- Se desconoce realmente en qué se utilizará el dinero recaudado en la campaña de recolección de fondos abierta desde el 17 de septiembre
- La Fiscalía venezolana abrió una investigación sobre la misma y acusa de cómplices y legitimación de capitales a quienes donen
- Blackwater, la contratista de seguridad fundada por Prince, ha sido investigada por violaciones a derechos humanos en varios países del mundo
Las motivaciones y metas de Erik Price, director ejecutivo (CEO) y fundador del otrora grupo militar privado Blackwater, para actuar sobre la situación en Venezuela no están del todo claras.
El 17 de septiembre de 2024 la cuenta regresiva de la página web Ya Casi Venezuela llegó al día cero y con ella se habilitó un botón de donaciones cuyo propósito no ha sido ni detallado o específico, convirtiéndose así en un campo fértil para las especulaciones en las redes sociales.
Hasta hace unas cuantas semanas, el nombre de Erik Prince era quizá algo desconocido entre los venezolanos, pero no así para los altos funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro, como por ejemplo la vicepresidenta Delcy Rodríguez, quien lo recibió en 2019.
Prince y Rodríguez se reunieron en secreto en la casa de la alta funcionaria, según reveló un artículo de la agencia AP, y se cree que en esa oportunidad Prince pidió la liberación de seis empleados de Citgo, una filial de Petróleos de Venezuela con sede en Houston.
Tras la campaña Ya casi Venezuela, Rodríguez calificó a Prince en una conferencia televisada, como “perro de guerra”. En esa oportunidad también fustigó a Elon Musk, empresario sudafricano dueño de Tesla y X (antes Twitter).
¿Quién es Prince?
Nacido el 6 de junio de 1969, en Holland, Michigan, Estados Unidos. Primero trabajó como bombero voluntario y en 1990, luego de obtener su licenciatura en Economía, trabajó como pasante en la Casa Blanca, durante el mandato del expresidente George H.W. Bush. Para 1992, se asimiló al ejército de los EE.UU, como oficial naval, preparándose como buzo especialista en explosiones submarinas. Se unió al equipo SEAL en misiones en Haití, Medio Oriente y los Balcanes, pero antes había estado en Nicaragua buscando fosas comunes de asesinados durante el primer gobierno de Daniel Ortega y cursado tres semestres en la Academia Naval, la que abandonó diciendo que “amaba la Marina pero odiaba la Academia”.
En 1997 y tras dos años fuera de la Marina de Estados Unidos, fundó la compañía Blackwater, dedicada al entrenamiento y acciones de militares en el servicio privado de la seguridad.
Pero no fue hasta el 28 de septiembre de 2007 cuando se conocieron las cuestionables participaciones de Prince como contratista militar, por el trágico tiroteo de Nisour Square, durante la Guerra de Irak, cuando miembros de su empresa mataron a 14 civiles e hirieron a 20 más en una plaza cuando protegían a funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos. Este evento desató una ola de críticas y protestas internacionales por el uso excesivo de la fuerza y las violaciones a los derechos humanos.
Años después, en 2020, Donald Trump como presidente, indultó a los cuatro mercenarios de Blackwater que cumplían condenas por esta masacre de civiles desarmados, incluidos dos niños, en Bagdad. Como recuerda la agencia AP, tras la polémica que levantó este perdón, en EE.UU. “históricamente los indultos presidenciales se han reservado para delitos no violentos, no para homicidios o asesinatos”.
Lugar donde los guardias de Blackwater abrieron fuego contra una multitud en Bagdad (Irak) en 2007. Foto: Ali Yussef/AFP
Las controversias llevaron a la reestructuración de Blackwater, que luego se renombró como Academi. Pero el nombre de Prince no desapareció del escenario. Ha estado involucrado en varias iniciativas, incluyendo encargos extraoficiales bajo la administración de Donald Trump.
De hecho un informe del fiscal Robert Muller relaciona a Prince con reuniones con altos funcionarios del gobierno de Rusia, por las conexiones que podría haber intentado establecer entre la administración entrante de Donald Trump y funcionarios del país euroasiático en 2017.
Prince, también es hermano de la exsecretaria de Educación de la administración de Donald Trump, Betsy DeVos.
