La exdiputada del Congreso Nacional y exsenadora de la República, Paulina Gamus, se retiró hace más de dos décadas del que ha sido el único partido en el que ha militado, Acción Democrática (AD). También de la política, y confiesa que le sería “muy difícil” estar activa por la manera en que se concibe actualmente en Venezuela.
La ministra de Cultura, durante el gobierno de Jaime Lusinchi, también advierte que no es posible el entendimiento entre los sectores que luchan por el rescate de la democracia para seguir una nueva ruta, si se dedican a sabotearse unos a otros.
Por ahora, tampoco cree posible una negociación con figuras “intransigentes” dentro del chavismo como el presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez; el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, y el propio Nicolás Maduro.
«No es cuestión de rendirse»
— ¿Cómo ve la situación del país a casi diez meses de las elecciones presidenciales?
— El mundo entero reconoce que no vivimos bajo un régimen democrático. Esto es un país aislado, que se relaciona solo con los compinches Irán, China, Cuba. Con una situación económica espantosa, con la migración creciendo y la situación de desgracia de los migrantes que devuelven.
-De verdad que es una de las tragedias más terribles que ha ocurrido en Venezuela, nunca habíamos vivido una situación así, nosotros nunca fuimos migrantes. Todo lo contrario, recibíamos a los inmigrantes con mucho cariño, afectividad.
— ¿El voto ha perdido su valor en Venezuela? ¿Cómo ve las diferencias en el seno opositor sobre este tema?
-En todos los partidos, en todas las familias, en todo grupo humano hay diferencias de opinión. Es imposible que todo el mundo esté de acuerdo, pero dirimirlas en público y en forma a veces agresiva, no es nada conveniente. Es lamentable.
-Lo que nos hicieron el 28 de julio fue una burla, la gente fue a votar entusiasmada, sabiendo que no había condiciones democráticas, que iban a hacer trampa, que estaban todos los inconvenientes y sin embargo prosperó y tuvimos un triunfo arrollador y el gobierno cumplió con lo que advirtió: “No entregamos ni por las buenas ni por las malas”.
-Ante una situación como esa, no votar no es cuestión de rendirse, sino de buscar otros mecanismos para ver cómo resolvemos el problema.
— ¿Cómo ve las posiciones de líderes políticos como Henrique Capriles y Manuel Rosales sobre participar en procesos electorales a pesar de los obstáculos?
-No estoy activa en la política desde hace muchos años y además me sería muy difícil ser activa en esta clase de política que se hace hoy día. No entiendo cuáles son las razones, del tipo muy personal o quizás egoísta, vamos a llamarlo así, que tienen estas dos personas u otras que están en ese plan de diferenciarse del resto de la oposición.
-Yo respeto la opinión de Capriles, la de Rosales, pero no las comparto.
-Yo creo que María Corina hace lo que tiene que hacer. Ella tiene que mantenerse en la palestra, activa, porque en Venezuela los liderazgos se destruyen como si fueran un muñequito de arena. Hay que ver por cuántos hemos pasado que ya ni se acuerda uno, la gente ni los menciona. El caso de María Corina es un caso muy especial, ella hace el esfuerzo para preservar su liderazgo y nosotros deberíamos también contribuir a preservarlo. Está bien que no se haya ido del país y que, desde donde esté, participe y esté al tanto de toda la situación.
-En lo particular, me alegra muchísimo que su mamá, que es una gran persona, la señora Corina Parisca, haya podido salir del país, no sé si dentro o fuera de la famosa operación Guacamaya.
— La palabra negociación también está generando desencuentros al igual que la del voto, ¿como ve las posibilidades de una negociación política en Venezuela?
— Yo toda mi vida fui muy partidaria de la negociación y creo que todos los conflictos hay que negociarlos. Y uno cuando negocia tiene que negociar con el adversario, no vas a negociar con los amigos, con los que estás de acuerdo. Tienes que negociar con el adversario, con el enemigo político.
-Pero el tema es que para aplaudir hacen falta dos manos. Vamos a suponer que la oposición, con María Corina al frente, esté dispuesta a negociar, ¿a negociar con quién? ¿Con Maduro? ¿Con Diosdado Cabello? ¿con Jorge Rodríguez? que no tienen ninguna palabra decente hacia el opositor. Siempre pensé que en Venezuela la salida había de ser negociada, pero en el momento actual no soy optimista en ese sentido.

Ninguna simpatía por Trump
— ¿Qué opina de la forma como está llevando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, las relaciones con Venezuela?
— Yo no tengo personalmente ninguna simpatía por Donald Trump. Sé que hay muchos venezolanos trumpistas, pero que le hayan quitado la protección (TPS) a más de 300.000 venezolanos, creo que es un golpe bien duro, como para no ser trumpista.
-La política de EEUU hacia Venezuela es un ir y venir, no veo nada concreto. Además, yo pienso que nosotros los venezolanos creemos que somos el ombligo del mundo y que EEUU está muy pendiente de lo que pase aquí, que nos van a venir a salvar.
