Caracas.- Este lunes 7 de abril Nicolás Maduro adelantó que prepara un nuevo decreto de emergencia económica, con el que busca obtener poderes especiales que le permitan a su administración enfrentar la crisis que, según dijo, se avecina en el mundo como consecuencia de las medidas arancelarias anunciadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Con el decreto, Maduro también busca contrarrestar los efectos de las medidas económicas de Estados Unidos hacia Venezuela. «Mañana (martes 8 de abril) firmaré el decreto constitucional de emergencia económica para proteger y defender la economía de toda Venezuela", dijo Maduro en su programa semanal Con Maduro +.
La decisión, que ya ha sido cuestionada por Edmundo González Urrutia y el economista José Guerra, entre otros, no es nueva en Venezuela. El Decreto de Estado de Excepción y Emergencia Económica fue firmado por primera vez en enero de 2016, mismo día en que el Banco Central de Venezuela, por primera vez en más de un año, publicó datos macroeconómicos. La inflación anualizada de octubre anterior era de 141,5 %.
Este decreto fue prorrogado en 29 oportunidades, hasta 2020, e incluyó hasta 35 medidas con las que garantizaría el abastecimiento y la producción. Incluía políticas como fijación de precios, ajustes tributarios, incentivos a los sectores productivos, entre otras.
Transparencia Venezuela, en un informe de 2019, destacó que el decreto de Emergencia Económica sirvió para anular de facto la gestión del Parlamento de 2015, y también le dio a Ejecutivo potestad en áreas claves como sistema cambiario, creación de procedimientos para la producción y distribución de alimentos, materias primas, productos e insumos del sector agroproductivo, industrial, agroalimentario, farmacéutico, de higiene
personal y aseo del hogar; financiamiento del sector agroindustrial; impulso de los denominados “motores agroalimentarios", producción y distribución de rubros
considerados estratégicos; así como exoneración de impuestos y tasas.
«El balance de estas medidas tomadas bajo el paraguas de la supuesta emergencia ha sido
negativo. Las fallas en el servicio eléctrico, transporte y suministro de agua durante el 2019 se incrementaron. La reconversión monetaria, que implicó el cambio de escala en la moneda con la supresión de cinco (5) ceros de su denominación, se perdió con el aceleramiento de la hiperinflación, que para diciembre de 2019 alcanzó 9.585,5 %. La industria petrolera venezolana experimentó durante el 2019 una caída acentuada en su producción de crudo», apunta el documento.
Una de las medidas derivadas de este decreto fue el nacimiento de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), sistema de distribución de alimentos que se mantiene vigente, pese a que ha sido cuestionado por la baja calidad nutricional de sus productos.
En un video en su cuenta de Instagram, Guerra recuerda que fue bajo el Decreto de Emergencia Económica que Venezuela entró en hiperinflación en 2017. «No sirvió para nada», dijo Guerra al respecto.
«En realidad, lo relativo a la emergencia económica no es más que un fraude constitucional para legislar ante la pérdida de la Asamblea Nacional en 2015. Además la perpetuación de este Estado de excepción viola el principio de temporalidad que deben regir a estas medidas extraordinarias y que la Constitución de 1999 quiso limitar para evitar los abusos cometidos con la Constitución de 1961 por medio de los cuales se mantuvieron los derechos económicos suspendidos por 29 años», denunciaba en 2020 la ONG Acceso a la Justicia.
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¿Es necesario un nuevo Decreto de Emergencia Económica?
Para el economista José Guerra, un nuevo decreto de Emergencia Económica «carece de sentido«. Maduro justifica la medida en las nuevas decisiones arancelarias anunciadas por Estados Unidos: el arancel de 15 % a las exportaciones no petroleras de Venezuela al país norteamericano, y aranceles secundarios de 25 % a países que compren petróleo o gas venezolano.
Al respecto, Guerra dijo que esta última medida sí impactaría en el mercado petrolero venezolano, pero está en manos de China, India y España la decisión de continuar comprando petróleo venezolano.
Por otro lado, destacó que el decreto de emergencia económica «no sirve de nada» porque hay un entramado legal que le permite a Maduro «hacer lo que quiera», entre ellas la Ley Antibloqueo y la mayoría calificada en la Asamblea Nacional.
A juicio de Guerra, un nuevo decreto de Emergencia Económica es solo una jugada política para simular que está actuando ante la crisis cambiaria, con la devaluación significativa del bolívar y una inflación que se dispara y termina de liquidar los salarios.
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