Las persistentes lluvias que afectan al estado Mérida desde este lunes 23 de junio han ocasionado problemas con el suministro de gasolina en la entidad andina, lo que obliga a los conductores a formar extensas colas en las estaciones de servicio.
Reportes de la red informativa regional Comunicación Continua indican que las condiciones de las vías de acceso a la capital merideña presentan severas limitaciones, que impiden el paso de gandolas de combustibles desde los llenaderos de estados vecinos.
En las estaciones de servicio de la capital merideña se presentaron largas colas de vehículos, en un intento por no quedarse varados. La prensa regional informó que en la mayoría de las gasolineras solo surtían 5 litros para las motocicletas y 20 para automóviles.
Comunicación terrestre limitada
Hasta tempranas horas de este 26 de junio, la única ruta disponible para ingresar a Mérida desde El Vigía es la Local 004, que atraviesa los municipios Obispo Ramos de Lora, Santa Elena de Arenales, La Azulita y Jají. Sin embargo, esta vía presenta complicaciones para el tránsito vehicular.
«Una comisión integrada por Protección Civil, Bomberos Forestales y personal del Grupo de Rescate La Azulita realizó un recorrido de evaluación hasta el sector Capaz, confirmando que solo pueden circular vehículos livianos y camiones 350 sin carga pesada», indica Comunicación Continua.
Alertan que aunque el paso no está cerrado, lo más recomendable es extremar precauciones debido a los tramos críticos, especialmente en San Gregorio, El Chorotal y la capilla La Coromoto, donde el tránsito de unidades pesadas es inviable.
Numerosos habitantes de Mérida han informado a través de redes sociales los graves afectos que las lluvias han causado en sus hogares, incluyendo inundaciones y daños estructurales. Ante el aumento del caudal de los ríos y el riesgo inminente, muchas familias se han visto obligadas a abandonar sus viviendas de manera preventiva para proteger sus vidas.

Las imágenes compartidas por los afectados muestran viviendas parcialmente inundadas, enseres dañados y calles convertidas en cauces de agua. Autoridades locales han activado protocolos de emergencia para evaluar los daños y brindar asistencia a las familias desplazadas.
Además, se mantiene monitoreo constante y los gobernantes regionales aseguran que, pese a las dificultades, no se han registrado incidentes mayores. No obstante, instan a la población a evitar viajes innecesarios y respetar las indicaciones del personal de emergencia mientras se normaliza la situación.