La coexistencia de dos tribunales de justicia y la pugna generada por la proclamación de Juan Guaidó como gobierno interino, tras rechazar la reelección de Nicolás Maduro como presidente en 2018, representa un síntoma más de la fragilidad institucional del país. Politólogos señalan que esta situación ha hundido a la población en una“inseguridad absoluta". Coinciden en que el país se convirtió en un “Estado fallido" porque Maduro perdió capacidad para gobernar y generó una crisis socioeconómica