Al menos 150 veces lo mordieron los perros. Fueron 40 minutos de terror, en los que pensó que moriría devorado por los animales. Producto del feroz ataque, el joven venezolano Greiber Eduardo Berrío, de 19 años, perdió ambos brazos y sus dos orejas.
A menos de un mes de ser dado de alta con múltiples marcas en su cuerpo que le recuerdan la noche del 25 de marzo, Barríos relata a los medios lo que vivió cuando nueve perros lo atacaron en la localidad de Bosa, al sur de Bogotá, Colombia.
“Sentía como los perros me clavaban los dientes y halaban, como cuando metes los dedos en una bolsa plástica y la halas. Me agarraban las piernas y me las halaban", recuerda Greiber en entrevista con el podcast Más Allá del Silencio.
El joven venezolano iba camino a su casa de la iglesia cuando los perros lo atacaron. Estaba atravesando un terreno baldío en el momento que se le aparecieron los perros, primero fue una hembra que le llegaba a las rodillas y luego los otros lo rodearon.
“Estaban bravos. Yo primero intenté hablar con ellos y les decía que no me mordieran, que yo no les había hecho nada. Yo digo que lo más seguro es que tenían hambre, porque esa manera de atacarme, devorando. Ni me explico por qué pasó así", dijo Greiber, quien habla sin rencor y con agradecimiento por estar vivo.
Colombia | Joven venezolano pierde sus brazos al ser atacado por una manada de perros
Perdió los brazos
Greiber estuvo 18 días en coma tras el ataque, sus brazos fueron amputados al tercer día del siniestro producto de las infecciones.
Recordó que cuando empezaron a morderlo, él trató de cubrirse con el morral y mantenerse de pie, pero no pudo. Comenzó a gritar y pedir auxilio, pero nadie llegaba.
“Ya cansado de batallar me encomendé a Dios y le dije a Dios que si era su voluntad de morir con esos perros, que no iba a pelear más contra él. Cuando hice el intento de voltearme, los perros dejan de atacarme, veo la sirena de la patrulla y veo a los policías", contó.
Greiber, quien fue dado de alta el 28 de julio por los médicos del Hospital de Kennedy, llegó a Colombia en 2022 tras terminar el bachillerato en Venezuela. Ahora su sueño es regularizar su estatus migratorio para optar por unas prótesis y estudiar periodismo.
“Al principio fue duro asimilar la pérdida de los brazos, pero al fin le di gracias a Dios porque estaba vivo", confiesa el joven venezolano al medio Q’hubo Bogotá.
La procedencia de los perros es desconocida. Greiber no sabe qué pasó con los animales, pero no les guarda rencor y pide su protección.