Barquisimeto.- Karyn Bastidas lleva 224 días tras las rejas en un calabozo del Comando Antiextorsión y Secuestro (Conas) en el este de Barquisimeto. Desde su detención, su estado de salud se ha deteriorado progresivamente. En marzo, entregó una carta a su padre, José Bastidas, en la que expresó su temor: “Me da miedo dormir, por si me da algo peor".
Según la misiva, la joven de 31 años padece dolores de cabeza que pueden extenderse hasta por 15 días, una protuberancia que, según sospecha, afecta su visión en el ojo izquierdo, diarrea constante, dolor lumbar y entumecimiento del lado izquierdo del cuerpo. También sufre episodios de hipertensión y ataques de ansiedad.
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Su padre agrega que además presenta sangrado vaginal, hemorroides y depresión. Pese a este cuadro alarmante, no ha recibido atención médica, lo que la lleva a temer por su vida.
Ante la falta de respuesta de las autoridades, José Bastidas implora al fiscal general de la República que su hija, madre de dos niñas de 7 y 1 año, sea atendida por un médico. “Ya no hallo qué hacer", expresa en un video publicado en X, con la voz entrecortada.
Una detención por un mensaje en WhatsApp
Karyn Bastidas fue detenida el 2 de agosto en el sector Los Cerrajones de Barquisimeto. A principios de 2023 trabajaba en la Gobernación del estado Lara, pero su contrato no fue renovado tras quedar embarazada.
En julio de 2024, en medio de la represión poselectoral, aún formaba parte de un grupo de WhatsApp de empleados de la Gobernación. En el chat se compartió una publicación del gobernador Adolfo Pereira, lo que desató comentarios de descontento, entre ellos, figuraba el de Karyn Bastidas. Bastó una captura de pantalla con su mensaje para que fuera detenida. Según su padre, su comentario decía: “¿Adolfo (Pereira, gobernador de Lara), a ti te gustaría que a tus hijos les hicieran lo mismo o a tu familia que vive en El Cují?".
El impacto en su familia
La tarde de su arresto, Karyn se disponía a celebrar el primer año de su hija menor. Salió a comprar refrescos cerca de su casa cuando fue interceptada por dos vehículos particulares con funcionarios del Conas armados con ametralladoras. Se la llevaron frente a sus hijas. “Parecía que iban a buscar a Bin Laden", describió su padre a El Pitazo. No hubo orden de aprehensión. Desde entonces, permanece detenida.
Actualmente, Karyn está siendo procesada vía telemática por el Tribunal II con competencia en casos de terrorismo, con sede en Caracas, bajo los cargos de terrorismo, incitación al odio y traición a la patria, todo por un comentario en un grupo de WhatsApp.
Las consecuencias de su encarcelamiento han sido devastadoras para sus hijas. La mayor ha desarrollado tartamudeo y recibe atención psicológica, mientras que la menor ha comenzado a rechazar la lactancia. Su familia, desesperada, lucha por su libertad y, al menos, clama porque Karyn reciba atención médica urgente.
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