Tras el deslave de Vargas en 1999, el Gobierno de Venezuela ideó un plan de intervención para minimizar el riesgo de aludes torrenciales en el litoral central. Así surgió el Plan Vargas 2005. Las lluvias excepcionales registradas entre octubre y noviembre de 2022 revivieron miedos y evidenciaron la necesidad de políticas de recuperación de esas obras