Guarenas.- Conmocionados y alarmados se declaran los vecinos del bloque 37 de la urbanización Doña Menca de Leoni, en Guarenas, estado Miranda, tras la sorpresiva muerte de cuatro perros y un gato que hacían vida en este edificio.
Las muertes ocurrieron la semana pasada. Dos de los animales vivían en las áreas comunes del bloque y los otros tres eran mascotas de los propietarios.
Acusan a tres de los vecinos de ser los responsables de dar muerte a los animales, a través de la administración de un químico para destapar cañerías que fue colocado en la comida.
“Son personas problemáticas que apenas tienen entre dos y tres años viviendo aquí y que constantemente maltrataban a los dos perros que vivían en el edificio y que eran cuidados por todos”, manifestaron a través de una carta firmada por 53 propietarios del bloque.
En la misiva, acusan a los vecinos Héctor Soto, Pausolino Cárdenas y Jhonatan Garrido de ser los responsables de la muerte de estos animales, por envenenamiento. Aseguraron que uno de ellos, a la vista de todos, le dio una puñalada a una perra el año pasado.
Asimismo, indicaron que la semana pasada, Jhonathan Garrido bajó de su apartamento con un envase lleno de comida preparada y se la colocó a los perros.
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“Nos sorprendimos y le dijimos que nos parecía raro que él le estuviera poniendo comida a los perros y su respuesta fue que la comida tenía veneno para que los perros se murieran y que los vecinos Héctor Soto y Pausolino Cárdenas le habían pagado para que lo hiciera. Al día siguiente mostraron los síntomas de envenenamiento y murieron. Un veterinario confirmó que efectivamente fueron envenenados”, expresaron.
Acciones legales
Los afectados por la pérdida de sus mascotas han buscado asesoría con los representantes de la Misión Nevado, así como en los cuerpos policiales.
Anunciaron que en las próximas horas procederán a formular la denuncia ante la Fiscalía Tercera Municipal del Ministerio Público.
“No queremos conciliar, queremos que se vayan porque ya estamos cansados, son personas conflictivas y agresivas. Un día tres niños estaban jugando en las escaleras y subieron al piso nueve y uno de ellos les sacó una pistola y los amenazó; y cuando los niños bajaron roció la pared del pasillo con gasolina para que los muchachos no volvieran a subir”, detallaron.
Los afectados manifestaron sentir dolor por la pérdida de las mascotas, quienes además brindaban seguridad a las instalaciones del bloque.
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