Fue una de las primeras líderes de Vente Venezuela detenida
Hernández fue acusada de conspiración

“Auxilio, por favor, por favor, no”. Faltaban solo cuatro meses para que se realizaran las elecciones presidenciales, cuando la tarde del 20 de marzo de 2024, unos gritos desesperados de ayuda alertaron a vecinos de la urbanización Sebucán, en Caracas, y de inmediato se viralizaron por las redes sociales. Se trataba de la violenta detención de Dignora Antonia Hernández Castro, secretaria nacional política del partido Vente Venezuela, que hoy cumple un año privada de libertad en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), El Helicoide.

El forcejeo de Dignora, de 56 años de edad, contra funcionarios policiales que a la fuerza la montaron en un vehículo contra su voluntad quedó grabado en un video que rápidamente fue subido a redes sociales y fue clave para que miembros de la oposición conocieran del arresto de la política oriunda del estado Monagas y quien trabajó en la campaña emprendida por María Corina Machado, que intentaba lograr un cambio político en Venezuela mediante las elecciones del 28 de julio.

En enero de ese año, ya Vente Venezuela, el partido de Machado, había denunciado una persecución contra las y los dirigentes regionales de su organización política, tras contabilizar la aprehensión de Juan Freites (Vargas), Luis Camacaro (Yaracuy) y Guillermo López (Trujillo).

Pero lo que no sabían es que la detención de Dignora era el inicio de un ataque que organizaciones defensoras de derechos humanos y partidos políticos calificaron como una “ola represiva” contra las y los principales líderes de Vente Venezuela antes de los comicios presidenciales del 28 de julio.

“Lo más difícil fue tener que comunicarle a toda la familia que mi tía había sido detenida”, contó María Laura Márquez, sobrina de Dignora Hernández, en una entrevista telefónica con el equipo reporteril de Efecto Cocuyo.

Los familiares de Dignora, quien también fue diputada suplente de la Asamblea Nacional en el año 2015 —cuando la oposición se alzó con una ventajosa victoria en el Parlamento—, no supieron de su paradero hasta aproximadamente 60 días después de su detención, cuando conocieron extraoficialmente que se encontraba recluida en El Helicoide. Esto a pesar de que el arresto de la dirigente política fue informado por el Fiscal General, Tarek William Saab, quien dijo que Dignora había sido detenida, al igual que Henry Álviarez, por presuntos actos “de conspiración”, tras una declaración de Emill Brandt Ulloa, coordinador del partido de VV en Barinas, detenido días antes (8 de marzo) y sometido a interrogario por los organismos del Estado.

“No dormíamos, en cada momento nos pasaba cualquier escenario fatalista por nuestra mente. La desaparición forzosa de Dignora nos sumió en una desesperación inmensa”, señaló Márquez, quien vive ahora en el exilio.

La ausencia de Dignora

María Laura describe a su tía como una “mujer entregada totalmente al servicio por el país” desde los 17 años de edad, cuando comenzó su carrera política.

A un año del encarcelamiento, la joven cuenta que la ausencia de su tía se resiente mucho dentro del núcleo familiar. “Dignora es mi segunda madre”, dice María Laura, quien conversó con la exdiputada 10 minutos antes de ser detenida en Caracas.

“Hemos sido (los sobrinos) prácticamente sus hijos, por eso somos muy unidos a ella. Es parte de mi crianza desde que nací hasta el 20 de marzo de 2024. Ha sido muy difícil no contar con ella”, sostiene.

“Nada reemplaza la presencia de Dignora para nosotros”, indica.

El estrés de estar presa

Durante diversas campañas en redes sociales, la familia de Dignora Hernández ha pedido a las autoridades que se facilite su traslado a una consulta médica especializada para tratar sus alergias e hipertensión.

Las alergias de Dignora han empeorado a partir de la “situación de hacinamiento” en la que se encuentra El Helicoide, sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), más lo costoso que se ha vuelto poder suministrarle, por ejemplo, agua potable, comida y los medicamentos que necesita.

«Lo más crítico es el agua», afirmó María Laura.

La dirigente de Vente Venezuela ha presentado algunos picos de alergias en los que su cuerpo se ha cubierto completamente por rosetones. 

“Esto nos preocupa mucho porque dentro de El Helicoide no existe un servicio médico que esté capacitado para ayudarle en momentos de emergencia, hemos solicitado a los organismos que se le permita ser trasladada a un centro asistencial donde se pueda llegar a la raíz del problema, pero esto no ha sido concedido”, explica.