Prince y “Ya casi Venezuela”
La cuenta regresiva de “Ya casi Venezuela” culminó el 17 de septiembre de 2024, con la promoción de un botón de donación con el fin de recaudar fondos para la “liberación de Venezuela”, más no hay detalles sobre cómo se invertirán esos fondos.
“Venezuela, votaste el 28 de julio por la libertad, ahora llegó el momento de ‘votar’ con dólares. La democracia prevalecerá. Estamos a punto de llegar, ya casi, Venezuela”, dice Prince en un video subido a la red social X, el 16 de septiembre, que alcanzó al menos 10 mil reposteos, más de 39 mil me gusta, 3 mil respuestas y 5 millones de impresiones.
Para el 23 de septiembre de 2024, el sitio web ha recaudado más de 1 millón 200 mil dólares estadounidenses.
El audiovisual y la iniciativa también ha sido promovida por Guillermo Beltrán Vielma, un teniente coronel de la Aviación de Venezuela, en situación de retiro, que mediante redes sociales impulsa la campaña al igual que Iván Simonovis, exsecretario de seguridad ciudadana de Caracas.
En la web describen a “Ya Casi Venezuela” como “un movimiento comprometido con la recuperación del país y en el restablecimiento de la democracia”.
Y aunque se desconoce específicamente para que se utilizará el dinero señalan que los aportes serán dirigidos a “acciones estratégicas orientadas a restaurar las instituciones y representantes electos de forma legítima, devolver la justicia y garantizar un cambio trascendental”.
Rick Scott se reúne con Prince
Rick Scott, senador del partido Republicano de Estados Unidos, informó el viernes 20 de septiembre de 2024, que durante la semana pasada sostuvo un encuentro con Prince, donde el exmilitar le propuso que se aumentara la recompensa por la captura de Nicolás Maduro de 15 a 100 millones de dólares.
«Si aumentamos la apuesta para alcanzar a Maduro a 100 millones de dólares, tal vez suceda algo«, le habría dicho Prince al senador de Florida, según reseñó el Diario de Las Américas. Aunque Prince ya había hecho pública esta propuesta en agosto de este año, por lo que se presume que podría ser el fin de la recaudación.
De la reunión de Prince con Scott surgió la propuesta de ley que hoy lidera el congresista republicano junto al senador de Florida Marco Rubio y otro grupo de congresistas republicanos que buscan que se incremente la recompensa por información que conduzca al arresto y condena de Maduro, ofrecida por la Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos en 2020, bajo el gobierno del expresidente y candidato presidencial Donald Trump.
¿Qué es Academi?
Blackwater, ahora conocida como Academi, es una empresa militar privada de Estados Unidos, conocida como “ejército de mercenarios” o «soldados de fortuna».
Originalmente fue fundada en 1996 por Erik Prince y Al Clark, y su sede está en Carolina del Norte, donde tienen un centro de entrenamiento táctico especializado.
Entrenan a más de 40 mil personas al año, provenientes tanto de las Fuerzas Armadas como de agencias de seguridad de diferentes países. Actualmente, son el contratista privado más grande del Departamento de Estado de los Estados Unidos y también trabajan con otras agencias, como la Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés).
Con los años, han pasado por varios cambios de nombre: en 2009 se convirtieron en Xe Services y en 2011, después de ser comprados por un grupo de inversores, cambiaron a Academi. En 2014, se fusionaron con Triple Canopy y formaron Constellis Holdings.
Los escándalos de Blackwater
Un artículo publicado en Brookings en 2007, señala que en septiembre de 2007, un convoy de contratistas de la empresa Blackwater, encargado de proteger a empleados del Departamento de Estado de EE.UU., abrió fuego en una abarrotada plaza de Bagdad, Irak.
El tiroteo, que duró 20 minutos, dejó al menos 20 civiles muertos, entre ellos una pareja y su hijo pequeño. Las versiones sobre lo ocurrido divergen: Blackwater afirma que sus empleados fueron atacados primero, mientras que la policía iraquí y testigos aseguran que los contratistas dispararon sin provocación previa.
Este incidente desató una ola de indignación en Irak. El primer ministro Nuri al-Maliki calificó el acto como un crimen y anunció que revocaría la licencia de Blackwater para operar en el país. Sin embargo, pronto se reveló que la empresa no tenía licencia, y su estatus legal era ambiguo debido a normativas impuestas por la Autoridad Provisional de la Coalición, la antigua autoridad estadounidense en Irak.
