Caracas.- Andrés Oppenheimer, periodista argentino, escritor y columnista del diario The Miami Herald, se preguntó en los primeros días de febrero en su programa, que transmite los domingos la cadena CNN en español, si el presidente Donald Trump traicionó a la oposición venezolana que lideran María Corina Machado y Edmundo González Urrutia. Para Oppenheimer, «hay muchas preguntas en el aire» luego de la reunión de Richard Grenell y Nicolás Maduro.
Tras el encuentro del enviado especial de Trump con Maduro el 31 de enero, el funcionario estadounidense retornó a su país con 6 de los al menos 11 estadounidenses detenidos en los últimos meses en Venezuela; además, días después se reanudaron los vuelos de repatriación de migrantes venezolanos en Estados Unidos y Trump anunció en redes sociales que la administración de Maduro aceptó encargarse del retorno de los venezolanos deportados.
«Ya a fines de noviembre pasado, después de las elecciones de Estados Unidos, el diario conservador The Wall Street Journal había anticipado que un magnate petrolero muy cercano a Trump estaba cabildeando con el entonces presidente electo de Estados Unidos para hacer un acuerdo con Maduro, por el cual Venezuela aceptaría deportados a cambio de que Trump flexibilizara las sanciones petroleras«, comentó Oppenheimer.
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A cambio de qué, fue una de las interrogantes que surgió con la liberación de los estadounidenses detenidos y el reinicio de los vuelos de repatriación de migrantes venezolanos desde Estados Unidos. En ese contexto, la Casa Blanca sostiene que no se trató de una negociación entre Trump y Maduro, a quien en Washington no reconocen como presidente legítimo tras lo sucedido en la elección presidencial del 28 de julio.
Machado dijo el 3 de febrero que también habló con Grenell, antes y durante su visita a Caracas. La líder de la oposición venezolana señaló que estaba al tanto del viaje de Grenell a Venezuela.
«Hace pocos días, el diario Miami Herald reportó que se habría llegado a un acuerdo de repatriación de indocumentados a cambio de la no revocación de permisos petroleros vigentes. El gobierno de Trump ha dicho que no hubo negociación; Trump ha dicho que incluso podría cortar las importaciones de petróleo venezolano, pero hasta el momento no se conocen medidas en ese sentido», añadió Oppenheimer.
La Licencia 41, que le permite a la petrolera estadounidense Chevron operar en Venezuela, se renovó de forma automática el pasado 1 de febrero, luego de la reunión de Grenell y Maduro.
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En su análisis, Oppenheimer comentó, además, el contenido de un documento público, del 2 de febrero, del Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. «Explicando estos vuelos de deportación dice (el documento) que ha habido mejoras notables en varias áreas, como la economía, la salud pública y la delincuencia en Venezuela. Muchos venezolanos no coinciden con que haya habido mejoras notables en Venezuela».
«¿Le dio la espalda Trump a la oposición venezolana? Probablemente no lo vamos a saber por un tiempo, porque el gobierno de Trump recién empieza, pero la foto del apretón de manos del enviado especial de Trump con Maduro en Caracas, la foto de los aviones de la aerolínea estatal Conviasa recogiendo deportados venezolanos en Estados Unidos y la foto del documento del Departamento de Seguridad han despertado muchas sospechas», agregó el periodista.
No obstante, hay un dato que no termina de encajar en la tesis según la cual hay una especie de «acuerdo petrolero» entre Trump y Maduro: el martes 18 de febrero, el presidente de Estados Unidos señaló que está considerando suspender la licencia de Chevron y aseguró que no entiende por qué la petrolera estadounidense continúa con sus operaciones en Venezuela. «¿Por qué hicieron eso, por qué ir al enemigo y darle miles y miles de millones?», se preguntó el mandatario estadounidense en una rueda de prensa.