-Podemos ser un problema que Estados Unidos discute en la política, que hay personas que el presidente ha designado para relacionarse con Venezuela, pero de ahí a esperar que EEUU va a ayudar a salir de este régimen, lo dudo mucho. Puede que influya sobre otros países del continente para que aíslen más a Venezuela, pero ahí está el caso de Cuba ¿Qué ha conseguido con aislar a Cuba? Nada.
— Está planteada una propuesta de reforma constitucional, ¿cuál cree usted que sea la intención de querer cambiar la Constitución en estos momentos?
— No creo que no haya otra intención que no sea aumentar la represión, el autoritarismo, aumentar el poder de este régimen no democrático, ir cerrando más las puertas a la democracia, a la libertad de los venezolanos. No se conoce el texto de esa reforma, creo que ni los asambleístas que la deben aprobar lo conocen. Pero no me hago ninguna ilusión de que va a mejorar en algo la vida del venezolano, sino todo lo contrario. Habrá mayor injusticia. De aprobarse será algo peor que lo que tenemos ahora.
-Si en Venezuela de todas maneras la Constitución vigente no se cumple, se viola todos los días, ¿para qué quieren una nueva Constitución? La Constitución del 61 duró 50 años y fue un ejemplo de cómo es una Constitución, hecha para que durara, para que sirviera de base a la normativa jurídica del país.
— ¿Cómo evalúa la situación de los partidos políticos actualmente?
-De Acción Democrática (AD) me desligué hace muchos años, otros partidos como Copei y el MAS son casi inexistentes. Pero digamos AD y Copei, que fueron pilares de la democracia, se derrumbaron por desgate, por sus propios errores.
— ¿Cómo ve la situación de AD, intervenido desde 2020, el papel que asumió Bernabé Gutiérrez?
-Yo pertenecí durante toda mi vida activa a Acción Democrática, no renuncié nunca, no me inscribí en ningún otro partido. Pero me desligué totalmente desde hace más de 20 años. No tengo ningún contacto, no asisto a las reuniones, no tengo nada que ver con el partido. He estado de acuerdo con algunas cosas que han hecho, otras no, pero no me siento en absoluto obligada, ni comprometida con AD.
-Lo de Bernabé es negocio, no tengo ninguna duda de que lo compraron para que formara un AD-gobierno y dividiera a la AD oposición de Henry Ramos, con quien no tengo ningún contacto. Con nadie de la directiva.
— ¿Qué ocurrió para que cortara el contacto?
-Chávez ganó las elecciones un domingo. Llegó el lunes, cuando se reunían todos los partidos como AD y Copei. El CEN de AD convocó a mediodía y el único punto que plantea el secretario general, Lewis Pérez, fue: cómo íbamos a organizarnos para elegir a los candidatos a la Constituyente.
-Chávez te acaba de dar una paliza electoral, acabas de perder lo que perdiste ¿y estás pensando en lo que vas a hacer con la Constituyente? ¿Por qué no te sientas a analizar, a hacer una autocrítica? ¿Qué nos pasó? ¿Por qué llegó Chávez? ¿Qué sucedió? ¿Qué le pasó a este partido?
-La campaña electoral de Alfaro Ucero fue tenebrosa (fue expulsado por no renunciar a la candidatura), las mismas personas de AD lo saboteaban y bueno la verdad es que escogimos al peor candidato, como hizo Copei con Irene Sáez. Se aplica una frase que dijo Carlos Andrés Pérez, de “autosuicidio”.
«Los presos políticos duelen»
— ¿Cuáles fueron esos errores cometidos de los que habla? ¿Por qué Chávez llegó al poder?
— Hubo varios factores que se fueron acumulando. La corrupción que comparada con la actual eran centavos lo que se robaban, pero no es una excusa, no es algo para satisfacerse.
-Jaime Lusinchi durante su gobierno (1984-1989) nombró a los secretarios generales del partido gobernadores de estado (se comenzaron a elegir por voto popular en 1989) y ese fue un factor de gran corrupción. Comenzaron con las prebendas a sus amigotes y familiares; eso corrompió bastante.
-AD y Copei se convirtieron en partidos populistas, dadivosos. Pero en un momento se trancó el serrucho y dejaron de dar ese tipo de ayudas, pues la gente se comenzó a desilusionar y apartarse. ¿Si no cómo explicas que el estado Sucre, uno de los más pobres de Venezuela, pasó de ser 100% adeco a 100% chavista? Igual Apure con Copei. Fueron estados que se deslumbraron porque otro les iba a dar lo que ya AD y Copei no.
— ¿Qué es lo que más critica de 25 años de gobiernos chavistas?
— La destrucción total del país. Desde la destrucción física de sus carreteras, vías de comunicación, de todos sus servicios públicos, pasando por el deterioro total de la calidad de vida de los venezolanos, lo más terrible y, por supuesto, la represión.
-Cuando comenzó la democracia, con los gobiernos de Rómulo Betancourt y Raúl Leoni, hubo presos políticos que eran guerrilleros, subversivos. Hoy los presos políticos son hombres y mujeres, que son considerados subversivos solo por hablar mal del gobierno. No han conspirado, no han hecho nada, pero están encerrados.
