Amnistía Internacional (AI) expresó su preocupación ante el inicio del segundo mandato del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, debido a los eventuales impactos negativos en los derechos humanos en los ámbitos nacional e internacional.
Mediante un pronunciamiento conjunto, los directores de las secciones en América de AI destacaron los riesgos que las políticas de la nueva administración podrían representar para los sectores más vulnerables.
La directora para las Américas de AI, Ana Piquer, advirtió de que el enfoque del presidente Trump hacia la migración y el asilo podría exacerbar el sufrimiento humano y la inestabilidad en la región. «Defenderemos los derechos humanos sin importar quién ocupe la Casa Blanca», afirmó al subrayar la importancia de una respuesta global a las amenazas identificadas.
Migración y militarización, puntos críticos
Las propuestas del presidente Trump incluyen la deportación masiva de migrantes y el cierre de fronteras, medidas que, según AI, contravienen las obligaciones internacionales de protección a quienes buscan refugio.
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La directora de AI México, Edith Olivares, alertó de que estas políticas también podrían derivar en un aumento de la militarización y los abusos de derechos humanos en su país.
Por su parte, la directora de AI Paraguay, Rosalía Vega, señaló el peligro de que el discurso político del nuevo Gobierno estadounidense inspire la represión de la sociedad civil en otras naciones. «La independencia judicial y la libertad de expresión deben ser defendidas con firmeza», enfatizó.
Derechos de mujeres, comunidad LGBTQI+ y crisis climática
El informe también llama la atención sobre la vulnerabilidad de los derechos de las mujeres y las personas LGBTQI+, áreas que fueron objeto de retrocesos significativos durante el mandato anterior.
Asimismo, AI denunció la decisión de Trump de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París —un tratado internacional adoptado en diciembre de 2015 durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21)—, calificándola como una agresión a los derechos humanos.
La directora de AI Perú, Marina Navarro, recordó que los efectos de la crisis climática impactan especialmente a comunidades indígenas y la juventud, por lo que instó a una transición energética justa y a la participación activa de Estados Unidos en la COP30, que se celebrará este año en Brasil.
AI enfatizó la necesidad de que Estados Unidos retome un papel proactivo en la protección de los derechos humanos en todo el mundo.
La directora de AI Uruguay, Lucía Pérez Chabaneau, destacó la urgencia de una solución liderada por Haití para abordar su crisis de seguridad, mientras que Rodrigo Bustos, uno de los miembros de AI Chile, instó a evitar discursos de odio y discriminación en el continente.
«La influencia de Estados Unidos trasciende sus fronteras», señaló Piquer. «Estamos listos para trabajar en defensa de los derechos humanos, promoviendo un futuro más justo y seguro para todas las personas», añadió.