo cual los obliga a reprogramarlas.
Facultades sin electricidad
La interrupción del suministro eléctrico no solo obstaculiza las horas que dedican los estudiantes a realizar sus asignaciones en sus hogares, también impide el desarrollo de las actividades en las casas de estudio, lo cual ocasiona retrasos en los cronogramas académicos.
Juan*, estudiante de Música de la Universidad de Los Andes explica que los cortes de electricidad en la Facultad de Artes ubicada en el centro de la ciudad han sido constantes, situación que ha imposibilitado llevar a cabo los ensayos de las materias de ensamble, pues los instrumentos y los sistemas de sonido necesitan electricidad para poder funcionar.
“Los cortes de luz en la Facultad son los que más han entorpecido el flujo de estudio", dijo a El Pitazo David*, estudiante de Química de la Universidad de Los Andes. “No es tan fácil sortear la interrupción del flujo eléctrico, puesto que en los laboratorios hay equipos muy delicados que necesitan un amperaje exacto y flujo ininterrumpido para poder funcionar correctamente. Esto hace que al no haber luz los días de práctica en cada uno de los laboratorios, las prácticas se terminen corriendo, generando desórdenes en el cronograma del semestre, esto hace que en ocasiones se tenga que alargar perjudicando a toda la facultad", explicó el estudiante.
Además de ser un obstáculo para el desenvolvimiento de los cronogramas académicos, los cortes de electricidad se han convertido en una amenaza para los distintos dispositivos electrónicos con los que cuentan las facultades. “También en alguna ocasión por estos constantes cortes tan repentinos, los equipos que he utilizado para los proyectos han sufrido daños en las baterías, lo cual requiere un esfuerzo y costo extras" Expuso Adriana*, estudiante de Diseño Gráfico de la Universidad de Los Andes.
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Facultad de Medicina: cada minuto sin electricidad es crítico
Los estudiantes de Medicina que se encuentran realizando sus prácticas en el Instituto Hospital Universitario de Los Andes también se han encontrado con situaciones adversas ocasionadas por las interrupciones del flujo eléctrico.
“Por más que el hospital sea una zona prioritaria y casi no se vaya la luz para allá, sí hay apagones, y a veces hay muchas fallas eléctricas que obviamente repercuten en el desempeño del trabajo, en la salud del paciente, y a veces hay cosas que realmente son incontrolables", dijo a El Pitazo Alejandro*, estudiante de Medicina de la Universidad de Los Andes.
Los equipos electrónicos que son usados en procedimientos quirúrgicos son especialmente sensibles a los cortes de electricidad, lo que compromete el trabajo de los estudiantes de medicina durante sus prácticas, pues estos equipos requieren de algunos minutos para volver a funcionar correctamente después de la interrupción en el flujo de electricidad.
Alejandro* explica que sin importar la duración de los cortes de electricidad, cada minuto es crítico para la salud de los pacientes. Cuando los apagones ocurren durante procedimientos quirúrgicos, los quirófanos carecen de cualquier tipo de fuente de iluminación, lo que obliga al personal médico utilizar linternas para alumbrar durante las cirugías.
Frustración universitaria
Los esfuerzos académicos dentro del contexto de las frecuentes e irregulares interrupciones en el suministro eléctrico se han dificultado para la población universitaria de la ciudad. Las consecuencias que reportan los estudiantes no solo implican retrasos y obstáculos en su desempeño sino también en su salud mental.
“Es terrible la sensación de no avanzar y no poder hacer nada porque la variable no depende de ti. Es un sentimiento de impotencia demasiado grande (…) he estado asistiendo al psicólogo y es probable que tenga alguna patología clínica que se ve agravada por la impotencia y estrés por la falta de energía eléctrica, si considero que mi salud mental se ve afectada" Agregó David.
“Me genera frustración, aunque he aprendido a lidiar con ello y ya no abrumarme tanto por el estrés, sigue siendo muy frustrante que en pleno siglo XXI no pueda contar con flujo eléctrico constante" contó Oscar*, estudiante de Economía en la Universidad de los Andes.
Mientras que Claudia* agregó “El estrés que causa no poder contar con un recurso tan básico y necesario como lo es la electricidad te limita mucho ya que lastimosamente (o necesariamente) dependemos de ella".
El racionamiento eléctrico
La organización PROVEA detalló a través de una publicación en la red social X que la generación de electricidad se encuentra en un 80% por debajo de su capacidad, afectando a más de 17 millones de personas.
Kit de supervivencia ante cortes eléctricos
Contar con el servicio eléctrico se ha convertido en un elemento indispensable para la educación superior, no solo para los estudiantes que cursan materias bajo modalidad en línea, también para los estudiantes presenciales, ya que acceder a material, realizar trabajos, incluso poder leer en medios físicos durante las horas de la noche implica necesariamente contar con electricidad.
Dispositivos recomendados para solventar las fallas eléctricas:
- Baterías externas (Powerbanks)
- Sistemas de alimentación ininterrumpida (UPS)
- Linternas Led recargables
*Los nombres de las personas entrevistadas fueron cambiados por petición de quienes declararon.
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