–El caso de los presos políticos es una de las cosas que más me duele y realmente me afecta.
— Habiendo sido diputada, ¿qué opina del papel que ha jugado la Asamblea Nacional en los últimos años?
— Ha sido nulo, absolutamente nulo. En el Congreso Nacional, la Cámara de Diputados, de Senadores, siempre hubo diputados, senadores, que se destacaban por su labor, ahora creo que lo que hay es una cantidad de levantamanos que mantienen el sistema.
-Entiendo que tenía más de un mes que no se reunía la Asamblea y no pasa nada, o sea que el papel que juega es muy decorativo.
— Fue ministra de Cultura, ¿cómo evalúa a este sector en la actualidad?
— Aquí, de verdad, hay mucha creatividad en los poetas, escritores, actores, pero sin ningún tipo de apoyo oficial. Yo sé que en un tiempo, cuando se llamaba cuarta república, es verdad que muchos cineastas vivían del Estado y mucha gente criticaba que eso era parasitismo, pero en el momento actual no es nada. No creo que les interese (al gobierno) absolutamente nada de la cultura, salvo una que otra culebra que ellos han inventado sobre el 4 de febrero. No tienen sentido de nada.
— ¿Cómo evalúa el liderazgo político femenino en estos momentos?
— María Corina Machado es una gran líder, pero también hay mujeres que están presas que son líderes en sus comunidades, en sus sectores. Las mujeres hoy se expresan más que antes.
-La queja permanente del feminismo tradicional es que no hay suficiente participación de la mujer, pero esa participación se consigue por sí misma. Chávez nombró siete o seis ministras y una de ellas fue Iris Varela; pues para tener una ministra como ella, yo prefiero no tener ninguna. Ser mujer no debe ser la única credencial para tener un cargo, son tus méritos, tu desempeño.
— ¿Pero no cree que hay machismo en la política venezolana?
— Yo he contado varias veces la anécdota de cómo logré llegar a la Dirección Nacional de Acción Democrática. Antes pasaba que no se llegaba a los cargos por elección, sino que se moría un diputado y entonces nombraban a una mujer, un diputado pasaba a ser ministro y tenía que renunciar y entonces nombraban a una mujer, era como una especie de sustituto, de cualquiera vacante que hubiese.
-Recibimos a un representante de Israel y yo le pregunté: ¿cómo se resuelve en Israel el problema de la participación de la mujer en la política, en los cargos de dirección política? Y él dijo que en el Partido Socialista de Israel había una norma en los estatutos que obligaba un 15% de participación de la mujer en los cargos y que eso mismo ocurría en los países escandinavos, Suecia, Noruega y Dinamarca.
-Entonces, yo tomé la idea y se la llevé al Buró Femenino de AD. Después de tanto pelear, yo viajé por todo el país, nos aceptaron el 5%, hasta que llegué a la vicepresidencia del partido y renuncié en 2020.
La procesión va por dentro
— ¿Cree que hay preparación para que una mujer asuma la presidencia de la República en condiciones democráticas?
— Yo creo que María Corina tiene las condiciones y probablemente haya otras mujeres que las tengan, que no se han dado a conocer. Pero no tiene que ser necesariamente la Presidencia de la República; hay liderazgos femeninos en la empresa privada, en la administración pública, mujeres que se destacan en cargos técnicos importantísimos, fuera del país, pero no creo que sea imposible que una mujer pueda asumir la presidencia.
-En el caso de María Corina fue una decisión política que no se le permitiera inscribirse como candidata, sabían que tenía mucha popularidad y por eso se le frenó.
— En estos momentos pareciera que hay mucha desesperanza, pesimismo por el futuro del país. ¿Cómo lo siente usted?
— Yo creo que es más bien entreguismo. La gente está como un poco resignada. Está la terrible situación económica que hace que muchos se vayan o quieran irse del país. La clase media va más o menos estable y creo que ha entrado en estado de entreguismo. Los que vienen del exterior se fascinan, ven que hay muchos restaurantes, pero no saben que la procesión va por dentro.
— ¿Cuál podría ser su mensaje para el logro de un entendimiento en el país y el rescate de la democracia?
— El problema son los egoísmos y las vanidades. Yo voté por Capriles en su momento y de verdad tuve mucha simpatía por él, pero creo que él tiene una campaña abierta contra María Corina, entonces mientras tú tengas ese tipo de actitudes, de conductas, es muy difícil llegar a un acuerdo.
-María Corina es quien es, tú no puedes hacer una campaña dedicada exclusivamente a sabotearla y Manuel Rosales bueno, anda por su lado, por eso el mensaje no cala, hay molestias, la gente no quiere escucharlos.
-Creo que cometen un error al desligarse de María Corina y, peor, tratar de sabotearla. Por eso es que es muy difícil, yo no sé en qué momento ni cómo vamos a salir de este régimen que ahora se enfrenta a grupos dispersos. Fuera de María Corina no hay nada ni nadie que le ofrezca una resistencia seria.