Otro familiar también introdujo documentos para solicitar la atención médica especializada, pero las autoridades tampoco han dado respuesta al petitorio de la familia Hernández.

Violaciones a los DDHH y del debido proceso

Martha Tineo, coordinadora general de la ONG Justicia, Encuentro y Perdón, caracteriza el caso de Dignora Hernández dentro de un patrón más amplio de persecución política en Venezuela.

En el caso de Dignora, al igual que en el de las más de 120 mujeres presas por razones políticas en el país, se evidencian varios patrones documentados a lo largo de los últimos años, relacionados con la persecución judicial de disidentes reales o percibidos como tales por el gobierno nacional, explica Tineo.

Identificó cinco elementos recurrentes en estos casos:

🔵Primero: las detenciones son arbitrarias, ya que no cumplen con los supuestos establecidos en la norma constitucional ni en el ordenamiento jurídico venezolano para que sean legales. “Eso ocurre lamentablemente en la mayoría de los casos de detenciones por razones políticas, si acaso no en todos”, afirmó.

🔵Segundo: estas detenciones suelen ir acompañadas de una desaparición forzada de corta duración, en la que los familiares quedan sin información sobre el paradero o las condiciones de la persona detenida, como ocurrió con Dignora.

🔵Tercero: violación del derecho a la defensa, dado que Dignora, al igual que la mayoría de los presos políticos, no ha podido designar un abogado de confianza que ejerza plenamente su defensa judicial.

🔵Cuarto: Dignora enfrenta un proceso judicial que incumple todas las normas del debido proceso, no solo por la falta de acceso a una defensa adecuada, sino también por el irrespeto a los plazos establecidos y la ausencia de audiencias públicas.

🔵Quinto: las condiciones de reclusión afectan de manera significativa la vida de los presos políticos, con un impacto diferenciado en las mujeres. Estas condiciones incluyen hacinamiento, insalubridad, falta de alimentación, agua potable, medicación y atención médica, lo que agravó las patologías preexistentes como las alergias e hipertensión de Dignora.

Tineo enfatizó que Dignora exhibe, como la mayoría de los presos políticos, un deterioro muy grave en su salud y pide que el caso sea revisado para evaluar la posibilidad de otorgarle una medida sustitutiva a la privación de libertad.

Tener un familiar preso un costo emocional y económico

Desde el 29 de julio de 2024, cientos de familias venezolanas se enfrentan al costo emocional y monetario que representa tener a una persona privada de libertad por razones políticas.

Al cierre de este reporte, el Foro Penal contabiliza que en las cárceles y calabozos policiales del país al menos 1.015 personas continúan detenidas por estos motivos, Dignora es una de ellas.

Para María Laura, tener a un miembro de la familia dentro de una cárcel cambia totalmente las dinámicas del hogar porque lo quiebra y deja estrés postraumático, aunque en su caso no lo llama postraumático porque el trauma continúa ya que su tía sigue detenida en el Sebin, que además genera un fuerte gasto económico que afecta a la familia.

Dignora recibe visitas de sus familiares una vez por semana en El Helicoide. Este contacto, aunque limitado porque siempre está supervisado por algún funcionario, es un alivio para ella y su familia, quienes aprovechan estos encuentros para mantenerse unidos y brindarle apoyo.

 Una lucha que no calla

Desde que Dignora fue detenida por las autoridades, sus familiares se han dirigido a distintos organismos del sistema judicial para interponer documentos y denunciar el caso.

“Nosotros no hemos recibido ningún tipo de respuesta a estos documentos”, explica María Laura.

“La única herramienta que tenemos como familia ahora mismo son las redes sociales y por allí todos los días exigimos su libertad y le recordamos al mundo que es inocente”, detalló.

A pesar de que ha pasado un año desde el arresto de Dignora Hernández, los familiares denuncian que el Estado no ha dado respuesta sobre el caso de la activista de Vente Venezuela, de hecho aún no tiene acceso a la defensa privada y los familiares tampoco tienen copias del expediente. “Todo se encuentra en un limbo”.

Pero lo amargo de la situación no le quita la esperanza a la familia de la exdiputada y aseguran que, a pesar de estar tras las rejas, sigue siendo una mujer fuerte. “Pese a su estado de salud, ella se encuentra fortalecida mentalmente y espera que quienes están afuera no abandonen la lucha”, dijo la sobrina.