
Caracas.- Vanessa Torres, una joven profesional habitante de la parroquia Caricuao, al ser consultada sobre qué es lo que más le está afectado debido a las medidas de la cuarentena tomadas debido a la pandemia del COVID-19, no dudó ni un segundo, en decir que le está afectando en varios aspectos de su vida, «perdí mi empleo en 2020. Me tocó emprender una venta de ropa desde mi hogar; extraño los abrazos de mis familiares y amigos».
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Para caraqueños ya es igual la semana flexible y radical de la pandemia
Karla Torres, habitante de la parroquia El Paraíso, argumentó que esta pandemia ha sido un duro golpe para lo emocional de los venezolanos, «ya por suerte hemos bajado el miedo que se pudo sentir en el primer año. La falta de abrazos de verdad, que de todas las cosas es lo que me ha pegado».
La pérdida de empleo fue otras de las variantes que sobresalió en esta consulta realizada los días 19 y 20 de mayo. Morelli Moreno, habitante de Ruíz Pineda de la parroquia Caricuao, dijo al igual que Aminta Pérez, habitante de Antímano, que les tocó desde el 2020 emprender desde su hogar vendiendo helados y pizzas.
Lo que más le está afectando actualmente a la ama de casa, Carmen Martínez, es el cierre de los comercios en los días de semana radical, «porque uno puede tener una emergencia de un producto o medicina que esté en un centro comercial. La verdad es que ya no entiendo el desorden de esta cuarentena. A veces, lo único en que se diferencian, estas semanas, es que no trabajan los bancos y los flojos de los organismos del Estado como el Saren y Saime, de resto, ya estoy viendo todo igual».
A Marcos Ramírez, habitante de la comunidad de la parroquia Macarao le causó mucho angustia el hecho de que la cifras dadas por el Gobierno nacional, era muy distintas a la realidad que se veía en las comunidades, «llegué a conocer de fallecidos en Macarao y Caricuao que no aparecían en el reporte del Gobierno».
La recurrente falla los servicios públicos básicos: agua, electricidad y gas en este tiempo de pandemia tienen a muchos vecinos preocupados por no poder cumplir con la limpieza de sus hogares, manos y preparación de alimentos. Así lo refirió Baldemira Martínez, habitante de la comunidad La Pradera de la parroquia La Vega, «ya cumplimos tres meses sin agua por las tuberías». El uso de tapabocas por casi 14 meses, es otro de los aspectos que está afectando a los caraqueños, a pesar de entender su importancia.