Para defender las acciones de su empresa, Erik Prince compareció ante el Congreso de Estados Unidos, mientras los documentos revelados por el Comité de Supervisión mostraban patrones oscuros de corrupción y fallos de seguridad.
El verdadero escándalo es la continuidad
En un artículo de Vox señalan que el verdadero escándalo relacionado con Blackwater en Irak no es solo la conducta violenta de la empresa de seguridad privada, sino que el Departamento de Estado de Estados Unidos continuó contratándola a pesar de sus abusos.
A lo largo de su presencia en Irak, Blackwater cometió numerosas violaciones. A pesar de estos incidentes, la embajada de EE.UU. en Bagdad protegió los contratos de la empresa y rechazó las investigaciones en su contra, priorizando la seguridad a corto plazo sobre las consecuencias a largo plazo. Aunque hubo divisiones dentro del Departamento de Estado, y figuras como Hillary Clinton abogaron por su prohibición, Blackwater continuó operando en Irak hasta que fue finalmente expulsada en 2009 por el gobierno iraquí.
Los indultos de Trump
En 2020, según reseña The Guardian, el expresidente y ahora candidato presidencial, Donald Trump, indultó a cuatro contratistas de Blackwater condenados por la masacre de 14 civiles en Bagdad en 2007.
Los guardias, Paul Slough, Evan Liberty, Dustin Heard y Nicholas Slatten, abrieron fuego contra una multitud desarmada en la Plaza Nisour, utilizando ametralladoras, lanzagranadas y un francotirador.
A pesar de ser condenados por múltiples homicidios, Trump concedió los indultos, lo que generó críticas internacionales. Los fiscales estadounidenses afirmaron que las víctimas no eran insurgentes ni representaban amenaza alguna. Sin embargo, los abogados de los guardias argumentaron que actuaron en defensa propia tras un ataque.
La masacre fue comparada con la matanza de My Lai durante la guerra de Vietnam, y se señaló que el ataque deterioró aún más las relaciones entre Estados Unidos e Irak.
Reacciones del gobierno de Venezuela
Ante la creación de la campaña “Ya casi Venezuela”, las reacciones en el gobierno chavista no se han hecho esperar. Nicolás Maduro, el viernes 20 de septiembre de 2024, afirmó que el país está “preparado y listo” ante lo que describió como “cuentas regresivas”, sin mencionar directamente la campaña.
“Dicen que la invasión es mañana, por eso hay que tener los fusiles listos, y los tenemos listos. La mayor resistencia está en nuestra espiritualidad y en nuestra identidad venezolana”, señaló Maduro durante su intervención.
Maduro no fue el único en enviar una advertencia, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, aseguró que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) está lista para defender la soberanía de Venezuela frente a cualquier intento de ataque por parte de «mercenarios del imperio».
«Que los imperialistas y sus mercenarios lo tengan claro: si se atreven a agredir de nuevo a nuestra patria, aquí estaremos, la Fanb y el pueblo, unidos en una perfecta alianza cívico-militar, listos para hacerles probar de nuevo el amargo sabor de la derrota», dijo en referencia a las amenazas del exmilitar estadounidense.
Padrino López destacó que no están desarmados y advirtió que recibirán una respuesta contundente. “La Fanb estará en primera línea, y estoy seguro de que el pueblo estará a nuestro lado, evitando que los imperialistas del norte derramen sangre aquí solo porque así lo quieran. Eso no va a suceder», dijo.
Este martes 24 de septiembre, Tarek William Saab, fiscal general designado por la extinta Constituyente, informó que el Ministerio Público (MP) abrió una investigación a la campaña “Ya casi Venezuela” y tildó a quienes tengan pensado aportar dinero para esta causa como “cómplices” de varios delitos.
“Las personas que están colaborando son cómplices. Aquel que haya donado de uno, 20, 100 dólares, es cómplice, porque está participando en el delito de legitimación de capitales. Y tenemos ya varios nombres de todo ese conglomerado”, agregó.
El fiscal dijo que “por allí hay una pantomima que la estamos tomando en serio, la estamos investigando. Un nuevo grupo de mercenarios estadounidenses con apoyo de sujetos cobardes, prófugos de la justicia que viven en Estados Unidos”.